La Sabiduría en el Derecho Civil – Shoftim

El banco del Gran Sanedrín era muy prestigioso. A todos los jueces se les exige que sean sabios y humildes, que amen la verdad y odien los sobornos, que sean queridos y respetados.

3 Tiempo de lectura

Rabino Abraham Isaac Kook z"tzl

Posteado en 28.08.22

El banco del Gran Sanedrín era muy prestigioso. A todos los jueces se les exige que sean sabios y humildes, que amen la verdad y odien los sobornos, que sean queridos y respetados.

Tres tipos de tribunales

La Torá nos ordena establecer tribunales y policía en cada ciudad. El sistema judicial de la Torá contiene tres niveles de tribunales:

* Tribunales comunes de tres jueces para el derecho civil – litigios y otros casos monetarios (“dinei mamonot”).

* Tribunales superiores de 23 jueces para conocer los casos de delitos capitales (“dinei nefashot”). Estos tribunales se llamaban “sanedrines menores”.

* Un tribunal supremo de 71 jueces, llamado “Gran Sanedrín”. Situado en el complejo del Templo de Jerusalén, este tribunal supremo tenía dos funciones: (a) aclarar la ley en casos nuevos o poco claros, y (b) promulgar nuevos decretos.

La complejidad del derecho civil

La aceptación en el banquillo del Gran Sanedrín era ciertamente muy prestigiosa. A todos los jueces se les exigía que fueran sabios y humildes, que amaran la verdad y odiaran los sobornos, que fueran muy queridos y respetados. Se esperaba que los miembros del Tribunal Supremo estuvieran entre los más grandes eruditos de la generación. Debían dominar muchas ciencias, como la medicina y la astronomía.

Del mismo modo, podríamos esperar que formar parte de un tribunal menor del Sanedrín exigiera una mayor erudición que un humilde tribunal de tres miembros. Sin embargo, el Talmud escribe que los casos de derecho civil requieren más sabiduría que los delitos capitales que se juzgan en los Sanedrines Menores.

“Aquel estudiante que haya aceptado humildemente la reprimenda de su maestro en dos ocasiones será digno de distinguir entre la ley civil y las leyes de los delitos capitales. Como enseñó el rabino Ismael: Aquel que desee ser sabio debe estudiar la ley civil, porque ninguna otra área del estudio de la Torá es tan intrincada – es como una fuente perpetua.” (Berajot 63b)

Esta afirmación talmúdica plantea una serie de preguntas:

* ¿Qué clase de recompensa es ésta para un estudiante que sufre?

* ¿Qué tiene de difícil la distinción entre estas dos áreas del derecho?

* ¿Qué tiene que ver esta distinción con el elogio de Rabí Ismael a la ley civil?

* ¿Por qué la ley civil es más compleja que otras áreas de la Torá?

La diferencia entre el derecho civil y el derecho penal

A algunos estudiantes, los estudios les resultan fáciles y rápidos. Otros deben esforzarse mucho hasta que logran dominar el material. El estudiante que persevera en sus estudios será recompensado por sus esfuerzos. Como recompensa por su diligencia y determinación, no sólo comprenderá los detalles de la ley, sino que también obtendrá una visión de sus principios subyacentes. Esta comprensión va más allá de los detalles reales, que se enseñan directamente y refleja una comprensión mucho más profunda del material.

Tanto el derecho civil como el penal son áreas del derecho, pero difieren fundamentalmente en sus objetivos. El objetivo principal del derecho civil es resolver las disputas monetarias entre los individuos y devolver la propiedad a su legítimo propietario. Sólo como objetivo secundario se tienen en cuenta los beneficios actuales o futuros para la sociedad en su conjunto. Los delitos capitales, en cambio, suelen ser casos en los que no hay nada que rectificar o devolver. Aquí el objetivo principal es proteger a la sociedad.

Debido a esta diferencia fundamental, el derecho monetario es intrínsecamente más complicado. Al tener que decidir entre reclamaciones de propiedad en conflicto en todos los innumerables casos de relaciones interpersonales, este tipo de derecho se ocupa intrínsecamente de muchos más detalles intrincados y cuestiones complejas. El estudio del derecho civil es, por tanto, una de las áreas más desafiantes del estudio de la Torá. Para dominar verdaderamente esta materia se requiere una profunda comprensión de las cuestiones subyacentes, una comprensión que sólo pueden alcanzar los estudiantes más diligentes y perseverantes.

Escribe tu opinión!

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario