El derrame cerebral

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 29.11.21

Un señor de sesenta y pico de años, que es un hombre completamente alejado de la Torá y los preceptos, sufrió, Dios nos libre y guarde, un derrame cerebral a causa del cual se quedó ciego. Mientras se encontraba en grave estado, le embargaron todos sus bienes, amenazando con dejarlo sin nada, y para colmo lo que le iban a dar ni siquiera le iba a alcanzar para pagar todas las deudas que tenía.

El pobre hombre cayó en un pozo depresivo y se encontraba en una situación desesperante. Pero el Creador le tuvo compasión y uno de mis alumnos, al verlo en semejante estado, le dio el CD “Deja de Lloriquear”, y él empezó a escucharlo. Lo escuchó una vez, y después lo escuchó otra vez, y otra vez más y después también empezó a cantar un poquito la canción que yo canto en esa clase y finalmente empezó a darle las gracias al Creador y así fue como empezó a escuchar el CD todo el tiempo y entonces verdaderamente empezó a alegrarse y a dar las gracias por el sufrimiento y así continuó varias horas sin interrupción.

Tras varias horas cantando y bailando, de repente se puso a llorar, pidiéndole al Creador que lo perdonara y que se apiadara de él y empezó a decirle que Le daba las gracias por todo, pero que por favor lo ayudara a salir de esa terrible situación. El Creador oyó sus plegarias y le hizo un milagro… ¡y el hombre se curó de su ceguera! Y como si eso fuera poco, fue a verlo una persona que le dio de regalo toda la suma de dinero que necesitaba para cubrir todas sus deudas. No olvidemos que se trata de un hombre que estaba completamente alejado de la Torá y de los preceptos, y que jamás en su vida se le había pasado por la cabeza el concepto de “teshuva-arrepentimiento”. Esto nos demuestra el increíble poder que tiene el agradecimiento que se expresa desde lo más profundo del corazón.

Esto es una lección para todos aquellos que tienen experiencia con todo tipo de dificultades, como la falta de sustento, problemas conyugales o simplemente conflictos consigo mismo, que enseguida piensan: “¿Por qué me pasa esto? ¿Será que Hashem me odia? ¿Por qué a mí siempre todo me resulta tan difícil? ¡Si yo me paso el día rezando! ¿Qué fue lo que hice mal?”. Por eso la Torá nos enseña que lo principal es la emuná.

Todos nosotros pasamos por pruebas en la vida y la única forma de enfrentarlas es con emuná. Ve a hablar con Hashem, cuéntale todo lo que te duele. Retorna a él. Y si no retornas, no es que Hashem te esté castigando, sino que tú te estás castigando a ti mismo. Estás metiendo la mano en el fuego. La naturaleza actúa de acuerdo con la santa Torá. La persona que peca sufre un daño.

El tema de las pruebas de la vida da mucho que hablar. El libro En el Jardín de la Fe está lleno de explicaciones acerca de las pruebas y los desafíos que enfrentamos a diario. Siempre debes recordar que si te aferras a la emuná, cada prueba y cada desafío no harán más que fortalecerte. ¿Cómo? Hablando con Hashem y dándole las gracias por todo. Solamente aférrate a la emuná y entonces vas a ver que son todos desafíos con que Hashem te pone a prueba a fin de elevarte y fortalecerte.

Ese es el significado de la canción que siempre cantamos en las clases: “No entiendo nada, no entiendo nada. Sólo sé y tengo fe que todo es para bien”. A pesar de que todo parece ser terrible, yo creo y tengo emuná en que todo es para bien.

El ser humano es muy limitado y solamente ve lo que puede ver un ser de carne y hueso, y por eso solamente ve que, según su lógica, X cosa es algo malo. Por el contrario, Hashem ve una imagen completamente distinta. Él ve el pasado, el presente y el futuro y una infinidad de combinaciones que están muchísimo más allá del entendimiento del mero mortal. Él ve toda clase de planes y procesos en los cuales es perfectamente claro que todo lo “malo” en realidad sí es para bien y que de ese “malo” va a surgir algo muy bueno. Cuando uno está pasando por una prueba, no puede pretender entender siquiera mínimamente cómo es que eso es bueno. Lo único que puede hacer es confiar únicamente en la emuná y entonces podrá agradecer y alabar a Hashem en cada situación y de esa manera mitigará los juicios estrictos y merecerá ver con sus propios ojos la salvación que tanto anhela.

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1. Moshe Prudencio

12/01/2021

Muy cierto Ashem nunca nos habandona nosotros somos los que fallamos y después sufrimos las consecuencias

2. German Rene Rosado Triviño

12/01/2021

Baruch Hashem..!
Muy precisas sus palabras un mensaje tan especial que llega muy adentro del alma Gracias por dar la luz a tanta oscuridad es verdad todo esta en las manos de nuestro padre en su voluntad y en el examen verdadero para regresar a EL

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