El mejor consejo – Reé

"Una bendición y una maldición" (Devarim 11:26).

La Torá le presenta a cada individuo una opción clara: Cumplir los mandamientos de la Torá y ganar bendiciones ilimitadas, o transgredir y sufrir las consecuencias, Dios no lo permita. Hashem le da a la persona libre albedrío para hacer lo que quiera; y por eso, sólo podemos culparnos a nosotros mismos por el resultado de nuestras acciones.

A menudo, no sabemos cuál es la mejor opción, así que buscamos consejo. Rabi Najman de Breslev advierte (Likutei Etzot, "Consejos", a), "Todo el mundo tiene ideas sobre la forma de vivir. Pero en lo que respecta a las masas, sus ideas son todas malas y ruinosas. Y más aún, asegúrate de ignorar cualquier guía ofrecida por gente malvada. Ellos son los enemigos de la verdad y, por lo tanto, hay que mantenerse bien alejado de ellos, pues son la fuente de todo lo corrupto y nocivo. Lo único que tienen para ofrecer es el consejo de la serpiente primordial, que es la antítesis de la Santa Alianza.

Cualquiera que lo siga se cubrirá de inmundicia. Se alejará de la verdad, de la fe y de la oración, y no podrá llegar a la Tierra de Israel. No tengas nada que ver con sus ideas. Aférrate a los verdaderos tzadikim y a los que siguen sus caminos. Su guía es la "semilla de la verdad". A través de ella podrás observar la Alianza en pureza. Alcanzarás la bondad, la verdad, la fe y la oración y serás digno de llegar a la Tierra de Israel".

A menudo parecería que muchas personas nos dicen lo que tenemos que hacer. Cuando no sabemos en qué dirección encaminarnos, lo único que tenemos que hacer es recordar el consejo anterior de Rabi Najman y escuchar a los verdaderos tzadikim. Incluso el consejo de aparentes "expertos", como un psiquiatra o un abogado, será perjudicial si el propio "experto" está alejado de la Torá y la santidad.

Por suerte, tenemos al tzadik que se aferra a la verdad para que nos aconseje. El verdadero tzadik nos muestra el camino para aferrarnos a Hashem y a Su Torá, asegurándonos así una vida de bendiciones. Con la ayuda de Hashem, el verdadero tzadik llevará a quienes sigan su consejo de la mano a saludar a Moshiach Tzidkenu en una Jerusalén reconstruida, pronto y en nuestro tiempo, amén.