Mashíaj Ben Yosef – Vaieji

Yosef les dijo a sus hermanos: “Estoy a punto de morir y Dios se acordará de ustedes (pakod ifkod) y los hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Avraham, a Itzjak y a Yaakov” (Bereshit 50:24)

Según la tradición, el exilio egipcio no tenía que equivaler a la esclavitud egipcia. Habría bastado con ir allí y someterse a cualquier otra forma de rectificación. Cuando los hermanos aún no habían logrado elevarse al nivel de claridad espiritual como lo había hecho Yosef, el calor de la esclavitud egipcia tuvo que ser elevado para intensificar el refinamiento espiritual de las Doce Tribus.

Por eso, Yosef lloró al final de la parashá, cuando los hermanos se acercaron a él con recelo y preocupación. Al ver que aún no habían captado perfectamente el mensaje de la Providencia Divina, él sabía lo que les esperaba a sus hermanos y descendientes. Por eso terminó su vida con una promesa de redención, pero no sólo para sus descendientes inmediatos, sino para todos sus descendientes hasta la mismísima Redención Final.

Así, sus palabras “pakod ifkod” -Dios se acordará de ustedes- no sólo fueron sus palabras de despedida, sino las mismas que Moshe Rabbeinu utilizó más tarde para anunciar la redención que Yosef había predicho (Midrash HaGadol 50:24). Esta fue una forma de asegurar que el pueblo judío supiera que todo lo que había sucedido en la vida de Yosef y lo que sucedería en la vida del futuro redentor, era parte del plan maestro, el plan maestro de Dios.

¿De qué futuro redentor se está hablando? El primero que los sacaría de Egipto, Moshé Rabenu. Y si ese redentor no fue el definitivo, entonces aquel que será el definitivo una vez que la Redención Final esté realmente cerca.

Quién sabe, tal vez este sea realmente el significado de “Mashíaj ben Yosef”. Tal vez el Mashíaj que es un “hijo” de Yosef es sólo el redentor que termina el proceso que el mismo Yosef comenzó hace varios milenios. Si es así, tal vez podamos añadir un giro interesante a toda la idea de por qué Mashíaj ben Yosef morirá en batalla antes de la llegada del Mashíaj final, el Mashíaj ben David.

Porque, tal como enseñan el Arizal y el Maharal, morir es un concepto relativo. El concepto de “morir” también se utiliza para describir la transformación de una realidad a otra, como un niño que evoluciona hacia la adolescencia. En tal caso, se dice que la infancia ha “muerto” mientras se dice que ha nacido la etapa de la adolescencia. Si “Mashíaj ben Yosef” es el proceso de redención, entonces eventualmente, especialmente en el Fin de los Días, tendrá que dar paso a un concepto más definitivo: Mashíaj ben Dovid, del que se dice que tiene el alma del propio Moshe Rabenu.