La otra cara de Sodoma

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Shulamit Ben Horin

Posteado en 01.11.21

Cuando se trata de traducir el hebreo a otros idiomas, muchas cosas se pierden en la traducción. Sodoma encabeza la lista. La palabra “sodomía” en español se asocia con una abominación. Como resultado, relacionamos principalmente a Sodoma con este estilo de vida. 

Estamos pasando por alto de qué manera Sodoma y Gomorra impusieron un código “moral” que resulta ser el máximo ejemplo de la cruel falta de preocupación por el bienestar de los demás. La ausencia total de justicia, y la prohibición de hacer caridad.

En lugar de igualar la depravación física con Sodoma, deberíamos hablar de un sistema legal plagado de injusticias como Sodoma.

En estos últimos dos años, tanto New York como California promulgaron leyes que no imponen fianza, lo que les permite a los delincuentes cometer delitos graves sin pasar por la cárcel. Los hurtos menores de 1.000 dólares se redujeron de delito grave a delito menor, por lo que cualquiera puede vaciar la estantería de un WalMart sin tener que dar cuenta de nada.

Un amigo mío es dueño de dos farmacias. Resulta que, en un robo, él atrapó a un ladrón y realizó un arresto ciudadano. Vino la policía. Le dijeron que podían detener a ese hombre, pero que volvería a la calle en tres horas.

Entonces ¿cómo puede un hombre honesto administrar un pequeño negocio?

Obviamente, estos matones no Le tienen miedo a Hashem. Si lo hicieran, cumplirían el mandamiento universal de no robar.

Otro mandamiento entre las leyes universales que Hashem hace cumplir a toda la humanidad son los tribunales justos y equitativos. Si los ladrones pueden robar a las familias sin consecuencias, los tribunales, como los de Sodoma, son institucionalmente corruptos.

Cuando los ladrones entran en las tiendas con bolsas, y las llenan con la mercancía de la tienda, el misterio de por qué están las estanterías vacías en América se ha resuelto.

Lo mismo ocurría en Sodoma: El Talmud relata (Sanhedrin 109a) “Si una persona tenía hileras de ladrillos, los sodomitas venían y cada uno tomaba un ladrillo, diciendo: “He tomado sólo uno”. Si una persona extendía ajos o cebollas para que se secaran, cada uno venía y tomaba uno, diciendo: “He tomado sólo uno”.

Sodoma llega a casa

Parecería que Sodoma está hoy en día en todas partes. Aquí en Israel, nuestro corte suprema falla rutinariamente a favor del mal.

En Sodoma, los jueces malvados gobernaron así: “Había cuatro jueces en Sodoma: Shakrai, Shakrurai, Zayafi y Matzlei Dina. Si un hombre agredía a la mujer de su prójimo y le provocaba un aborto, le decían al marido: Dale tu mujer al agresor, para que te la deje embarazada’. Si uno cortaba la oreja del burro de su vecino, le ordenaban: ‘Dáselo hasta que vuelva a crecer’. Si uno hería a su vecino, le decían a la víctima: ‘Págale una cuota por hacerte sangrar“. (Talmud, Sanedrín 109b)

Cuando los árabes se amotinan y golpean a los judíos, reciben una bofetada en la muñeca. Cuando queman nuestros bosques y destruyen propiedades judías, no reciben ningún castigo.

En Israel, una pequeña niña judía fue agredida por un beduino mientras dormía en su habitación. El sistema judicial israelí no hizo nada para castigarlo, alegando su “discapacidad mental”. Del mismo modo, esta semana la mayoría se enteró del triste caso en EE.UU. en el que una jovencita de escuela secundaria fue atacada sexualmente en el baño de mujeres porque un hombre que se identifica como mujer estaba allí y la agredió. Y cuando su padre fue a protestar por esta práctica ante el consejo escolar, fue golpeado y detenido por la policía.

Baruj Hashem, nos diferenciamos de Sodoma en dos aspectos importantes: Tzedaka y bondad.

Los sodomitas eran crueles, “Plotit, hija de Lot, estaba casada con uno de los principales ciudadanos de Sodoma. Un día ella vio a un mendigo hambriento en la calle, y su alma se entristeció por él. ¿Qué hizo? Todos los días, cuando iba a sacar agua del pozo, tomaba un poco de comida de su casa en su cántaro y alimentaba al mendigo. La gente de Sodoma se preguntaba: “Este mendigo, ¿cómo es que sobrevive?”. Finalmente el asunto se dio a conocer y sacaron a Plotit para quemarla, y sus gritos se elevaron hasta el trono Divino (Pirkei de Rabí Eliezer, cap. 25)”

En América, Europa e Israel se considera noble dar a los pobres. Tanto en Israel como en Occidente, el dinero dado a la caridad está exento de impuestos. Si das dinero por el que ya has pagado impuestos, el gobierno te devolverá el dinero. Esto anima activamente a la gente a dar.

La bondad tampoco se castiga. No hay leyes ni normas culturales que prohíban darles hospedamiento a personas en tu casa para comer o dormir.

Parshat Vaiera comienza con el tzadik Abraham invitando a huéspedes a su casa. Continúa con Hashem decretando la aniquilación de los malvados de Sodoma y Gomorra.

El hecho de que todos sigamos promoviendo algunas normas de nuestro Patriarca Avbaham puede ser un mérito nuestro cuando Hashem mire a nuestra generación.

Aquí vemos que mientras Sodoma es comúnmente conocida por su depravación física, era igualmente malvada cuando se trataba de leyes justas y de tratar a la gente amablemente.

Hashem aborrece las abominaciones sexuales. Estos actos malvados corrompen el mismo aire que la gente respira y la sociedad en su conjunto se pone patas arriba.

La injusticia se convierte en la nueva justicia y el mal en el nuevo bien.

Sodoma se está tragando al mundo. El único consuelo es que la redención es inminente. Pero ¿quién será redimido? A cada momento, Ha Kadosh Baruj Hu nos da la opción de decidir.

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