Chispas de Luz

El Milagro del Aceite

 

¿Por qué fue necesario que ocurra el milagro del aceite? ¿Acaso la Torá no reglamenta que uno está exento de la obligación de cumplir con una mitzvá, si circunstancias que están más allá del control de uno le impiden hacerlo? Más aún, ¿por qué Di-s quiso que ellos encuentren aceite para un solo día y que alcance para ocho días? ¿No podían haber descubierto suficiente aceite para ocho días?

 

La respuesta es que el milagro de Janucá vino a demostrar cuán amado es el pueblo de Israel para Di-s. Su amor por ellos es tan grande que Él hizo ese milagro con el aceite para que el pueblo de Israel pueda cumplir con Sus mitzvot y Su voluntad los años subsiguientes. Y por esta razón, estos días de Janucá son especialmente propicios para alguien que quiere servir a Di-s.

 

La falta de suficiente aceite para los ocho días alude al hecho de que aquellos que tenían que encender la Menorá en el Templo de Jerusalén carecían de una preparación espiritual apropiada. Pero de todos modos, ellos encontraron un frasco con aceite para un día, pues ellos tenían una diminuta señal de verdadera preparación para hacer la mitzvá. Esa es la señal que está escondida dentro de todo judío, esa señal que Di-s protege para que no se oscurezca a causa de influencias extrañas. Si uno busca esa señal, seguro que la encontrará, y con la ayuda de Di-s, se expandirá y se dispersará hasta que llene a toda la persona, así como un solo frasco de aceite que alcanzaba para un solo día, milagrosamente alcanzó para ocho días.

 

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Del Lado Izquierdo

 

¿Por qué es que las luces de Janucá deben ser encendidas del lado izquierdo de la persona que entra a la casa, junto al marco de la puerta?

 

El versículo (Mishlé – Proverbios – 3:16) dice: "La vida larga está ensu diestra, y en la izquierda están la riqueza y el honor".

 

La riqueza y el honor son dos regalos que le fueron dados a Iaván (del cual descendió el pueblo griego), uno de los hijos de Iefet hijo de Nóaj. Pero una vez que Grecia se convirtió en una nación malvada, estos regalos pasaron a ser posesión del pueblo de Israel, y es por eso que las luces de Janucá son encendidas en el lado izquierdo del marco de la puerta, para simbolizar que ahora el pueblo de Israel es quien "demanda" que Di-s les provea esos regalos que están del lado izquierdo.

 

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Al Entrar y al Salir

 

El marco de la puerta de una casa sirve tanto como lugar para la entrada de las personas al hogar, así como para la salida de ellos de esa casa. Asimismo, la luz de la menorá ilumina nuestras vidas incluso cuando estamos "afuera" – cuando moramos entre las naciones. Incluso cuando el Beit HaMikdash (Templo de Jerusalén) no está reconstruido, la luz de la menorá continua iluminando nuestras vidas.

 

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Un Anhelo Permanente

 

La lectura de la Torá que leemos en la fiesta de Janucá es extraída de la sección que describe los sacrificios ofrecidos por los jefes de las tribus, cuando el altar fue consagrado por primera vez. Como sabemos, el Mishkán (Santuario) fue terminado el 25 de Kislev, el mismo día que más tarde observaríamos la fiesta de Janucá.

 

"Y harán para Mí un Santuario y Yo moraré entre ellos" (Shemot 25:8). La mitzvá asociada con la construcción del Beit HaMikdash es eterna, y cada judío está obligado a anhelar la reconstrucción del Beit HaMikdash (Templo de Jerusalén).

 

Nosotros encendemos la menorá de Janucá en conmemoración del milagro ocurrido en el Beit HaMikdash, y al ponerla en el marco de la puerta, estamos demostrando nuestro deseo de que el Beit HaMikdash sea reconstruido, pues nuestra acción es similar a la de alguien que está parado en el marco de la puerta de su casa esperando al mensajero que traerá la noticia de la Redención Final. Que sea pronto, en nuestros días!

 

 

 

(Articulo extraído de JUDAISMOHOY.COM con la autorización de sus editores. Prohibida su reproducción total o parcial.)