Tips para ganar más

Las personas cuyo único objetivo en la vida es ganar dinero y más dinero por lo general tienen grandes dificultades con el sustento y en la mayoría de los casos, tienen enormes deudas. ¿Quieren saber por qué? Porque nunca están satisfechos con lo que tienen y muchas veces contraen préstamos enormes e hipotecas y con ese dinero, que en realidad no es suyo, viven a un nivel de vida que en realidad no se pueden permitir. Esas mismas personas se embarcan en negocios muy riesgosos sin tomar las precauciones mínimas y derrochan dinero en cada cosa que se les antoja; se engañan a sí mismos pensando que el hecho de hacer alarde de toda la “fortuna” que poseen (que no poseen…) es excelente para sus negocios, porque están demostrándole a la gente todo el “éxito” que tienen y lo bien que les va…

Cada persona tiene que sentirse feliz y satisfecha con lo que le tocó en la vida y además tiene que acostumbrarse a un estilo de vida frugal. A nivel práctico, esto significa que cada persona tiene el deber de proveerse a sí mismo y proveerle a su familia las necesidades básicas, o sea, comida y vestimenta. Uno tiene que evitar hacer compras impulsivas e innecesarias, y en especial darse lujos que no se puede permitir. Tal vez esto suene un tanto simplista, pero si se fijan, van a ver que esta actitud grandiosa trae aparejados muchísimos problemas en el marco familiar, tanto en el ámbito material como en el ámbito espiritual.

Confianza en Hashem

Escribe Rabí Natan en su obra magna, el Likutey Halajot, que la confianza en Hashem es la mejor forma de volverse rico. Lo que tenemos que hacer es dirigir la mirada al Cielo, que es la fuente de todas las riquezas. Al hacerlo, estamos cumpliendo con lo que dice el Rey David en el Salmo 145: “Los ojos de todos miran hacia Ti, y Tú les das su alimento en su momento apropiado”. Y escribe Rabí Najman en Likutey Moharán (I:76):

Por medio de la contemplación con total confianza en Hashem uno crea una vasija capaz de recibir abundancia. Siempre desciende abundancia desde Arriba al mundo entero. Sin embargo, uno no puede recibirla hasta que no prepare una vasija digna. Al contemplar el Cielo y confiar en Hashem completamente, uno se transforma en una vasija capaz de recibir las bendiciones en el momento apropiado.

Hashem no necesita motivos para proveernos el sustento, ni tampoco necesita que Le demos nada a cambio. No olvidemos que Él proveyó alimento y atención a los israelitas en el desierto durante cuarenta años consecutivos. La única razón por la que en la actualidad tenemos la necesidad de trabajar es porque no tenemos la completa emuná y la confianza total en que Hashem es capaz de proveernos todas y cada una de nuestras necesidades.

Al no vivir una vida con genuina emuná, la gente hoy en día no tiene el mérito de recibir las bendiciones de Hashem de modo revelado y milagroso. Por consiguiente, tienen que ir a trabajar, para que Hashem pueda proveerles el sustento, pero dando la apariencia de que en realidad ellos lo obtienen de otra parte, o sea que se trata de un milagro oculto. El objetivo espiritual de ir a trabajar es desarrollar la conciencia espiritual de que el trabajo, sea cual fuere, es meramente un conducto para recibir la abundancia de Hashem.