Diez veces – ¡vale la pena!

Todo aquel que exija que los demás lo honren constantemente tendrá muchas dificultades para ser un buen marido y un buen padre.

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Yehuda Hilel Gerlitz

Posteado en 27.10.19

A veces uno piensa que está seguro de que finalmente ha tenido éxito, y entiende los conceptos y las disciplinas necesarias para vivir una vida de Torá adecuada. Y justo en ese momento Hashem le muestra que todavía tiene un largo trayecto por recorrer…

 

Si no me equivoco, esta es la décima vez que leo el libro En el Jardín de la Paz, y finalmente siento que estoy empezando a entender lo que el rabino Shalom Arush quiere enseñarnos. Es obvio que las primeras nueve veces no alcanzaron…

 

Existen solamente dos poderes en el mundo: el de dar y el de tomar. Ninguna persona puede hacer un cambio en la forma en que se relaciona con los demás si solamente buscar seguir tomando (recibiendo). El que siempre toma y nunca da no tiene manera  de conectarse con su esposa, sus hijos o las demás personas.

 

Uno no puede hacer ningún progreso espiritual a menos que haga se dedique con todas sus fuerzas al estudio de la Torá, los rezos comunitarios y la plegaria personal, y a la observancia de todos los demás preceptos de la Sagrada Torá. Mientras uno se rebele abiertamente contra Hashem, será casi imposible progresar. Esto no quiere decir que una persona no comete errores ni tiene contratiempos, pero cuando Hashem mira dentro del alma, Él sabe el camino en el que se encuentra esa persona. Por eso, debemos recordar algo de enorme importancia en el servicio de Hashem, tal como nos enseñó el rabino Shimshon David Pincus, de bendita y santa memoria: "No existe lo parve”. Es decir, o bien nos estamos acercando o bien nos estamos alejando de Hashem con cada decisión que tomamos. Seamos conscientes de esto, porque es algo que se aplica a todas las circunstancias de la vida.

 

Todo aquel que exija que los demás lo honren constantemente tendrá muchas dificultades para ser un buen marido y un buen padre. Por el contrario, la persona humilde puede confiar en que Hashem la bendecirá, la protegerá y la ayudará a tener éxito. Eso se debe a que esta persona está mostrando las características de Hashem Mismo, quien continuamente pasa por alto los errores que cometemos y nos tiene paciencia. A pesar de todo, Él continúa colmándonos de todas las bendiciones imaginables, independientemente de nuestros errores.

 

La vergüenza, la humillación y el bochorno son vasijas que invocan una tremenda bendición y sirven como expiación inmediata de todo tipo de pecados. Deberíamos festejar cantando, bailando y aplaudiendo cuando tenemos la suerte de recibir una humillación de parte de otra persona.

 

Hashem conoce los pensamientos e intenciones de cada persona, ya sea para bien o para mal. No creas que es posible ser más astuto que el Rey de Reyes y el más sabio de los sabios. Comienza, por lo tanto, a hacer todo lo posible por resolver tus dificultades en la vida y, sin lugar a duda, Hashem te ayudará. Cuando se trata de reparar el daño que puedas haber causado a tu esposa a través de palabras, acciones o negligencia, la pereza solamente prolongará el sufrimiento y las tribulaciones que sufres.

 

A pesar de las dificultades, está prohibido perder la esperanza. Hashem ciertamente te tendrá compasión. Si te mantienes fuerte y miras la vida a través de los lentes de la emuná, verás que todas tus luchas, desafíos, dificultades y contratiempos son en realidad una bendición disfrazada. Cuanto antes aceptemos que no hay nada en la forma en la que Hashem dirige el mundo que esté mal, más pronto verás los milagros.

 

Con bendiciones para la paz marital y la redención total de nuestro pueblo, Yehuda Hilel Gerlitz

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