De Patólogo Militar a Guía Espiritual

Por primera vez, en esta conversación especial, el Rabino Shalom Arush shlit"a cuenta su historia personal, sobre su camino hacia el Judaísmo...

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Aaron Kaliger y Yonatan Feldman

Posteado en 06.04.21

Por primera vez, en esta conversación especial, el Rabino Shalom Arush shlit"a cuenta su historia personal, sobre su camino hacia el Judaísmo, su servicio militar en la fuerza aérea en la selecta unidad militar 669, las prácticas en el Instituto de Medicina Jurídica que incluyeron docenas de autopsias, la crisis que llegó con los funerales de algunos de sus buenos amigos muertos en un accidente de helicóptero, y sobre la charla con el Rabino Eliezer Berland shlit"a en una oscura huerta a altas horas de la noche, que cambió su vida.
 
En el pasaje que lleva a la Yeshivá "Jut Shel Jesed" en la calle Shmuel Hanaví de Jerusalén, vemos una fila de estudiantes, Jasidím (seguidores) de Breslev, esperando para entrar al despacho del director de la Yeshivá, el Rabino Shalom Arush shlit"a. El despacho sale del salón de la sinagoga de la Yeshivá, donde se encuentran parte de los que esperan estudiando hasta que llegue su turno. Rabi Yosef Nejama, uno de los fieles ayudantes del Rabino, está parado junto a la puerta y hace entrar uno tras otro a los estudiantes. También nosotros nos sentamos a un lado, leemos el "Tikún Haklalí" y esperamos nuestro turno. Solo después de recorrer un poco el edificio, entenderemos la fuerza de la revolución que está haciendo el Rabino Arush en el último decenio. desde el piso superior descubrimos que la sinagoga que se encuentra en el piso de abajo, sirve de acceso a la casa de estudios. Cientos de estudiantes casados están sentados allí cada día ocupados en la Torá, y en contra de la imagen asociada con algunos "Baalei Teshuvá" (personas que retornaron a la vida de la Torá) de Breslev, los alumnos del Rabino Arush estudian muy seriamente la Guemará, Halajá y Leyes Rabínicas y parte de ellos se preparan para obtener el título de rabino, mientras invierten sus días en esforzados estudios.
 
Llegamos a la Yeshivá para descubrir el secreto del éxito. Cómo logró el Rabino Arush, un Baal Teshuvá de Petaj Tikva de los años setenta, atraer tras él a tantos, acercarlos al Judaísmo y rodearse de comunidades de miles de familias de todo el mundo que pertenecen a las instituciones de "Jut Shel Jesed" . los diez libros del Rabino Arush están distribuidos por todo el mundo, varios de ellos han sido traducidos a seis idiomas. Hasta hoy han sido distribuidas 600.000 copias de su libro "En el jardín de la fe" en todo el mundo y 3 millones de CD's con sus lecciones. El libro está traducido al inglés, francés y ruso, y ahora se está traduciendo al alemán, idish y español.
 
El proyecto de difusión no termina allí. Todos los días salen alumnos suyos por todo el país a distribuir la consigna – fe y alegría. Le llegan muchas cartas de todo el mundo, también de no judíos que abandonaron la adoración a ídolos y comenzaron a creer en el Creador – pero él no está saciado. Tratamos de averiguar sobre este asunto con los estudiantes, las personas cercanas al rabino, y la Jasidut Breslev, pero nadie pudo dar una respuesta concreta a la pregunta – cual es el secreto del éxito.
 
Cuando llega nuestro turno y entramos al cuarto del rabino, un aura de sobrecogimiento nos envuelve. El rabino está sentado ocupado en el "Likutey Moharán". Y cuando nos ve entrar, la primera cosa que nos llama la atención en él, es su sonrisa. Esa es quizá una sonrisa en el rostro pero llega de muy profundo de su corazón y de la que no puedes dejar de quedar atrapado. La fe le arde en los ojos, la mirada cariñosa parece que te abrazara y su característica inocencia transpone fronteras. Modales de honra y honores no se conocen en este edificio, que se dedicaba hasta no hace mucho a Juzgado Nacional de Trabajo.
 

Esa es quizá una sonrisa en el rostro pero llega de muy profundo de su corazón…

 
 
También en la pequeña placa colgada en la pared junto a la silla del rabino, quizá un regalo de sus discípulos, está escrito: "Oficina del ministro de la sonrisa". Y de pronto todo está claro. Su humor, la sensación que no todo es pesado, amargo y que la vida en el Judaísmo es la cosa mas alegre que puede haber. Después de haber entendido esto, imposible no enternecerse con la personalidad del Rabino Arush. Con una sola sonrisa en su rostro ves todo el significado de la vida de Torá y Jasidut, del acercamiento al Creador y la fe.
 
Su Yeshiva "Jut Shel Jesed" no hay quién no conozca. Todos saben de sus muchas actividades para el retorno al Judaísmo por las que su Yeshivá trabaja. Pero casi nadie sabe la historia personal del rabino. De su propio retorno al judaísmo, su vida anterior al retorno, y la experiencia primera dentro de él. También para entrevistarlo fuimos rechazados varias veces, especialmente por el poco tiempo libre del rabino. Solo cuando se convenció que la realización de la entrevista permitiría santificar el nombre de Di-s, aceptó humildemente recibirnos y exponer su vida al público, cuyos detalles no conocen incluso los alumnos mas antiguos.
 
Abandono de la casa paterna
 
Doce años tenía el joven Shalom, descendiente de una antigua familia de judíos marroquíes cuando llegó a Israel. "Mis padres eran judíos rigurosos. Vivíamos en la ciudad Bnei Malal en Marruecos, ciudad de justos y escritores, entre ellos el Rabino Majluf Abujatzera, y crecimos en una casa que estaba al servicio de Di-s. Yo recuerdo todo de Marruecos, donde viví hasta casi la edad de Bar Mitzvá. Estudié en la escuela judía "Alliance", por las noches íbamos al curso "Amigos del idioma", donde estudiábamos un poco de hebreo. Pero aunque no estábamos obligados a estos estudios, yo era un niño piadoso. La casa que levantaron mis padres era una casa de Torá y devota. Durante el verano viajábamos a la casa de los tíos en Casablanca, visitábamos las tumbas de los Justos, y durante la Mimuna visitábamos la tumba del Rabino Shlomo Amar. Su tumba estaba sobre una colina, y desde allí veía a toda la gente que subía la colina para postergarse junto a su tumba. Después íbamos a la playa de Casablanca a divertirnos con los primos. Entre los judíos marroquíes existe la creencia en los Justos en forma muy fuerte. Incluso los "no creyentes" respetan a los estudiosos de la Torá y llegan a prosternarse junto a sus tumbas. Se ve esto hasta el día de hoy".
 
También cuando llegó la familia Arush a Israel siguió siendo una familia religiosa, y los padres intentaron mandar a sus hijos a establecimientos religiosos ortodoxos, pero la realidad les golpeó duramente. "Llegamos a Petaj Tikva, pero mis padres no encontraron una escuela apropiada para nosotros, solo una escuela religiosa nacional, en toda esa zona no conocían otro tipo de escuela, y los religiosos mandaban a sus hijos a este colegio. El problema era que los estudios eran con niños y niñas juntos. En el momento que los estudios son en conjunto – esto es el principio de caída espiritual, esto demuestra que verdaderas son las palabras de la Torá. La escuela secundaria ya cursé en una escuela laica, y mi padre lloraba cada sábado al comprender que no podía dirigir a sus hijos por su camino. Mi madre trataba de consolarlo y le decía "estos son nuestros hijos, que el Creador los cuide y recemos para que retornen al camino de la Torá".
 
Solo cuando comencé a acercarme a la religión y pedí a mi padre un par de Tefilín, me contó cómo cada día rogaba con lágrimas tener un hijo devoto y estudiante de la Torá. No hablaba por hablar, el verdaderamente lloraba, lágrimas verdaderas cuando cada sábado veía que íbamos al mar, en lugar de estar con la familia en la mesa de Shabat. Solo mi madre conseguía fortalecerlo. Ella le decía "no les digas nada, no los detengas. Esto son nuestros hijos y todo lo que nos queda por hacer es rezar para que retornen al buen camino". Y en verdad así fue, ellos no nos molestaron. Mi padre se lamentaba en silencio y no sabía que hacer. Nueve hermanos éramos, mi hermano mayor ya estaba casado, y era maestro todavía en Maruecos. El llegó a Israel antes que nosotros y siguió siendo religioso, pero no los otros hermanos y hermanas.
 
Hoy cuando recuerdo mi infancia comprendo las lágrimas de mi padre. Yo recuerdo que a mi edad de Bar Mitzvá, era un verdadero justo. Rezaba fervientemente con lágrimas, pero cuando entré en la escuela religiosa nacional, todo quedó rápidamente atrás. Después de la escuela secundaria, en los años 70, me incorporé al ejército. Serví en varias divisiones y al final llegué a ser asistente médico en la división de rescate llamada la División 386 que es conocida hoy como División 669 de la Fuerza Aérea".

 El Rabino Arush durante su servicio militar

El servicio militar arrancó el último clavo que todavía mantenía unido al Judaísmo al joven observante Shalom. "Me alejé tanto, comí Jametz en Pesaj, y todo tipo de comidas prohibidas, Di-s nos guarde. No quedó en mí casi nada de Judaísmo. No recuerdo haber cumplido ni un solo Precepto. Lo único que me quedó fue no encender fuego en sábado. Si alguien me convidaba con un cigarrillo yo le decía: ¿cómo en Shabat? Pero esto no me impedía viajar y profanar el sábado de todas las formas posibles. Con en tiempo, también el principio de no fumar dejé y me transformé en un laico completo.

 
Hablar de esta etapa de su vida es dificultoso para el rabino, hace una pausa, bebe un sorbo de agua y continua.
 
En el ejército el rabino sirvió como enfermero aéreo y estuvo envuelto en decenas de maniobras de la Fuerza Aérea, viajes junto al entonces ministro de defensa Moshe Dayan y audaces operaciones durante en la guerra de Yom Kipur, muchas de las cuales no puede dar detalles. En el servicio en la división especial hizo todo tipo de entrenamientos, entre ellos y durante un tiempo no corto sirvió como practicante de patología en el Instituto de Medicina Jurídica de Abu Kabir. "Tuvimos que hacer autopsias para aprender sobre el cuerpo humano, y la relación con la muerte y con los muertos pasó a ser algo diario y me transformó en parte inseparable de la división que se dedicaba a rescatar soldados muertos en medio de situaciones terribles, cuando algunos de ellos estaban en condiciones desastrosas".
 
Después del servicio militar, la primera cosa que más le interesaba como todo exitoso joven laico y egresado de una división especial del ejército, era aprovechar los logros conseguidos en el servicio, en una carrera futura. Programó empezar a estudiar en la Universidad de Tel Aviv contaduría, y un año después de su salida del ejército paso a ser un estudiante más de la universidad. "Pensé en estudiar medicina, pero debido que en la escuela secundaria no tuve notas suficiente altas en humanidades, no pude cumplir mi sueño, porque aquí en Israel se requieren calificaciones altas en todas las materias. En las científicas cómo matemáticas y física tuve mucho éxito y logré altas calificaciones, pero sabía que no eran suficiente para estudiar medicina. Escuché que en Canadá podría con mis calificaciones estudiar medicina, y pensé en viajar y estudiar allá. Pero debe ser que el Creador quiso que fuera de otra manera y los planes no resultaron. Durante mi servicio de reservista fui herido y se complicaron mis planes, entonces comencé a estudiar contaduría.
 
Conversaciones con el Creador
 
Después de un año de estudiar el Rabino Arush contaduría, algo comenzó a cambiar en él. "La primera señal apareció durante el primer año de estudios. Corría el año 1973 cuando en un terrible accidente cayó un helicóptero del ejército en el monte Hermón y varios de mis compañeros de división se mataron. Recibí en la universidad un telegrama avisándome de los funerales de mis amigos, y yo que era un excelente alumno universitario no pensé en el verdadero significado de estos funerales. Tenía auto, largos cabellos y jeans y estaba solo concentrado en mi vida. Programé ir al entierro, pero no pensé en el entierro sino principalmente en mí, encontraré allí a este y a este otro, me entretendré un poco etc. etc. y así fue, llegamos todos los amigos nos encontramos y la pasamos bien.
 
Por supuesto que cuando llegué al funeral hubo una pausa, ya que este era el último camino de los caídos. Pero en el intervalo entre dos funerales viajamos a comer a la ciudad de Yaffo. No hablamos para nada de nuestros amigos muertos, sino que cada uno contó sobre sus actividades. Yo me interesaba en esa época en la pintura surrealista y también pintaba un poco, y como había escuchado de una exposición de pinturas en Tel Aviv, después de la comida fuimos a verla. Cada uno de nosotros estaba solo en lo suyo, y todo eso en el día de los funerales de nuestros mejores compañeros. Al fin de ese día tuve tiempo de estar solo conmigo mismo y pensar en todo lo que pasó. Después de todo tengo un alma judía, y estando solo conmigo mismo, de pronto comprendí lo que hice en este día. Qué es lo que me pasa. Empecé a arrepentirme verdaderamente de lo sucedido. Estas fueron personas que sirvieron conmigo en el ejército durante tres años, ¿qué pasó acá hoy? Solo al separarme del grupo y quedarme solo pude ver desde afuera como nos comportamos.
 
Estaba solo y comencé a pensar en la muerte, que es la muerte, que es estar muerto. Hasta entonces me encontré muchas veces con ella, muchas veces estuve con muertos. Tanto en las prácticas en Abu Kabir cómo en el ejército. Levanté muertos con mis manos, y ahora de pronto pensé en mis amigos y vi todo en otra dimensión. ¿Qué es la muerte?, ¿es el fin de la vida? me pregunté. yo también moriré un día, y si moriré que estoy haciendo acá. Las personas viven por nada, las personas mueren – entonces ¿cual es el sentido de esta vida si la muerte es el fin de todo lo que el hombre hace acá?, ¿cual es el sentido de toda esta carrera? Al final yo seré profesor de matemáticas y entonces moriré ¿y que hice aquí? Seré millonario y moriré, entonces ¿que valor tiene todo?
 
No tengo dudas que la causa directa de estos pensamientos fueron los llantos de mi padre. Estos fueron los que me acercaron y me hicieron retornar a la fe. En realidad mi padre rogaba al Creador y le decía, "Ojalá que por lo menos uno de mis hijos sea un estudioso de la Torá". A veces a lo largo de los días, pensé porque rogaba solo por uno de sus hijos. El debería haber rezado por todos, y hubiera ganado ocho hijos estudiosos de la Torá. Esto debe servir de enseñanza – a veces el hombre no cree en la fuerza de la plegaria – si tu ya rezas, reza por todo.
 
Aquella noche todo se desinfló, todo lo que sabía sobre la vida se desmoronó y de pronto me vino un pensamiento que hasta me avergüenzo de contar. Quizás existe un Creador al Universo y me escucha. Así comencé a hablar con el Creador, sentí que El estaba a mi lado. "Creador del Universo, yo quiero creer en Ti, yo se que no puedo mirarte con ojos corporales, pero yo quiero que realices para mi cosas que me demuestren que eres el Dueño del mundo". Le pedí que me hiciera milagros, no sabía entonces como utilizar este término,"milagro", pero solicité todo tipo de pedidos, incluso pequeños, y todos se cumplieron. Por ejemplo, pedí al Creador que convenza a mi hermano David venir a visitar a nuestra madre. Le dije si tu eres el Dueño de los pensamientos introduce en la cabeza de mi hermano la voluntad de visitar a nuestra madre. O cuando alguien tenía dolor de cabeza y los medicamentos no le ayudaban, me decía, voy a rezar por él al Creador. El es el Dueño y podrá sacarle los dolores. En la universidad antes de exámenes importantes, rezaba y decía "Creador del Universo", no Di-s y no cualquier otro nombre, solo "Creador del Universo" – "Tu seguro sabes cuales serán las preguntas del examen, has que aprenda lo que me van a preguntar. Has que no me ponga nervioso, que entienda las preguntas y conteste las respuestas adecuadas". Y así fue. En economía, materia en que fracasan el 60% de los estudiantes, conseguí notas altas, 96-97, y entendí que alguien me está escuchando.
 
Todavía no llamaba a esto plegaria, pero empecé a pedir cosas. Antes de una comida agradecía al Creador por darme de comer, y antes de dormirme le pedía que me despierte a una hora determinada. Por la mañana me despertaba y veía que lo hacía justo a esa hora, y entonces volvía a agradecerle, "Creador del Universo, gracias por darme vivir un nuevo día". Cómo está escrito sobre nuestro Patriarca Abraham que cumplió la Torá por si mismo, más tarde comprendí que también a mi me pasaba lo mismo. Hice muchas cosas por sentimiento y por acercamiento al Creador, y no porque supiera que así se debían hacer. No cumplía los Preceptos pero hablaba todos los días con El. Le solicité otro pedido – que encuentre una persona o libro que me explique porque creó el Universo. Cual es la finalidad de todo esto. Y tampoco este ruego tardó en realizarse.

  

El Rabino Arush en su juventud, estudiante en la universitad de Tel Aviv

Encontré alguien de Canadá que tenía en sus manos el libro "Likutey Moharan". Me contó que en su casa hacían meditación y si quería podía incorporarme a ellos. Llegué a él para poder ver el libro que llevaba que me había llamado la atención, y he aquí el milagro, lo abrí justo en el lugar donde habla sobre el "Aislamiento" (Hitbodedut) – hablar con el Creador como si fuera un amigo, y al leer esto entiendo perfectamente lo que me pasa, es esto lo que siento en toda esta etapa. Y entiendo que sobre esto justamente habla este libro. Hablar con el Creador como con un buen amigo. Contarle todo lo que me pasa. Este libro fue el primer "rabino" que encontré, pero todavía no había llegado al grado de cumplir los Preceptos. Entendí que en el Judaísmo se habla con el Creador, si es así yo también pertenezco, yo también hablo con el Creador aunque todavía no tenía claro el significado de "ser judío".
 
En el huerto
 
"Di muchas vueltas hasta que llegué al camino de Breslev. Escuché sobre el Rabino Man, una querida persona de Guivat Shaul, que me recibiría cuando quiera, con jeans, con Kipá (solideo) o sin ella y así fue. Fui recibido con amor en su casa y recibí respuesta a todas mis preguntas. Visité también al Rabino Ginzburg, en su casa conocí a un querido judío de nombre Moshe Shvili, un Baal Teshuva, el vio que yo todavía estaba en la búsqueda y me dijo "Te llevaré de un rabino, que aunque llegues en medio de la noche y lo señales con el dedo llamándolo "ven", vendrá a ti y no hará preguntas. Ese era el único ejemplo que tenia para explicarme que era una persona muy humilde.
 
Esa misma noche me llevó a la casa del gran Rabino Eliezer Berland, situada en la calle Rashbam de Bnei Brak. Apenas llegué me sirvieron una copa enorme de bebida. Después me explicaron que todas las visitas reciben una gran copa de bebida al llegar, para que luego no se avergüencen de pedir si quieren beber más. En nuestro primer encuentro, antes mismo de hablar, ya me dijo "Ven viajemos". Viajamos por la ruta Gea camino a Haifa, hasta el cruce Morasha y allí entre enormes huertos de cítricos paramos y nos internamos en la oscuridad. Ahi sentí por vez primera la verdadera Hitbodeduty cual es su significado. Entonces comencé a acercarme al cumplimiento de los Preceptos, comencé a colocarme los Tefilin, observar el sábado y como vivía en la ciudad de Guivatáin, cerca de la casa del Rabino Berland, iba cada tanto a la comida del Shabat en su casa. En un determinado momento el rabino me recomendó ir a estudiar en una Yeshivá, y es lo que hice. Comencé a estudiar en la Yeshivá "Dvar Yerushalaim" en el barrio de Gueúla, tenía todavía los cabellos largos y todavía no cumplía completamente los Preceptos. Fue extraordinario pues hice retornar personas al Creador, las llevé a conocer la fe. Les decía "Hablen con el Creador del Universo, Cuéntenle lo que tienen en el corazón y El les escuchará" mientras yo mismo todavía no cumplía todos los Preceptos.

 

El Rabino Arush en su juventud, al comienzo de su camino a la fe
 

 Un día cerca la Yeshiva Hebrón de Gueúla en Jerusalén, me avergoncé: "¿Hasta que no comprendas no cumplirás con los Preceptos?, ¿tu te crees el mas inteligente del mundo – si comprendes, es verdad, y si no, no?" En ese momento tomé en mis manos el "Código de la Ley Judía" (el Shulján Aruj) y no lo dejé. Iba a rezar con el Rabino Yaakov Mutzafi y todos los días llegaba con una lista de preguntas sobre las Leyes Judías (Halajá). Ese mismo día me corte los cabellos y los transforme en largos Peot. Después me hicieron una proposición matrimonial (Shidúj), asi conoci a mi futura esposa, nos casamos y fuimos a vivir a la colonia (Moshav) "Jazón Yejezkel". En un determinado momento cuando el Rabino Berland abrió una Yeshiva en Bnei Brak, fuimos a vivir allí hasta que vinimos a Jerusalén. Acercaba la gente a la fe, daba clases, y en un determinado momento me pidió el Rabino Berland abrir una Yeshivá. "Toma un edificio y abre una Yeshivá." No entendí lo que me decía y le dije: "Señor rabino, ¿que tengo que ver con la apertura de una Yeshivá?, ¿y todavía ser un director?" Estaba conmigo un joven oficial al que acerqué a la fe y me dijo: "¿Cómo, no escuchas lo que te dice tu rabino? Si el te dice abrir una Yeshivá, eso eso es lo que debes hacer."

El primer lugar de la Yeshivá fue en la sinagoga "Tzufayof", allí daba clases una vez por semana a quince alumnos, después de un año llegó a mí un judío que había heredado una casa en el barrio de Musrara y la donó para la Yeshivá. Al mismo tiempo abrí una sucursal aún mayor, en el barrio de Katamon de Jerusalén. En Musrara ya había ochenta alumnos, estos empezaron a casarse y quisimos que vivan cerca de la Yeshivá. Entonces pasamos las dos sucursales a su edificio fijo en la calle Shmuél Hanaví.

  

El Rabino Shalom Arush y el Rabino Eliezer Berland Shlit´a

El camino corecto para acercar a la gente

Señor rabino, usted recorrió un largo camino en la vida. ¿Cual es su meta suprema en todas sus actividades en "Jut Shel Jesed"?

"Espero el día en el cual todos en el mundo crean en el Creador del Universo y le hablen, que sepan que El existe y que le pueden hablar de cada cosa. Tengo incluso alumnos no judíos que nos contactaron por medio de Internet. Descubrimos que 50% de la gente que llegan a nuestra publicación en el Web son no judíos de todas partes del mundo."

El Rabi Najman está citado en unos de sus libros diciendo, "Cuando el Mesías llegará, todos en el mundo serán jasidím de Breslev". ¿Como usted lo ve materializado?

"Esta es una de las profecías de Rabi Najman que fortaleció mucho mi fe. Cuando el Rabi estaba vivo, el no tenia muchos seguidores, y dijo que llegará un día que casi no quedaran más jasidím de Breslev. Y así fue, hubo épocas en las cuales no se si habían ni diez en todo el mundo. Pero Rabi Najman siguió y dijo que llegará un día, antes la llegada de Mesías, que todos lo extrañarán – y esto lo vemos materializado frente nuestros ojos, como las enseñanzas de Rabi Najman atraen miles de personas de todo el mundo, incluyendo judíos y no judíos que se acercan al Creador y estudian los mensajes que el Rabi trajo al mundo."

  Estudiantes casados están día a día sentados estudiando Torá

¿Como usted se acerca al mundo secular?

"Solo con amor – "Amando a los seres y acercándolos a la Torá". Uno de mis alumnos me contó que su hermano lo quería llevar a estudiar en una Yeshivá, pero él le dijo que solo quiere estudiar en la Yeshivá de aquel que lo ha recibido con una sonrisa y calor. Mucha gente me contó que se acercaron al judaísmo mediante mi sonrisa, y esto es un gran regalo que yo he recibido con la gracia de Di-s. Yo tuve el mérito de ver esta actitud en el fallecido Rabi Moshe Veber zt"l, el hacia todo desde el amor, si llegabas a su casa, antes de alcanzar a sentarte ya había sobre la mesa una bandeja llena con cosas buenas."

Hay todo tipo de personas que se llaman a si mismos jasidím de Breslev, pero se han desviado de su camino. ¿Como usted enfrenta este fenómeno, y como crea alumnos que siguen la corriente central del movimiento, en el estudio de la Torá y la Jasidut?

A toda persona que llega a nuestra Yeshivá le explicamos, que todo empieza por el estudio de la Torá. Pero no simplemente estudio de la Torá sino un estudio profundo con mucha concentración. ¿Usted quiere ser un jasíd de Breslev? Tenemos un camino, y solo andando por él, podrá ser llamado "jasíd Breslev". La observación perfecta de la Ley Judía )Halajá) y el estudio profundo de la Torá. La lucha principal en el comienzo de los que retornan a la fe, los Baalei Teshuvá, es la lucha contra la tristeza. Cuando llega a mí uno de ellos, le explico que necesita durante los primeros uno o dos años, desarrollar el sentimiento de la alegría. Esta es la batalla principal de la Mala Inclinación para hacer caer al hombre en la tristeza y la depresión. En el momento que el hombre está alegre, sabe seguir adelante sin depresión y tristeza. Ayer me encontró alguien y me dijo: "fortaléceme", ¿que le contesté? "La fe en Di-s es lo más fuerte del mundo". Si nosotros creemos y estamos alegres, nada nos puede debilitar"

***

Salimos del despacho del Rabino Arush, miramos a la cola detrás nuestro y vemos como esta se alargó más durante el tiempo que estuvimos dentro. Un joven, la cabeza llena de rulos, está sentado en un banco junto a la sinagoga, sobre su cabeza una Kipá improvisada, y tiene en sus manos un ejemplar de "Likutey Moharan", quién sabe lo que ya ha descubierto, y que más descubrirá, o cuanto tiempo pasará hasta que el lugar de los rulos largos será reemplazado por Peot y Kipa de lana blanca.

(Con la amable autorización de la revista "Sha'a Tova")

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1. Henry

1/06/2024

Como la terapia de Breslev, puede sanar el cáncer en una persona, y si se encuentra en los Estados Unidos? Soy de Costa Rica rabí, y estudio de manera autodicta la Cábala

2. Wally

10/16/2022

You should takke part iin a contest for one of thee gratest webszites onn thhe
web. I moost cedtainly will highlly recommend thijs blog!

3. Sheila

5/15/2022

Wow gracias a HaShem por la vida del Rabino Arush!! Sea la Gloria al Creador del Universo por la gracia dada al Rab Arush que con sus enseñanzas me han retornado a la fe en el Creador de una manera sobrenatural y entendible aunque a la vez inexplicable… mi Creador es pura bondad y agradezco tanto por su vida Rabino, HaShem lo bendiga y lo guarde cada día!!!

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