El Midrash Dice – Vaetjanan

Moshé enseñó a Bnei Israel la mitzvá de reconocer y creer en la Unicidad de Di-s: "Oye, oh Israel, HaShem es nuestro Di-s, HaShem es Uno".

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Posteado en 06.04.21

Shemá: La Mitzvá de aceptar y Conocer la Unicidad de Di-s

Entonces Moshé enseñó a Bnei Israel la Mitzvá de reconocer y creer en la Unicidad de Di-s:
 
"Shemá Israel, HaShem Elokeinu, HaShem Ejad/Oye Israel, HaShem es nuestro Di-s, HaShem es Uno".
 
Un judío debe saber que Di-s es Uno Arriba, Abajo y en los cuatro puntos cardinales.
 
El significado de UNO incluye:
 
– Es la única Realidad absoluta (pues todo lo demás depende de El) no hay creador ni poder, solamente El.
– El es el Unico Di-s No tiene "socios", "hijos" ni nada similar.
– La esencia de Di-s es Una, si bien podemos percibirlo solamente a través de diversos atributos.
– Es Uno por encima del tiempo y el espacio. Aunque podemos aceptar los eventos y las personas únicamente en términos del pasado, el presente y el futuro, debemos entender que Di-s es eterno; y aunque podamos pensar de cualquiera como confinado en un lugar, debemos saber que Di-s está presente en todas partes.
– Está por encima de cualquier atributo corporal. Aunque estemos obligados a referirnos a El en términos comprensibles para nosotros, como son: "Su Voz", "Su Brazo", etc. debemos comprender que en realidad no tiene ningún atributo físico y no está sujeto a ninguna condición o limitación alguna.
 
HaShem declaró: "Yo creé el universo basado en un sistema de asociaciones que se complementan entre sí, tales como:
El cielo y la tierra (juntos activan el ciclo de la lluvia y mantienen la vida en la tierra).
El sol y la luna (juntos iluminan el mundo).
 
Adam y Javá (o marido y mujer, se unen para la procreación).
 
El mundo presente y futuro (van juntos: si hacemos Mitzvot – Preceptos en el mundo presente, seremos recompensados en el Mundo por Venir).
"Sin embargo, hay una sola excepción: Yo. "Oye Israel, HaShem es nuestro Di-s, HaShem es Uno".
 
¿Por qué HaShem creó en el universo un sistema de asociaciones que se relacionan entre sí como dador y receptor? Ninguna criatura creada por Di-s es autosuficiente, cada una depende de otra, para que finalmente comprendamos que todos dependemos de Uno Más Grande.
En previsión que erróneamente supongamos que Di-s Mismo también está sujeto a este sistema (por ejemplo, que tiene una relación de dar-y-recibir con las huestes Celestiales), El nos enseñó, HaShem Ejad: El es Único.
 
Al tiempo que un judío debe creer en la Unicidad de HaShem en todo momento, está obligado a proclamarlo verbalmente cada mañana y cada noche.
 
El Gan Eden con sus delicias fue creado para quienes pronuncian el versículo Shemá , que proclama la unicidad de Di-s, con la debida concentración.
 
Un judío debe estar preparado para sacrificar su vida antes que negar la unicidad de Di-s (pues dicha negación es equivalente a practicar la idolatría, y un judío debe estar preparado para sacrificarse antes de cometer idolatría).
Un judío mentalmente preparado para renunciar a su vida por HaShem, es considerado en el Cielo como si lo hubiera hecho.
 
El pueblo judío declara a HaShem: (Tehilim 44:23) "Por Tí nos matán todos los días; somos como las ovejas destinadas al matadero".
El versículo implica que al leer el Shemá diariamente con la disposición de renunciar a la vida por HaShem, somos considerados como si hubiéramos sufrido el martirio por amor a El.
 
Durante toda su vida nuestro patriarca Iaakov se preocupó que ninguno de sus hijos se apartara del camino de la rectitud. Pensó: "¿Me irá mejor que a mis padres? Mi abuelo Abraham tuvo un hijo, Ishmael, que veneraba ídolos y mi padre Itzjak engendró al malvado Esav".
Cuando Iaakov descubrió que su hijo Reubén había desarreglado la cama paterna después de la muerte de Rajel, estaba muy alarmado. "Quizás un hijo no merecía seguir siendo considerado como una de las Tribus", pensó. Únicamente después que Di-s le aseguró personalmente que Reubén se había arrepentido, Iaakov se relajó. Nuevamente, cuando Iosef desapareció, Iaakov temió que Iosef no merecería ser incluido entre las Tribus.
El deseo supremo de Iaakov era que cada uno de sus hijos se mantuviera en el camino de la rectitud. Por ello, cuando yacía en su lecho mortal, los convocó uno por uno para reprenderlos e instruirlos. Finalmente, los convocó a todos juntos y les preguntó: "¿Puedo morir tranquilo que ustedes servirán al Todopoderoso honestamente? ¿Quizás se aferran aún a los ídolos que el padre de Abraham, Teraj, adoraba? ¿O acaso veneran a los dioses de Labán, el hermano de mi madre? Sus doce hijos contestaron unánimemente: "Oye Israel (Iaakov), así como tu corazón está pleno de Di-s, el nuestro también. Reconocemos plenamente a HaShem, nuestro Di-s, HaShem es Uno".
Aliviado, Iaakov se postró ante la Shejiná en agradecimiento de que todos sus hijos fueran tzadikim. HaShem declaró: "Iaakov, cuando tus descendientes proclamen Mi unicidad, mencionarán tu nombre".
Por ello repetimos en nuestras plegarias la respuesta exacta de los hijos de Iaakov, para implicar: "Oye, nuestro padre Israel/Iaakov. Obedeceremos tu voluntad HaShem, es nuestro Di-s, HaShem es Uno". También repetimos las palabras de Iaakov bendiciendo a HaShem cuando se dio cuenta que todos sus hijos eran justos: "Baruj shem kevod maljutó leolam vaed/Bendito sea el nombre de Su glorioso reino por siempre jamás".
 
La Mitzvá de leer Shemá cada mañana y cada noche
 
Un hombre está obligado a recitar el versículo Shemá Israel, HaShem Elo-heinu HaShem Ejad, que contiene el principio de la unicidad de Di-s cada mañana y cada noche. Esto ha sido ordenado en el versículo (6:7), "Y las hablarás (recitar las palabras del Shemá) al acostarte y al levantarte".
Ha cumplido con la Mitzvá solo si pronuncia el versículo con el fin de cumplir con la Mitzvá de Shemá y es consciente de su significado.
Asimismo, cada hombre judío debe recitar dos veces en el día tres parshiot (versículos) fundamentales:
1. Veahavtá (Devarím 6:5-9) que contiene los principios del amor hacia Di-s y el estudio de la Torá.
2. Vehaiá im Shamoa (ibíd. 11:13-21) que nos exhorta a observar todas las mizvot (como lo explica en parshat Ekev).
3. Parshat Tzitzit (Bamidbar 14:37-41) que menciona Ietziat Mitzraim (el éxodo de Egipto) y también nos advierte que debemos cumplir con todas las Mitzvot.
 
Di-s le dijo al pueblo judío: "Pueblo Mío, admite que no los canso con Mitzvot difíciles; sino que hago todo lo conveniente para que las cumplan".
 
En los días del régimen zarista en Rusia, el alcalde de un pequeño pueblo informó a sus habitantes que había recibido un edicto real que afectaba a todos. Lo anunciaría a los ciudadanos del pueblo un día determinado.
En el día y la hora predeterminados, el pueblo apareció en el auditorio de la municipalidad y el alcalde ascendió al atril. Todos se descubrieron la cabeza por respeto y aguardaron parados en silencio, temblando mientras se leía la proclamación imperial. HaShem, por el otro lado, dice: "No te ordené leer el Shemá mientras estés parado en una posición formal incómoda. Aunque es una proclama imperial, lo puedes recitar sentado, parado o reclinado en cualquier posición que elijas. "En forma similar, de todos los animales seleccioné los domesticos toros, ovejas y cabras para el sacrificio, para eximirlos del inconveniente de cazarlos en el campo".
 
Moshé relata como suplicó a Di-s que le permitiera cruzar el Iardén (Jordán)
 
Moshé continúa reprendiendo a los Bnei Israel. Señaló a la generación que estaba por entrar a la Tierra que sus padres fueron los causantes de su inminente muerte en el desierto y que Di-s no lo había perdonado a pesar de sus incansables plegarias. Moshé siguió su narración: "Cuando pequé en las Aguas de Merivá, Di-s prometió: "Por lo tanto, tú y Aharón no conducirán a esta congregación a la Tierra que yo prometí a tus antepasados". A pesar de Su promesa, no dudé que eventualmente podría cambiar ese decreto con mis plegarias". "Cuántas veces obtuve el perdón por vuestros pecados aun cuando Di-s había prometido castigarlos. Mis plegarias influyeron en la suspensión de la pena de muerte después del Pecado del Becerro de Oro, si bien el Todopoderoso había prometido destruir a quien practicara la idolatría. No imploré por el perdón de inmediato, porque era un momento de enojo Divino. En su lugar, esperé el momento propicio, cuando mis Tefilot (plegarias) serían aceptadas.
 
El momento de benevolencia Divina llegó aparentemente cuando vencimos a los gigantes, Sijón y Og. Confiaba que en ese momento obtendría el perdón por mi indiscreción en las Aguas de Merivá, y que Di-s no me negaría mi deseo ferviente de pisar la tierra de Eretz Israel. Sino, ¿por qué habría de permitirme conquistar Sijón y Og, cuya acción fue el comienzo de la conquista de Eretz Israel? El razonamiento de Moshé se esclarece con la siguiente historia:
 
Después que el príncipe había ofendido a su padre, el rey ordenó el destierro del joven del palacio y juró que jamás permitiría a su hijo regresar.
El príncipe no tomó la promesa de su padre en serio y a pesar de ello intentó regresar. Ingresó al jardín del palacio cautelosamente y se acercó al primer portón. Como los guardias no hacían nada para detenerlo, cruzó el portón y siguió hacia el segundo. Lentamente, cruzó el segundo y para su tranquilidad notó que los guardias mantenían un silencio tolerante. Ahora estaba seguro que el rey lo recibiría. Al caminar valiente y alegremente hacia la puerta más interna, escuchó la voz del rey resonar: "¡Suficiente! ¡Alto! Te dije que nunca vuelvas a entrar al palacio".
 
En forma similar, Moshé supuso que una vez que Di-s le había permitido conquistar el lado oriental del Iardén (Jordán), que era parte del territorio prometido, también le permitiría tomar posesión de Eretz Israel mismo. Sin embargo, Di-s informó a Moshé que no podría avanzar más allá de la frontera del Jordán. Moshé relató: "No exigí mi admisión por derecho por merecer el privilegio. En su lugar, me postré humildemente ante HaShem y le rogué que me favoreciera por Su gran misericordia y benevolencia".
Recé: "Amo del Universo, en Tu gracia prometiste responder las plegarias de todos, hasta de quien no lo merece". Si un rey humano quiere revocar un edicto, su gabinete puede protestar. Pero Tú tienes poderes para aceptar la teshuvá (arrepentimiento) de un pecador y anular su castigo; ninguna otra autoridad puede entorpecerte a Ti. Entonces, ¿por qué no puedes abolir mi castigo en aras de Tu benevolencia? Si no me permites ingresar a Eretz Israel, mi misión quedará incompleta. Como me permitiste conquistar las tierras de Sijón y Og, por favor déjame destruir a los treinta y un reyes de Eretz Canaan también. Aun más, Tú me revelaste la Torá; ¿no tendré el privilegio de enseñarla en Eretz Israel? Por favor, permíteme cruzar el Iardén para que pueda ver la Tierra buena donde el alma alcanza su máxima perfección.
Deseo ver Har Hamoriá (el monte sagrado donde Itzjak fuera atado al altar, el lugar donde en el futuro se asentará el Beit Hamikdash – Templo Sagardo) y rezar allí. Permíteme ver el Beit Hamikdash mismo, la Casa sagrada donde se ofrecerán los sacrificios en redención por los pecados de los seres humanos. (Moshé mencionó la construcción del Beit Hamikdash pues, si hubiera conducido a los Judíos a la Tierra, el Templo final y eterno se habría construido de inmediato).
 
Moshé- respondió HaShem -te prometí que no conducirías al pueblo del otro lado del Iardén. Al ver que Di-s estaba enojado conmigo, recité los Trece Atributos de la Misericordia que El me había enseñado. Si bien se había apaciguado, El me rechazó diciendo: "No puedo escucharte, pues hice dos juramentos: mueres allí en el desierto o destruyo Klal Israel.
¿Deseas vivir a expensas de la aniquilación del pueblo Judío?
Yo respondí, "Permite que mil Moshes perezcan en lugar de un solo Judío".
Imploré: "No pido ingresar como su lider, sino como un ciudadano común".
Di-s respondió: "Un rey no ingresa en calidad de persona privada".
Si no puedo ingresar con vida, al menos permite que mis restos sean enterrados allí; solicité. Tus restos tampoco cruzarán el Iardén insistió Di-s.
 
Amo del Universo objeté. ¿Tendré menos privilegios que Iosef? Yo fui quien, cuando dejamos Egipto, localice su féretro y me aseguré que sus restos fueran llevados a la Tierra Prometida. ¿No se hará lo mismo por mí?
Di-s respondió: "Iosef mereció ser enterrado en su Tierra porque reconoció su origen". Durante su prisión en Egipto, reveló a sus compañeros de celda: "Fui capturado de la Tierra de los Hebreos," aunque sabía que su revelación lo degradaría ante sus ojos. Tú, sin embargo, negaste tu identidad. Cuando escuchaste a las hijas de Itró informar a su padre, "Un egipcio nos rescató en la fuente" no las corregiste de inmediato. Quien no reconoce sus orígenes no será enterrado en esta Tierra.
 
En efecto, Moshé tenía una razón apremiante para ocultar su identidad Judía – temor por su vida. Si se supiera que era un fugitivo de la corte del Faraón, condenado a morir por haber matado a un egipcio, quizás habría sido capturado y regresado con el Faraón. Sin embargo, Di-s criticó a Moshé, un gran tzadik (justo), por permitir que las hijas de Itró tuvieran la impresión, aunque sea temporaria, que era un no-Judío.
 
Cuando me di cuenta que mis súplicas no tenían efecto, le puse argumentos enérgicos ante el Todopoderoso. Amo del Universo- argumenté -¿por qué me impides ingresar a Eretz Israel? Porque en las Aguas de Merivá llamé "rebeldes" a los Bnei Israel Tu mismo los llamaste así cuando declaraste: "Que la vara de Aharón sea preservada ante el arca de testimonio como señal contra los rebeldes" (Bamidbar 17:25). Cuando me di cuenta de la severidad de la promesa de Di-s, me investí con bolsas y cenizas, tracé un círculo a mi alrededor y declaré, no me moveré de aquí hasta que el decreto sea abolido. Mis súplicas movieron cielo y tierra hasta que toda la creación pensó: "El Gran Día del Juicio, en que Di-s renueva el mundo, debe haber llegado".
El Todopoderoso proclamó: "Que las puertas celestiales se cierren para que las plegarias de Moshé no asciendan". Mis Tefilot (plegarias) penetraron los siete cielos como una espada. Pronuncié el Shem Hameforash (el nombre de D"s inefable), que aprendí en el Cielo para que mis plegarias fueran aceptadas. Rápido llamó Di-s a los ángeles -cierren cada puerta porque las plegarias de Moshé están invadiendo las alturas. Ofrecí 515 tipos diferentes de Tefilot. Di-s apareció ante mi junto con Su Gran Corte de Angeles y me dijo: "Deja de rezar. La Gran Corte en el Cielo ha decretado en forma irrevocable que no cruzarás el Iardén. Si continuas rezando, ambos tendremos mala reputación. La gente aseverará: "Moshé debe haber cometido muchos pecados porque sus plegarios no fueron respondidas; y asimismo, Di-s es cruel por no aceptar tantas súplicas. Más aun, la aceptación de tus plegarias resultaría perjudicial para la generación del desierto. La gente dirá: "Una de las personas, Moshé, era justo, por ello ingresó a Eretz Israel, los demás no eran buenos por lo tanto murieron en el desierto". ¿Y que ocurrirá si entras a Eretz Israel después que tu hermano Aharón murió en el desierto? La gente pensará: "Aharón no mereció ingresar a Eretz Israel como nosotros porque pecó en el incidente del Becerro de Oro y su pecado no fue perdonado. Por lo tanto, fue castigado con la muerte en el desierto. (En realidad, Aharón murió en el desierto, como Moshé, por haber pecado en las Aguas de Merivá).
Moshé, el decreto que prohibe tu ingreso a la tierra no puede ser revocado. Tú solo cometiste un error leve en las Aguas de Merivá, pero semejante castigo es proporcional a tu sabiduría. Tu tiempo ha terminado; Iehoshúa ocupará tu lugar. Debes quedar satisfecho con la gran recompensa que te espera en el Mundo por Venir. ¿Acaso todas mis plegarias fueron en vano?, le pregunté a HaShem. No contestó el Todopoderoso -verás más de lo que hubieras visto de haber ingresado a Eretz Israel y más que tu sucesor Iehoshúa jamás verá. Asciende al Monte Nevó y te permitiré no solo visualizar los lugares que tu mencionaste, sino todo Eretz Israel,norte, sur, este y oeste. Otorgarás una bendición sobre la Tierra y facilitarás su conquista en el futuro. No serás tú, sino Iehoshúa quien tomará posesión de la Tierra. Instrúyelo en su tarea de líder, fortalece sus estudios de Torá y fortifícalo con Mitzvot (Preceptos). Permanecimos en el lado oriental del Iardén (Jordán) y acampamos del lado opuesto al lugar en que pecasteis por idolatrar a Peor. Con estas palabras Moshé sugirió que sería enterrado cerca del lugar donde Bnei Israel había pecado con Peor, a fin de obtener el perdón por ese pecado.
 
Colocarse Tefilin (filacterias) sobre el brazo y la cabeza
 
Siguiendo la Mitzvá de creer en la unicidad de Di-s, la Torá menciona que Di-s nos dio señales para recordarnos la relación especial con Él.
Una de las "señales" son los Tefilín. Están formados por dos cajas negras de cuero, de las cuales una colocada sobre el brazo – contiene un pergamino enrollado y el otro colocado sobre la cabeza contiene cuatro pergaminos, cada uno en su propio cubículo. Las parshiot siguientes deben estar escritas sobre el pergamino individual y sobre los otros cuatro pergaminos (una parshá en cada uno):
 
1. Kadesh Li Kol Bejor, Shemot 13:1-10 (parshat Bo). La Torá nos ordena colocar este párrafo en nuestros Tefilín porque menciona el Exodo que demostró a nuestra nación que Di-s es el Creador y Soberano.
2. Vehaiá Ki Ieviajá, Shemot 13:11-16 (al final de parshat Bo). Este párrafo también nos enseña a recordar el Exodo.
3. Shemá Israel, Devarim 6:4-9 (parshat Vaetjanán) que menciona la Mitzvá de creer en la unicidad de Di-s.
4. Vehaiá Im Shamoa, Devarim 11:13-21 (parshat Ekev). Esta parshá contiene el mandamiento de aceptar todas las Mitzvot. Así, los cuatro párrafos expresan los fundamentos de la fe.
Los Tefilín son kasher sólo si la escritura ha sido realizada por un sofer (escriba) calificado como el de un Sefer Torá, de acuerdo con todas las condiciones halájicas (de la Ley Judía).
 
Los Tefilín fueron dados a los judíos como ornamentos Divinos. Revelan que la Shejiná (Presencia Divina) mora entre nosotros, como dice: "Verán todos los pueblos de la tierra que el Nombre de HaShem es proclamado sobre tí"(Devarim 28:10). Diariamente, un judío debe envolver las cintas negras de los Tefilín primero en su brazo izquierdo y luego sobre su cabeza. Nuestra Tradición Oral nos enseña que las palabras: "entre sus ojos" (6:9) se refiere a la parte media de la frente, encima de nuestra linea de crecimiento del cabello. Quien lo coloque, aunque solo sea una parte de los Tefilín debajo de la línea de crecimiento, en la sección inferior de su frente, no ha cumplido con la Mitzvá y ha recitado la bendición sobre los Tefilín en vano. Los Karaim (una secta que negó la Tradición Oral) acostumbraba colocarse los Tefilín literalmente "entre los ojos".
 
Los Tefilín se deberían utilizar durante todo el día. Sin embargo, como no se debe distraer la atención mientras se los usa y se los debe tratar con el debido respeto, los usamos unicamente durante las plegarias. (Sin embargo, hubo tzadikim a través de las generaciones, y, aún hoy en día, que los usaban).
Entre otras condiciones, uno debe tener el cuerpo limpio cuando se pone Tefilín, una condición que cumplía perfectamente el Tzadik Elishá:
 
El gobierno romano decretó una vez que cualquier judío que fuera encontrado colocándose los Tefilín sería castigado con el aplastamiento de su cráneo.
De todos modos, Elishá, un gran tzadik, los tenía puestos mientras caminaba por la calle, pero fue espiado por un oficial romano quien lo comenzó a perseguir. Elishá corrió, pero cuando se dio cuenta que el romano lo alcanzaba se quitó el Tefilín de su cabeza y lo escondió en su mano. Cuando el oficial lo alcanzó le preguntó: "¿Qué tienes en tu mano?" Elishá contestó con tranquilidad: "alas de paloma". (Hizo alusión al hecho que el pueblo judío, comparado con las palomas, es protegido por las Mitzvot que cumplen. La paloma, amenazada por el peligro, utiliza sus alas para volar o aletea para espantar a su atacante; en forma similar, las Mitzvot escudan al judío del mal).
"Abre tu mano", ordenó el oficial. Para su asombro, eran realmente alas de palomas y el oficial tuvo que liberar a Elishá, quien, en adelante fue conocido como "Elishá de las alas".
 
¿Por que Elishá mereció que se le concediera un milagro tan evidente? Fue siempre meticuloso en colocarse los Tefilín con el cuerpo limpio. El título "Elishá de las alas" sugiere alas de ángeles, ya que, como un angel, él siempre se conducía con santidad.
 
 
(Con la amable autorización de www.tora.org.ar)

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1. Blanca Caridad CARIDA DOMIMGUEZ

7/25/2018

Muchas gracias por tan hermosa información.

ahora entiendo la importancia de recitar los beneinoaj los trece principios de fé, y los 10 recuerdos darios y nuestras 7 leyes , ya que para ustedes el usar los tefilim es de gran importancia y santidad, muchas gracias por darnos a conocer esta sabiduria del Shema Israel.

2. Blanca Caridad CARIDA DOMIMGUEZ

7/25/2018

ahora entiendo la importancia de recitar los beneinoaj los trece principios de fé, y los 10 recuerdos darios y nuestras 7 leyes , ya que para ustedes el usar los tefilim es de gran importancia y santidad, muchas gracias por darnos a conocer esta sabiduria del Shema Israel.

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