Enfoque sagrado – Vaishlaj

Nosotros también estamos inmersos en una lucha de por vida con nuestras propias Malas Inclinaciones. ¿Qué podemos hacer para vencerlas?

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Dennis Rosen

Posteado en 14.11.21

En la Parasha Vaishlach, Yaakov entabla una lucha titánica contra un ángel y sale victorioso. Los comentarios dicen que el ángel representa su Mala Inclinación. Y, de hecho, nosotros también estamos inmersos en una lucha de por vida con nuestras propias Malas Inclinaciones. ¿Qué podemos hacer para vencerlas? Una estrategia clave la presenta el rey David en el Salmo 16 cuando afirma: “He puesto a Hashem siempre delante de mí; porque está a mi diestra, no vacilaré”.

 

El Rabino Shimshon Rafael Hirsch rastrea la raíz de la palabra hebrea “he puesto”, que significa “allanar” o “nivelar”. David declara que ha nivelado cualquier obstrucción a su visión clara y recta de la presencia de Hashem.

 

Nuestros sabios dicen que la persona peca sólo cuando se ve envuelta por un espíritu de insensatez. El Rabino Shalom Arush dice que esto es olvidarnos de la presencia de Hashem.

 

El rey David dice: “No vacilaré”. Según el Metzudá, David dice esto porque “nunca dejo de concentrar mis pensamientos en Hashem. Él, a su vez, nunca me abandona y siempre está a mi diestra, asegurándome que Su apoyo evitará toda caída”.

 

Esta es una estrategia poderosa y comprobada y, sin embargo, es cualquier cosa, menos fácil. A lo largo del día, tendemos a distraernos con las cosas que suceden a nuestro alrededor o nos sumergimos tanto en nuestras tareas diarias que nos olvidamos de pensar en Hashem. ¿Qué técnicas podemos utilizar para asegurarnos de que Hashem permanezca en nuestra pantalla de radar?

 

Hice esta pregunta a los invitados a nuestra mesa de Shabbat y aquí están algunas de las sugerencias:

 

1.     Poner una alarma en tu celular que suene periódicamente durante el día para recordarte que debes pensar en Hashem y hablar con Él.

2.     Tomarnos el tiempo para agradecerle a Hashem a lo largo del día por las cosas que de otro modo podríamos dar por sentado

3.     Reservar momentos para la reflexión y la contemplación.

4.     No se trata de lo que piensas, sino de cómo piensas en esas cosas. Vale decir, necesitamos traer a Hashem a cada experiencia y reconocer que todo lo que está sucediendo proviene de Él y no es una ocurrencia al azar. Necesitamos conectar lo que estamos haciendo con nuestro servicio a Hashem. También debemos contemplar el mensaje de cada experiencia.

5.     Rezar una plegaria a Hashem antes de emprender cualquier tarea, ya sea grande o pequeña, y luego agradecerle los resultados, sean los que sean.

 

Cada una de estas técnicas parece muy prometedora. Todas tienen en común la necesidad de detenerse y pensar. Tomarse tiempo para pensar y agradecer es de suma importancia. Estamos tan atrapados en lo urgente que a menudo dejamos de centrarnos en lo verdaderamente importante, que es nuestra relación con Hashem.

 

Irónicamente, he descubierto que el momento del rezo es un momento en el que frecuentemente me distraigo de pensar en Hashem. Después de charlar del tema con otros, me di cuenta de que no soy el único. Y no me sorprende. El poder del rezo es tan grande que la Mala Inclinación hace un esfuerzo extra para hacernos tropezar y descarrilar nuestro tren de pensamiento.

 

Periódicamente, durante mis rezos, me tomo unos segundos para cerrar los ojos, reflexionar y recordarme a mí mismo que estoy frente a Hashem. Trato de hacerlo a intervalos fijos y según sea necesario cuando me sorprendo a mí mismo a la deriva durante un servicio de rezos. He empezado a poner notas adhesivas amarillas en dos lugares diferentes del siddur para que sirvan de recordatorio. Cada tanto cambio la ubicación de las notas antes de cada servicio para evitar que esto se convierta en un ejercicio mecánico y rutinario. Hasta ahora, esta técnica me ha servido para retomar el camino. Incluso si vuelves a concentrarte sólo unos segundos, es extremadamente valioso, ya que cada momento de plegaria enfocada tiene un valor infinito.

 

Cada uno de nosotros necesita desarrollar su propia estrategia personalizada para hacer que la presencia de Hashem sea cercana y personal. Si nos tomamos el tiempo para concentrarnos y volver a poner en marcha nuestro tren de pensamientos, lograremos mantener a Hashem dentro de nuestro radar.

 

Tal vez no tengamos tanto éxito como el Rey David, que siempre logró mantener a Hashem frente a él. Sin embargo, al tenerlo en nuestros corazones y en nuestras mentes un mayor porcentaje del tiempo, eso nos ayudará mucho en nuestra lucha de toda la vida contra la Mala Inclinación. Además, tendremos una relación más cercana y satisfactoria con nuestro Padre y Rey.

 

 

 

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