Iluminaciones Divinas

¿Quiénes somos? ¿Qué es lo que nos hace singularmente humanos? ¿Acaso somos, solo “criaturas evolutivas accidentales” sin un propósito?

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Yael Karni

Posteado en 19.07.20

¿Quiénes somos? ¿Qué es lo que nos hace singularmente humanos? ¿Acaso somos, como se suele decir en el mundo científico y ateo, solo “criaturas evolutivas accidentales” sin un propósito obvio? ¿O tenemos nuestras raíces en una realidad trascendente y no física, el mundo de la piedad, un mundo donde la raíz divina misma define e informa nuestra existencia real?

 

Las fuentes místicas de la Torá nos dicen que este mundo es paralelo a mundos más elevados y menos físicos. Estas fuentes también nos revelan cómo surgió la Creación y hacia dónde se dirige; cuál es nuestra relación con nuestro Creador / Hashem, cuál es su propósito para los judíos y los no judíos, y cómo podemos lograr ese propósito, es decir, la cercanía con Hashem, perfeccionando este mundo físico inferior. Estos fundamentos místicos de la Torá también abarcan las áreas de emuná y bitajón – fe y confianza en Hashem – y el concepto de bajirá, o sea, el libre albedrío.

 

Si bien no soy para nada experta en esta área, es importante alcanzar un cierto nivel de entendimiento del conjunto de diez fuerzas espirituales o iluminaciones a través de las cuales Hashem permite que se manifieste la Creación. Estas iluminaciones espirituales se llaman sefirot. Lo primero que hay que entender es que Hashem no tiene forma física; Él es uno sin división y completamente ilimitado. Por lo tanto, cuando hablamos de estas 10 emanaciones espirituales, no estamos hablando en absoluto de Hashem mismo, sino que estamos hablando de Su voluntad limitada que decidió expresar ciertos aspectos de sí mismo con el propósito de la Creación.

 

Las sefirot forman las raíces del hombre y la totalidad de su personalidad tal como existe en este mundo:

 

Jojmá, Biná, Daat

 

Estas tres primeras sefirot se relacionan con el área del cerebro, con la facultad de pensamiento.

 

Jojmá se relaciona con el lado derecho del cerebro, el pensamiento inicial, el primer destello de una idea general.

 

Binah se relaciona con el lado izquierdo del cerebro, con la lógica aplicada donde uno toma la primera idea general, la analiza y la descompone.

 

Daat se relaciona con el cerebelo, con el conocimiento integrado derivado de la confluencia de jojmá y biná, que expresa externamente mi ser esencial, y se comunica con las siguientes tres sefirot.

 

Debemos tener en cuenta que cada emoción va precedida por un pensamiento, a veces inconsciente. Cuando me enfrento a un dilema moral, no debería tomar decisiones basadas en cómo me siento, sino usar mis facultades mentales para decidir si este es objetivamente el camino correcto a seguir.

 

Jesed, Gevurá Tiferet

 

Estas tres sefirot se relacionan con las raíces de los atributos personales y las emociones. Jesed se relaciona con el brazo derecho, con un derramamiento ilimitado, una misericordia. Gevurá se relaciona con el brazo izquierdo, con la delineación, la moderación, la estricta justicia. Tiferet, un equilibrio entre jesed  y Gevurá, se relaciona con el área del torso, con los conceptos de verdad y armonía, y se comunica con las tres sefirot que le siguen.

 

Un ejemplo de esto podría ser si le doy incondicionalmente [jesed] a un niño sin ninguna restricción [gevurá], lo estoy malcriando. Si lo trato con demasiado rigor [gevurá], sin suficiente amabilidad [jesed], estoy criando un niño temeroso e inseguro. Por eso tratamos de alcanzar un punto medio, la armonía, con énfasis en jesed. El niño tiene que experimentar el amor incondicional, pero saber que hay límites que deben cumplirse.

 

Netzaj, Hod, Yesod

 

Estas tres sefirot se relacionan con las raíces de la acción en este mundo a partir de las decisiones tomadas en los niveles anteriores.

Netzaj se relaciona con la pierna derecha, con la capacidad de vencer, con el dominio, con la perseverancia. Hod se relaciona con la pierna izquierda, con la sumisión, la empatía.  Yesod, que es el equilibrio entre Netzaj y Hod, se relaciona con la procreación y con el liderazgo perfeccionado, y se comunica con Maljut.

 

Un ejemplo de esto podría ser alguien a quien le gusta compartir ideas, informar e influenciar a otros. Esta persona usa su facultad de dominio [netzaj]. Sin embargo, si usa principalmente la facultad de netzaj, su ego puede hacer que domine a las personas de manera negativa. Al usar su facultad de sumisión [hod], modera su deseo de influir para permitir que otros se expresen y al respetar a los demás podrá influir en ellos de manera positiva.

 

Maljut – esta última sefirah se relaciona con el reinado, que es el recipiente vacío que recibe de todas las sefirot anteriores, y es la anulación del propio ego frente a Hashem.

 

Todas las sefirot se revelan en la personalidad completa. Ellas son atributos neutrales en sí mismas y la forma en que decidimos utilizarlas en el servicio de Hashem es lo que define nuestro ser esencial y nos ayuda a llevarnos a nosotros mismos y a la Creación como un todo – a la perfección.

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