Sobre la Parashá – Shemot

Todo ser humano recibe un número de tests o pruebas cada día de su vida. Estos pueden materializarse bajo diferentes formas…

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Rabino D. Goldwasser

Posteado en 06.04.21

Todo ser humano recibe un número de tests o pruebas cada día de su vida. Estos pueden materializarse bajo diferentes formas

 
El examen de cada día
 
"El lugar sobre el que estás parado, tierra de santidad es" (Éxodo 3:5).
 
El Jafétz Jaim (Rabi Israel Meir HaCohen) comenta que cuando una persona se encuentra en una circunstancia complicada o absorbente, frecuentemente se dice: "Cuando HaShem mejore o aliviane mi situación, entonces podré estudiar Torá y cumplir más Preceptos". Y la persona se envuelve más y más en sus problemas hasta posponer todas sus obligaciones. Es a esta realidad en particular que el versículo se puede aplicar: "El lugar sobre el que estas parado…". En otras palabras, si la situación es difícil, es exactamente en esa situación que HaShem desea que la persona Lo sirva.
 
Todo ser humano recibe un número de tests o pruebas cada día de su vida. Estos pueden materializarse bajo diferentes formas: una prueba puede ser la riqueza, otras la pobreza, las desavenencias, las ofensas, los celos o, Di-s libre, la enfermedad. La forma en que pasamos cada prueba depende naturalmente de muchos factores pero ciertamente, entre los más importantes están nuestro Bitajón (confianza) y Emuná (fe) en HaShem, el alcance de nuestra percepción de la Hashgaja Pratit (La Divina Supervisión Individual). Debemos saber que toda situación, difícil o no, que se nos presente, debemos aceptarla como una oportunidad más que se nos da para ascender espiritualmente, y es allí precisamente donde HaShem nos examina de acuerdo a nuestra reacción y conducta.
 
Abraham fue probado por HaShem diez veces en su vida; la ultima de las pruebas (Akedát Itzjak) fue sin duda la más difícil. Dice el Talmud (Trat. Sanhedrin): "Yo te He probado a ti (Abraham) en numerosas ocasiones y has pasado con éxito todas las veces. Ahora, mantente firme por Mi Nombre en esta prueba también, para que no sea dicho: no hubo verdad en las anteriores". Surge una interesante pregunta: "Aun si Abraham no hubiera podido pasar la prueba final, de ninguna manera podría eso disminuir el gran merito de haber pasado las anteriores, ya que la ultima era la más difícil. Entonces, ¿por qué habría de decirse: no hubo verdad en las anteriores? Los exegetas explican que si Abraham no hubiese pasado la prueba de la Akedá(atadura de Itzjak), podría pensarse que sus previos logros fueron resultado del hecho de que tenían más sentido espiritual para el. Pero no hubiéramos sabido como seria capaz de responder a una prueba que requiriera un absoluto Mesirút Néfesh (entrega y confianza total) como esta. Al aceptar también este difícil pedido de HaShem, Abraham demostró poseer un altísimo nivel de fe, confianza y autosacrificio, el mismo demostrado en todas sus anteriores pruebas.
 
En la época actual, como antaño, estamos constantemente confrontados con desafíos. En realidad, hoy día se presentan muchas dificultades que casi no existían en pasadas generaciones.
 
¿Tenemos problemas con la crianza de nuestros hijos? ¿O acaso nos cuesta mantener la armonía en nuestro hogar? ¿Vivimos en soledad y tenemos poca comunicación con la gente? ¿Perdimos el empleo que constituía nuestro medio de sustento? ¿Aún no encontramos la pareja adecuada? En cualquier situacion que nos encontremos, debemos recordar que HaShem es Hakol Iajol, el Todopoderoso. El puede hacerlo todo. No importa el status en que una persona se halla hoy, las cosas pueden radicalmente cambiar para mejor. En nuestras plegarias decimos "Boré Refuot; Norá Tehilot; Adón Haniflaót" (Di-s crea la cura, es venerable (o temible) para las alabanzas, es el Señor de las maravillas). La primera frase significa que la cura es obtenible. La segunda, Norá Tehilót, indica que aun si la cura no es obvia o aparente, una persona debe rezar a HaShem y haciendo eso será respondido. La tercera frase nos debe hacer reflexionar en que, aun si los primeros pasos no han sido exitosos, Él, que es el Señor de las Maravillas, puede cambiar todo en unos instantes. De hecho nosotros, losHijos de Israel, somos una nación fundada sobre milagros.
 
Había una vez un judío que paso a través de los más inimaginables horrores del Holocausto. Cierta vez, cuando averiguo que los Nazis habían planeado exterminar a todos los habitantes del ghetto al día siguiente, acudió a su Rebe y le pregunto si en esas extenuantes circunstancias le estaba permitido quitarse la vida. El Rebe simplemente le contestó: "Cómo podemos nosotros perder jamás las esperanzas si esta escrito: Ieshuát HaShem KeHéref Áin – la salvacion de HaShem (llega) en un abrir y cerrar de ojos"? Y, naturalmente, un milagro en verdad ocurrió y los planes fueron misteriosamente cambiados. Y este judío sobrevivió a la guerra y pudo contar al mundo su historia.
 
Sepamos enfrentar las situaciones difíciles con entereza y fe porque "el lugar en que estamos parados es sagrado", es donde HaShem nos puso para probarnos y ver como respondemos. Recordemos que El no da a ninguna persona una carga más pesada de la que puede soportar; y que la salvación llega en el momento más inesperado. Si supimos pasar bien la prueba, habremos ganado muchísimo: nos habremos fortalecido y elevado uno o varios peldaños en la escalera espiritual. ¡¡Y ésa es precisamente nuestra misión!!
 
¡¡Tengámoslo presente!!
 
 
– Del Boletin Judaicasite www.judaicasite.com, basado en Rab D. Goldwasser –
 
(Con la amable autorización de www.tora.org.ar)

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