La inversión que te llevas contigo

¿Te preocupa tener que decidir si deberías enfocarte  en obtener ganancias en este mundo o en el siguiente? Te propongo estas inversiones que producen dividendos eternos.

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David Ben Horin

Posteado en 11.07.22

¿Te preocupa tener que decidir si deberías enfocarte  en obtener ganancias en este mundo o en el siguiente? Te propongo estas inversiones que producen dividendos eternos.

El autor del Jovot Halevavot (Deberes de los Corazones) hace un comentario muy interesante:

El placer físico del pecado no dura mucho tiempo. Las comidas prohibidas duran una hora. Las relaciones prohibidas, una noche. La ganancia prohibida, hasta una vida, tal vez, y no hay garantía de que esa persona tenga el cuerpo sano para disfrutar de los frutos completos de su ganancia mal habida hasta su último día.

Sin embargo, el dolor espiritual que ocasiona el pecado puede durar para siempre. A menos que uno se arrepienta de su pecado, el dolor es mucho más largo, y más intenso. Uno puede pagar un número de “años” en el Otro Mundo por una mala decisión que duró una sola noche. Podemos pagar aún más tiempo por decir la palabra equivocada frente a la persona equivocada en el momento equivocado.

Y viceversa.

El “dolor” del ayuno de un día dura hasta 25 horas, pero el placer espiritual puede durar siglos. La incomodidad de levantarse temprano para estudiar Torá puede durar hasta la primera taza de café. La alegría de sentir a Hashem por esta mitzvá puede durar incluso más que tu vida misma.

El placer físico sólo existe en este mundo. El cuerpo físico, que son capaces de experimentar este placer, sólo existen en este mundo. Es el alma dentro del cuerpo la que vive por siempre.

La inversión correcta

A medida que vemos que el mercado de valores se desmorona, muchos inversores astutos ya están buscando oportunidades convenientes. ¿Aacaso comprarán nuestras generaciones de Enron, que se venden a 50 dólares, la mitad de lo que costaban hace un mes, para acabar cotizando una nada?

¿O comprarán 10.000 acciones de Apple, que se venden a 3 dólares?

Los que piensan a largo plazo siempe son los que salen ganando. Warren Buffett supo invertir fuertemente en acciones bancarias en lo peor del crash de 2008. Hoy en día, es el inversor más rico del mundo.

Las ganancias a corto plazo implican riesgos a corto plazo. El problema es que las pérdidas son cualquier cosa menos “a corto plazo”.

Eso es lo que ocurre con el placer físico. Invertir la mayor parte de nosotros en el aquí y el ahora puede hacernos ganar unos buenos filetes y un buen Ferrari, pero ¿cuántas mitzvot hemos ignorado en el proceso?

La única garantía de todo activo físico es que, con el tiempo, valdrá “cero”.

Un Ferrari dura una década. Un bife dura diez minutos. Incluso una mansión dura lo que tú vives, hasta 120 años.

Pero una vez que tu cuerpo físico se va de este mundo, ya no puede usar nada de eso. De hecho, todos estos bienes les son entregados a otras personas. Incluso la mansión de 50 acres y 100 habitaciones ya no tiene ningún valor para ti.

Pero una sola mitzvá. Aaaah. . . se mantiene por toda la eternidad.

Hashem nos da una cobertura fantástica.

Puedes hacer cosas en este mundo que te hacen ganar méritos aquí, y sigues ganando méritos en el Otro Mundo.

Piensa en ello como una acción que paga dividendos eternos. Estos son activos que tienes en este mundo, y en el Otro Mundo.

Todos los días recitamos un pasaje de la Mishná y uno de la Guemará que nos dice dónde podemos ganar recompensa en este mundo, y recompensa en el Próximo Mundo por realizar lo siguiente

– Actos de bondad

– Estudio de la Torá

– Honrar al padre y a la madre

– Ir temprano a la sinagoga para los rezos de la mañana y de la noche

– Ser hospitalario con los invitados

– Visitar a los enfermos

– Llevar la paz entre las personas

– Dar dinero a la novia

– Acompañar a los difuntos en su último camino

– Concentrarse en el rezo

¡Qué gran oportunidad! Levantarse temprano, recitar los rezos de la mañana, seguir con el estudio de la Torá, seguir adelante con tu día – ¡y ganar en ambos mundos! Ganarás méritos para disfrutar de los placeres físicos que Hashem permite y además seguirás disfrutando de esa recompensa más allá de tu existencia física.

Recita los rezos línea por línea. En la mente, recita una línea del rezo en español. Luego, en voz alta, recítela en hebreo. Reza despacio para entender lo que Le estás diciendo a Dios.

Cada decisión puede afectar a nuestra limitada existencia física y material. Cada elección que hacemos también puede dejar su huella eterna en nuestro estado espiritual.

A corto plazo, el dolor y el malestar son tan transitorios como la satisfacción y el placer.

A largo plazo, recibir las bendiciones de Hashem a través de Su servicio es para siempre.

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1. Carlos Cruz Vazquez

7/14/2022

Es una gran enseñanza para toda la vida y porfa invertir en lo que sí vale la pena

2. Tatiana

7/11/2022

SIMPLEMENTE…MARAVILLOSA LECCIÓN PARA LA VIDA.
TODA TODA HASHEM…

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