Otra Vez Llegó Janucá

Aunque pasen los años, cada vez que enciendo la primer vela, vuelven a mí las mismas sensaciones que sentí hace exactamente 6 años, cuando apenas llegué a Jerusalén...

2 Tiempo de lectura

Señora Sara bat Yojeved

Posteado en 06.04.21

 Aunque pasen los años, cada vez que enciendo la primer vela, vuelven a mí las mismas sensaciones que sentí hace exactamente 6 años, pocas semanas después de llegar a Jerusalén.

Hice aliá justo unas pocas semanas antes de Janucá, y ese Shabat estuve invitada a una casa que quedaba a unos 40 minutos de caminata. Nunca en la vida vi algo semejante. En casi todas las ventanas había una Janukiá encendida. Era algo maravilloso. No me alcanzaban los ojos para ver.
 
En cada casa una Janukiá distinta, algunas mas lindas, otras mas sencillas, algunas con aceite, otras con velas, pero todas tenían algo en común: “la EMUNÁ, la fe que transmitían”.
 
Esa luz, esa llama, dejó encendida en mí algo tan especial, que de solo mencionarlo mis ojos se llenan de lágrimas por la emoción.
 
No existen palabras para explicarlo.
  
Vengo de una ciudad de Argentina, en donde Janucá representaba encender las velas en una pieza cerca de una ventana. Y si salía de la habitación, era como si Janucá hubiera salido de mi vida. No había nada que me recordara que todavía estaba dentro de la festividad.
 
Aquí, en Jerusalén, basta con levantar la vista luego de encender, para ver montones de velas encendidas en las casa de enfrente. La fiesta se vive, se siente a cada instante.
 
Me fascina saber que así como yo, miles de judíos están en este momento prendiendo sus janukiot, testificando su amor y su confianza en Di-s, Quien así como nos salvó en aquella época, nos salva día a día de tantas, pero tantas cosas, de las cuales algunas ni siquiera nos llegamos a dar cuenta.
 
Esta fiesta nos recuerda que tenemos un "PAPÁ" que está cuidando de nosotros, y que nada es imposible para Él. Solo basta con que nos acerquemos un poquito, como con este pequeño fósforo que encendemos, para que nuestra vida, igual que la ciudad de Jerusalén, se llene de luz.
 
¡Janu Sameaj! ¡Feliz Janucá!
 
 

Escribe tu opinión!

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario