¿Qué darías por un kilo de carne?

Imagínate la persona más atractiva del mundo. Ahora, imagínate que le salen verrugas por toda la cara y tiene pus goteando de la mejilla. Aunque tenga la "figura perfecta", ¿te seguiría interesando?

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David Ben Horin

Posteado en 27.12.22

Si Kim Kardashian tuviera verrugas y granos en todo el cuerpo, ¿seguiría interesándote?

Según el Baal HaTania, todo el mal de este mundo es una cáscara amarga, como la cáscara de la fruta. Muerde la cáscara de una naranja. Es amarga. El sabor es lo contrario de lo que hay adentro.

Pero es la cáscara la que parece apetecible, aunque te engañe, haciéndote creer que su sabor es igual de apetecible.

Este es el mundo en el que vivimos.

El exterior: dinero, influencia, tener los amigos adecuados, poder, estatus, posesiones materiales… todo eso es la cáscara. Como la naranja, tiene su utilidad, pero una vez usada, se convierte en basura.

El interior: El estudio de la Torá, la plegaria, la humildad -o la renuncia a la influencia y el estatus, la caridad -o la renuncia al dinero, los rasgos de carácter, el sacrificio -o la renuncia a las posesiones — todo eso es el interior. Aunque su apariencia implique un sabor insípido, es pura dulzura.

Una vez consumida, sigue beneficiando al cuerpo y al alma.

La naranja es digerida en el estómago. Lo que queda va al hígado. El hígado lo transforma en sangre y envía la sangre al corazón, donde es bombeada por todo el cuerpo desde los pies hasta el cerebro – hasta el alma.

Hashem nos dice que la sangre es el alma (Devarim 12:23).

La dulzura interior se convierte en parte de nuestra propia existencia.         

Atrapados en Mitzraim

Todos los días, dos veces al día, leemos el Shemá. En el tercer párrafo, se nos describe a Hashem como nuestro Dios que nos sacó de Egipto, o Mitzraim.

Cada vez que la persona judía come un pedazo de pan, en la segunda bendición de Birkat HaMazon, está recordando que Hashem nos sacó de Mitzraim.

¿Qué es Mitzraim? Tenemos que separar la palabra para averiguarlo: Mi – ellos, tzarim – gente estrecha.

Hashem nos redimió del pueblo estrecho para llevarnos a una Tierra espaciosa.

Perdón, no entendí…

Egipto es 50 veces más grande que Israel.

¿Cómo fue que nos fuimos de un país con una superficie de más de 1 millón de km2 para irnos a una Tierra de 22 mil km2 a la que llamos “espaciosa” hasta el día de hoy?

Por la misma razón por la que se nos ordena recordar el Éxodo todos los días.

Cómo pasamos de lo estrecho a lo espacioso.

La carne es estrecha. Tiene el grosor de cuatro trozos de papel. Pero nos subyugamos cada día por ella. Para eso, apagamos nuestras almas y nos arrojamos al exilio.

¿No me creen?

Imagínate la persona más atractiva del mundo. Ahora, imagínate que le salen verrugas por toda la cara y tiene pus goteando de la mejilla. Aunque tenga la “figura perfecta”, ¿te seguiría interesando?

Invertir nuestra alma en la búsqueda de la carne es un emprendimiento “estrecho” que alimenta las cáscaras de este mundo, las malvadas klipot, la zona más estrecha y limitada de la existencia.

Nos quedamos atrapados en la estrecha banda de lo material y arrojamos nuestra alma al otro lado de la humanidad, obsesionándonos con la amarga cáscara a expensas del dulce fruto.

Desperdiciamos una energía y un tiempo preciosos en algo que sabe espantoso y cuya finalidad es ser pelado y desechado.

La carne humana protege la mente y los miembros para que puedan dedicarse al cumplimiento de las mitzvot. Una vez que termina nuestro tiempo en este mundo, al igual que la cáscara de naranja, la carne se desecha en la tierra.

Eso es Mitzraim.

El servicio a Hashem es la conexión con el Infinito. Vivir en Eretz Israel es una mitzvá que cumplimos con todo nuestro cuerpo a cada momento del día. Por eso, Eretz Israel se describe como un lugar espacioso mientras que la obsesión por Mitzraim es un lugar estrecho.

Mitzvot es la dulzura. Es el alma que continúa viviendo para siempre. Es el bien que hacemos en esta vida – y que perdura. Es la eternidad en este mundo y en el Mundo Venidero la que expande nuestros horizontes.

Resistirse a la cáscara fortalece lo que hay dentro. Concentrarnos en expandir la dulzura a través de la emuná, la Torá y la bondad es el objetivo para el cual estamos aquí.

Cada momento que perdemos pensando o incluso persiguiendo la cáscara es un mordisco a la amargura pura … no importa lo atractivo que pueda parecer.

La familia Ben Horin vive en Afula con sus hijos, un nuevo centro de alta tecnología, vecinos judíos y árabes, y Matilda, el camello local. La startup israelí de David, Center Stage Content, ofrece servicios de contenidos para startups y pequeñas empresas.

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