El viaje a Uman

“Con Hashem, uno puede cruzar el Mar Rojo, pero sin Hashem, ¡uno no puede ni siquiera cruzar el umbral de su casa!”.

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 08.11.21

Hace poco vino a verme un hombre que quería viajar a Uman, a la tumba de Rabí Najman de Breslev, y me dijo: “Rabino, yo quiero viajar a Uman, pero tengo orden de prohibición de salida del país y además no tengo un centavo”. Le pregunté: “¿Pero tú quieres?” y él me respondió: “¡Sí, seguro que quiero!”. Le dije: “¡Ve a hacer seis horas de hitbodedut y vas a ver que vas a viajar!”. Él no podía creerlo: “¡¿Voy a viajar?!”. Le repetí. “¡Vas a viajar – cien por ciento!”.

 

Durante seis horas enteras este hombre se paró ante Hashem y Le pidió: “¡Amo del universo! ¡Dame el mérito de cumplir con tu voluntad! Tú quieres que yo viaje a Uman, ¿no es cierto? ¡Eso fue lo que nos ordenó Rabí Najman! Rabí Najman dijo: ‘Que no falte nadie’. ¡Por favor, Dios mío, tenme compasión!”. Seis horas él pidió y pidió y al final alguien le dio de regalo la suma que le hacía falta y de repente le cancelaron la orden de prohibición de salida del país. Viajó a Uman y volvió y está muy contento…

 

¡Esto es así como lo cuento! ¡De repente desaparecieron todos los obstáculos! Además, la rectificación que logró fue muchísimo más grande que si hubiera viajado a Uman sin las seis horas de hitbodedut.

 

En el momento en que la persona llega a Uman impulsada por su gran anhelo, es algo completamente distinto a aquel que llega así nomás, sin haberlo deseado con todo su corazón. ¡Recuerdo cómo viajábamos antes a Uman! Nunca voy a olvidar todas las plegarias que hice. No puedo siquiera contar cuántas plegarias hice para poder llegar a Uman. En esa época no se podía llegar a Uman con pasaporte israelí porque todavía no había relaciones diplomáticas entre Israel y Rusia. ¡Cuántas plegarias hice! Pero al final, gracias a Dios, pude llegar…

 

Tal como lo expresó uno de los grandes sabios de Israel: “Con Hashem, uno puede cruzar el Mar Rojo, pero sin Hashem, ¡uno no puede ni siquiera cruzar el umbral de su casa!”.

 

Cada uno de nosotros puede, si tiene verdadera emuná, lograr todo lo que quiera hablando con Hashem y no existe ninguna restricción para lo que se puede obtener. Porque por medio de la plegaria podemos alcanzar todo lo que deseemos y modificar las leyes de la naturaleza. Así como Hashem es Todopoderoso, así también todo el que se dirige a Él puede lograrlo todo. Incluso a la persona más vil y más alejada de Él, el Creador la escucha, la ve, la protege, quiere lo mejor para ella y siempre está dispuesto a ayudarla. Apenas la persona se dirige a Él con emuná, conectándose con Él con sus propias palabras, con simpleza, puede lograr todo lo que desee y suplir todas sus carencias.

Enseña Rabí Natan de Breslev: “Allí donde veo una carencia, o bien no oraron lo suficiente o no oraron en absoluto”. O sea que si la persona ora suficientes plegarias, entonces puede obtener todo lo que desee. ¿Cómo se entiende esto? Así: cuando el único objetivo de la persona es conocer al Creador y conectarse con Él, entonces todas las plegarias que ora son eficaces y uno obtiene todo lo que desea. Esta es una ley espiritual, igual que las leyes de la naturaleza que todos conocemos. Lo que ocurre es que hay cosas que requieren una cierta cantidad de plegarias y hay otras que requieren menos, pero uno siempre puede obtener lo que desee si ora lo suficiente.

 

 

 

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