La Charla Semanal – Shemot

Hace mas de 10 años, mi hermano y su esposa tuvieron un bebe. Era realmente hermoso, pero también muy pequeño ya que nació cinco semanas prematuro, y con un kilo de peso…

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Rabino Mordejai Kamenetzky

Posteado en 06.04.21

Hace mas de 10 años, mi hermano y su esposa tuvieron un hermoso bebe. Era realmente hermoso, pero también muy pequeño ya que nació cinco semanas prematuro y con un kilo de peso…
 

Charla sobre la Parashá Shemót
 

Era una prueba realmente muy difícil. El poderoso Faraón ordeno a las parteras Shifra y Puáh, también conocidas como Yojéved y Miriam, que maten a todos los chicos nacidos de madres hebreas. No sólo ellas ignoraron el edicto, sino que además alimentaron a los recién nacidos y los calmaban con su amor. El Midrash dice que ellas además cuidaron de los bebes que nacían con problemas de salud a través de sus plegarias y oraciones, y por supuesto, HaShem en el Cielo tuvo en cuenta todo esto.
 
Pero los versículos de la Torá que hablan acerca de estas parteras necesitan ser explicados. Primero la Torá nos dice, "Y Di-s recompenso a las parteras, y la Nación floreció y prosperó." Y recién después agrega: "Y fue que las parteras temían a HaShem y Él las recompenso con casas".
Rashi explica que ambas parteras fueron recompensadas por sus esfuerzos con mucho más que casas físicas. Ellas fueron recompensadas con casas de Cohaním (sacerdotes) y Reyes. HaShem las recompenso generosamente con generaciones de reyes y sacerdotes, que justamente son los únicos atributos Divinos que se perpetúan de padre a hijo (por ejemplo una persona puede ser Cohén si y sólo si es el hijo de un Cohén). Y fue justamente a los hijos varones que las parteras salvaron.
 
Pero como podemos ver, hay una suerte de interrupción en el orden de los versículos. Las palabras "y la Nación floreció y prosperó" parecen estar fuera de contexto. De hecho, Rashi explica los versos del siguiente modo: "Y Di-s recompenso a las parteras". ¿En que consistía la recompensa? "Él las recompenso con casas." Rashi explica que las palabras "y la Nación floreció y prosperó" es en realidad una nota al pie de página y forma parte de la narrativa. Pero quizás pueda explicar esta yuxtaposición a través de una historia.
 
Hace mas de 10 años, mi hermano Tzví y su esposa tuvieron un hermoso bebe. Era realmente hermoso, pero también muy pequeño ya que nació cinco semanas prematuro y con un kilo de peso. Las oraciones y el apoyo de toda una comunidad y de miles de amigos ayudaron mucho a los esperanzados padres.
Por casi dos meses el bebe estuvo en la unidad neonatología bajo el cuidado de los mas prestigiosos doctores y fieles enfermeras de la ciudad de Chicago. Después de esos dos meses de esperanza y plegarias, el bebe pudo salir de la incubadora para ir a su hogar. La alegría y la gratitud a HaShem agobiaban a sus padres. Pero mi hermano no se olvido de los mortales que hicieron todo lo posible: el cuerpo medico y el personal de enfermería que trabajaron día y noche para ayudar asegurar la salud del recién nacido.
 
Tenía tanta gratitud que quiso expresar su apreciación de manera muy especial. Busco por todas las tiendas y librerías un obsequio apropiado, pero no pudo encontrar nada. Unos días después que el bebe fue traído a casa, mi hermano menciono su dilema a su Rosh Yeshivá (director de la Yeshivá), el Rab Eliyahu Svei, decano de la Yeshivá de Filadelfia. "Las enfermeras no quieren perfumes, y los doctores tampoco necesitan regalos especiales", le dijo el Rab Svei. "Lo que ellos quieren ver es el crecimiento y la salud de su hijo a través del tiempo. ¡Cada año, en el dia de su cumpleaños, trae al niño al hospital para que el personal tenga la alegría de ver su sano crecimiento! Ese será el obsequio mas significativo que puedes ofrecer".
 
El Rosh Yeshiva explica que antes que la Torá menciona la recompensa concedida a las parteras, narra y cuenta de la recompensa mas grande que ellas podían llegar a apreciar. Sus esfuerzos (y los riesgos que corrieron) para mantener la perpetuidad judía no habían sido en vano. La nación prosperó. Los bebes por los que arriesgaron su vida crecieron, y se casaron, y prosperaron. Todo los que las parteras querían era la propagación del pueblo. Esa era su primera recompensa. El obsequio de las casas del sacerdocio y las casas de la realeza era un “bonus” extra agregado por HaShem.
Pero la recompensa más grande era la alegría de ver que los niños que ellos ayudaron a nacer prosperaron. Todos los riesgos valían la pena sólo por eso.
Y por eso la Torá nos dice: "Y Di-s recompensó a las parteras, y la Nación floreció y prosperó". Para ellas, esa era la recompensa más grande. El resto de la recompensa era tan sólo la cereza de la torta.
 
¡Shabát Shalóm!
 
 
(Con la amable autorización de www.tora.org.ar)

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1. ESPERANZA GALVIS

1/14/2021

Buenos dias. Estoy de varias semanas llamando y no me contesta nadie, Como debo hacer para hablar con alguien? Por favor

2. Teresa Villamor

1/08/2021

D-ios es fiel y poderoso !!!!

3. Eliana González Díaz

1/07/2021

Por el temor a HASHEM antes que al Faraón fueron recompensadas grandemente. Shabat Shalom.

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