La importancia de un buen comienzo – Bo

“Santifica para mí a cada primogénito…” (Shemot 13:2)

Hasta el día de hoy, incluso después de la destrucción de nuestro Santo Templo, se nos exige santificar no sólo a nuestros hijos primogénitos, sino también a nuestro ganado primogénito. La conexión entre el primogénito y su santificación conlleva un mensaje subyacente que subraya la importancia de un buen comienzo.

Rabi Najman de Breslev escribe: “El comienzo es lo principal, porque todos los comienzos son difíciles… el funcionamiento de una persona va de acuerdo con el poder y el entusiasmo que invirtió al comienzo… por lo tanto, la persona siempre debe hacer un nuevo comienzo, porque el antiguo comienzo tal vez no haya sido tan bueno como debería haber sido, y todo va de acuerdo con el comienzo” (Likutei Moharan I, 62:5).

Algunas personas, racionalizando y/o disculpándose por una falta en su servicio a Hashem, andan con la cara larga, deprimidos y desanimados, diciendo: “¿Qué quieres de mí? ¿Acaso nací como hijo o hija de un Rebe o un Rosh Yeshiva? Nunca tuve la oportunidad de estudiar la Torá o la Halajá correctamente, y a un perro viejo no se le puede enseñar a trucos nuevos”.

Todo estudiante del pensamiento de Breslev debería oponerse vehementemente a esta forma de pensar. Rabi Najman le da un brillante rayo de esperanza y aliento a todo aquel que no haya podido tener un comienzo ideal en la vida o no haya podido tener éxito en algún empeño particular cuando dice: “¡La persona siempre debe hacer un nuevo comienzo!” El resultado de enseñanza tan sencilla y a la vez tan monumental es que no hay motivo para la desesperación, ¡nunca! En cualquier momento, uno puede trazar la línea y decir que el pasado ya no es una preocupación – “¡A partir de este momento, declaro un nuevo comienzo!”.

Rabi Najman practicaba exactamente lo que predicaba. Rabi Natan escribe (Shivjei HaRan, 6), que Rabi Najman acostumbraba a empezar de nuevo constantemente. “Cuando caía de su nivel particular, no se daba por vencido. Simplemente decía: ‘Comenzaré a dedicarme a Hashem y esta es la primera vez’. Esto sucedía una y otra vez y cada vez volvía a empezar. A menudo comenzaba de nuevo muchas veces en un solo día. Porque incluso en el transcurso de un día había muchas veces en que se alejaba de su alto nivel de devoción. Pero cada vez volvía a empezar, sin importar cuántas veces sucediera, incluso en un solo día”.

La mitzvá de teshuva, el retorno a Hashem, es la garantía escrita de Hashem de que un nuevo comienzo no sólo es efectivo, sino que es incluso mejor que el antiguo comienzo. Esta ley de la espiritualidad también se aplica al mundo físico: la pieza de metal soldada es más fuerte que la pieza de metal original, un nuevo crecimiento de un árbol es más vital que el antiguo, y así sucesivamente.

Muchos de nosotros nos desanimamos y nos deprimimos de vez en cuando a causa de los reveses de la vida. Rabi Najman nos promete que lo único que tenemos que hacer es declarar un nuevo comienzo, y empezar de nuevo con mayor fe y entusiasmo. El nuevo comienzo es uno de los mayores regalos que Hashem le ha dado a la humanidad. Siempre que queramos, podemos mejorar nuestras vidas declarando un nuevo comienzo y eligiendo un nuevo camino -el camino de la teshuva y la emuná- que garantiza maravillosas recompensas en este mundo y en el siguiente. Que todos merezcamos servir a Hashem con nuevos comienzos siempre. Amén.