Como los Mineros Chilenos

Hace un par de meses los diarios, televisoras y emisoras de radio del mundo entero se dedicaron día tras día a darnos noticias sobre los mineros chilenos atrapados...

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Daniela Lowinger

Posteado en 05.04.21

Hace un par de meses los diarios, televisoras y emisoras de radio del mundo entero se dedicaron día tras día a darnos noticias sobre los mineros chilenos atrapados
 
Somos Todos como los Mineros Chilenos
 
Hace un par de meses los diarios, televisoras y emisoras de radio del mundo entero se dedicaron día tras día a darnos noticias sobre la situación de los mineros chilenos atrapados en la profundidad de la tierra.
 
Gracias a Di-s hubo un final feliz, todos fueron salvados.
 
Algunos alcanzaron la fama al relatar sus experiencias, otros fueron invitados a participar de maratones, de shows televisivos y probablemente uno que otro terminara escribiendo un libro contando sobre su experiencia.
 
Para la mayoría de nosotros fue simplemente una noticia con final feliz.
 
Pocos conocemos lo que es una mina, como es el trabajo de un minero, que significa bajar día tras día a cientos de metros bajo la superficie para extraer algún mineral necesario o valioso.
 
¡Pero cuanto puede enseñarnos esta historia!
 
Aunque no lo hemos percibido así, la gran mayoría de nosotros ha sido minero por lo menos una vez en la vida, de una manera u otra.
 
No quiero decir que nos hemos puesto un casco y hemos bajado a través de túneles al centro de la tierra.
 
Pero estoy segura que casi todo hemos bajado, aunque sin cascos, al interior de nosotros mismos.
 
A cada uno de nosotros nos ha tocado, en determinado momento de nuestras vidas (a unos con más frecuencia que otros), tener que dejar la seguridad de nuestra superficie para “bajar” muy profundo en nuestro ser.
 
Como en una mina, esta bajada es oscura, desconocida a veces inclusive aterradora.
Pero al igual que cualquier minero, vamos en busca de algo valioso, algo oculto de la vista, algo que requiere esfuerzo para extraerlo, inclusive a veces peligro, pero que al alcanzar liberarlo de las profundidades nos causa gran satisfacción.
 
Los mineros van en busca de carbón, oro, diamantes, cobre u cualquier otro material que nuestro mundo considera aprovechable para la sociedad.
 
Nosotros también vamos en busca de cosas de incalculable valor.
 
No en el ámbito material, sino en el ámbito espiritual. Entre los tantos “tesoros” que buscamos están el “¿quién soy yo?”, “¿cuál es mi misión?”, “¿cómo encuentro a Di-s?”, “¿qué sentido tiene la vida”?, y muchas otras incógnitas que no nos dejan tranquilos y son precisamente la razón por la cual decidimos ser mineros e ir en busca de estas respuestas de valor incalculable.
 
Son frente a estas preguntas de las cuales no tenemos respuesta que nos internamos en nosotros mismos y empezamos a romper a través de la roca que es la estructura que hemos construido durante nuestra vida, para encontrar nuestra esencia.
 
Aquella que podrá darnos las respuestas.
 
Y así como sucedió con los mineros chilenos, en los momentos en que estuvieron encerrados bajo tierra y empezaron a evaluar sus vidas, pudieron ver con más claridad que cuando a la superficie, que era importante y que no, cuál era el verdadero valor de la familia, de los amigos, del dinero, de lo material.
 
Nosotros igualmente, cuando bajamos a nuestras profundidades somos capaces de valorar lo que verdaderamente tiene valor. Es en el interior de nuestro ser que descubrimos que son nuestros diamantes, nuestro oro, nuestro estaño y carbón.
 
Y al igual que aquellos hombres en Chile, descubrimos la Fe, la incontenible fe que se encuentra en nosotros.
 
La certidumbre que hay más en el mundo que lo que vemos.
 
Es en la oscuridad donde podemos ver más claramente. Y sabemos que mas alla de montañas o edificios, túneles o trabajo, maquinas o carros, hay Alguien que lo dirige todo.
 
Cuando encontramos esto, salimos liberados, como lo hicieron los chilenos.
 
Primero, salimos con lentes oscuros, ya que la luz del sol, o sea del día a día puede volver a enceguecernos. Poco a poco volvemos a acostumbrarnos a la luz que conocíamos, como lo hicieron los mineros chilenos.
 
Pero ahora, tanto ellos como nosotros, con la fortaleza de haber conocido la profundidad, la esencia y la esperanza. Y a partir de allí vivir la vida con una nueva perspectiva, un nuevo sentido, una nueva claridad.
 
Que la experiencia de ser como los mineros chilenos no nos asuste, sino que nos de valor para vivir la vida y aprender de ella.

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1. Verónica

11/07/2020

Excelente comparación, muy profundo para reflexionar sobre nosotros mismos y nuestra verdadera esencia

2. Ana Andrade

11/08/2018

Como los mineros chilenos

Hermosa comparación de la experiencia de los mineros con la búsqueda espiritual! Así es, después de una experiencia vital y espiritual ya no somos los mismo. Se inició un proceso del q no hay retorno. Gracias! Muy bello todo .

3. Ana Andrade

11/08/2018

Hermosa comparación de la experiencia de los mineros con la búsqueda espiritual! Así es, después de una experiencia vital y espiritual ya no somos los mismo. Se inició un proceso del q no hay retorno. Gracias! Muy bello todo .

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