Austeridad y Alegría

Sigue el rally anual. Todos los años pasamos por las mismas postas. Elul con Shofar, Slijot, Rosh HaShaná , Iom Kipur, Neilá, Sucot, Shminí Atzeret, Simjat Torá...

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Rabino Daniel Oppenheimer

Posteado en 06.04.21

Sigue el rally anual. Todos los años pasamos por las mismas postas. Elul con Shofar, Slijot, Rosh HaShaná , Iom Kipur, Neilá, Sucot, Shminí Atzeret, Simjat Torá.

Analizamos por un lado la posición inmediata de Sucot a continuación de Iom Kipur. Por otro lado, sabemos que Sucot pertenece a las tres fiestas que en la Torá están catalogadas como "Shalosh Regalim" (las tres fiestas – Pesaj, Shavuot y Sucot – en las cuales los judíos convergían en Ierushalaim para festejar en conjunto y traer sus ofrendas. Asimismo, las tres fiestas tienen un significado relacionado con el agradecimiento por la llegada de la primavera, la cosecha y la recolección de los frutos respectivamente). ¿A cuál de las dos pertenece?
 
Rosh HaShaná y Iom Kipur tienen asignados en la Torá un sólo día cada uno. Sucot, en cambio, tiene un período de tiempo que representa un ciclo (una semana entera). Aparentemente, el significado de Sucot (también denominado "Zman Simjatenu = la época de nuestra alegría) requiere más tiempo y dedicación para internalizar. (R. Sh. R. Hirsch).
 
¿Será tan difícil la lección? Efectivamente, el Gaón de Vilna respondió a la pregunta de cuál era, a su criterio, la Mitzvá (precepto) más difícil de observar: "Estar alegre ininterrumpidamente los siete días de Sucot". ¿Tenemos en claro qué es la alegría? Los criterios de alegría son muy dispares de acuerdo al nivel intelectual y moral de la gente.
 
Al margen de todo esto, lo más difícil de comprender es ¡cómo se puede "ordenar" a una persona a estar alegre! ¿Acaso es posible obligarse a un estado anímico? Y si las cosas no van como uno quisiera…?
 
De paso, ¿cuál es el contrario de la alegría… ¿la tristeza? ¿es necesario estar triste para no estar alegre?
 
¿Qué entiende la Torá bajo "alegría"? El vocablo "Simjá" es uno de los ocho "sinónimos" que el idioma hebreo posee para determinar ese estado anímico. A diferencia de los demás, "simjá" habla de una alegría interna que surge del ser íntegro y no carecer de nada (Maharal) y no del haber adquirido algo nuevo. Simjá es un estado constante que no depende de factores externos coyunturales que varían, no requiere estímulos de ninguna índole, ni alcohol, ni chistes, ni música, ni baile. Es producto de una reflexión intelectual. Esa reflexión está relacionada con la comprensión de que Di-s vela y está cercano, unido a nuestro destino individual y colectivo y que nada sucede si no fuese aprobado por El.
 
Si es así, lo contrario de la Simjá sería la incertidumbre, la ansiedad, la preocupación y la angustia por el futuro, la frustración porque las cosas no van como uno quisiera, el ver que no se puede determinar el futuro, siquiera el más cercano y el más inmediato. "Bitajón" (seguridad), en cambio es la tranquilidad íntegra de quien confía plenamente en Di-s.
 
Hablando de Sucot, la Torá nos ordena a no sólo alegrarnos durante la fiesta (VeSamajta BeJagueja), que significa que debemos valernos de medios externos que alegren a nosotros y a nuestra familia, sino, en el versículo siguiente, el "ser, aun, alegre" (VeHaíta Aj Sameaj). "Ser" alegre es el estado anímico al cual nos estamos refiriendo. Viviendo en la Sucá, que representa en su austeridad lo pasajero y transitorio, lo frágil y vulnerable de la vida terrenal, el judío aprende a ver las prioridades de su perspectiva real. La Sucá que se cubre con aquello que se descarta cuando se cosecha – las ramas y la paja – nos enseña que no hay "seguridad" ni "certeza" en este mundo salvo la Providencia Di-vina de la cual depende absolutamente todo. El rey Shlomó, a quien no le faltó nada, ni en lo intelectual ni en lo material, escribió su libro "Kohelet" (Eclesiastés), en el cual, luego de haber considerado todas las propuestas de vida llega a una conclusión: "a Di-s teme y Sus preceptos observa, pues ese es (el objetivo de todo) el hombre".
 
Este pensamiento debe servirle a quien pasa una posición cómoda para saber que su prosperidad se debe únicamente a Di-s y al que sufre de carencias que no desespere, sino que confíe en que Di-s lo acompaña aun cuando no es evidente por las dificultades. (Jorev)
 
En Sucot, tomamos en mano cuatro especies (Lulav, Etrog, Hadasim y Aravot) y dedicamos a Di-s todas nuestras posesiones que Él nos proveyó conscientes que de Él depende todo nuestro ser. Esa es la real y tranquila alegría de vida.
 
 
– Selección comentarios del Rabino Daniel Oppenheimer –
 
 (Con la amable autorización de www.tora.org.ar)

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1. Nancy

10/16/2019

Todo y esto es todo, TODO BAJO SU CONTROL…EL HACEDOR DE TODO SABE DE CADA UNO…ESA ES NUESTRA ALEGRIA…

2. Anónimo

10/15/2019

Cierto, sin duda. Feliz festividad

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