Una Historia Sobre un Diluvio…

El ladrón miró alrededor para escoger el cajero más "fácil" de atacar. Cuando vio que en uno de ellos había una mujer de unos cincuenta años con apariencia de una tierna abuela...

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Rabino Mordejai Kamenetzky

Posteado en 05.04.21

El ladrón miró alrededor para escoger el cajero más "fácil" de atacar. Cuando vio que en uno de ellos había una mujer de unos cincuenta años con apariencia de una tierna abuela, decidió que era el blanco más fácil…

Una historia sobre un diluvio

Todos conocemos la historia del diluvio. Las cosas en el mundo andaban mal – muy mal. HaShem estaba furioso y resolvió destruir al mundo entero a excepción de la familia de Noaj (Noé). ¿Que fue lo tan malo que había en el mundo? Después de todo, algo muy serio tuvo que haber ocurrido para que el Todopoderoso llegue a destruir Su creación y empezar nuevamente…

Y bien, la Torá nos dice, "Ahora la Tierra se corrompió delante de Di-s. Y Di-s vio que la Tierra se llenó de perversión". Di-s dijo a Noaj, "El fin de toda carne ha venido a Mi, pues la Tierra se lleno de robo a través de ellos. Y he aquí que estoy a punto de destruir la Tierra" (Génesis 6:11-13).

Parece que hubieron dos delitos fundamentales: corrupción/perversión y robo. El robo es obvio. En relación a la corrupción, los comentaristas explican que fue la suma de lascivia e idolatría. De hecho, fue tanta la perversión, que "toda carne se corrompió". No sólo el genero humano tuvo un comportamiento adultero, sino que también todos los animales y aves se juntaban con los de otras especies" (Rashi ibid.) ¿Pero que sello el destino de la Tierra? Aparentemente dos grandes ofensas…

La Torá trae las palabras que HaShem le dijo a Noaj: "Ahora la Tierra se corrompió delante de Di-s. Y Di-s vio que la Tierra se lleno de perversión". A Noaj, por otra parte le dijo: "El fin de toda carne ha venido a Mi, pues la Tierra se lleno de robo a través de ellos". ¿Pero de los dos delitos, cual fue el que llevo al Todopoderoso a la desafortunada decisión: robo o perversión/corrupción?

El legendario comentarista Rashi explica que: "Siempre que se combinen lascivia e idolatría, viene al mundo un castigo que afecta tanto al bien como al mal de manera indiscriminada". Pero mas adelante, cuando la Torá nos cuenta el pecado del robo, Rashi explica que "el destino fue sellado solo por causa del pecado de robo".

¿Como se conjugan estos dos males tan distintos para poner fin al mundo? ¿Además, que lección podemos aprender de todo esto?

Según un popular programa de noticias, la historia que relatare a continuación ocurrió a fines de los ochenta. Un ladrón entro en un banco en Oceanside, California con una pistola y una nota. El ladrón miró alrededor para escoger el cajero más "fácil" de atacar. Cuando vio que en uno de ellos había una mujer de unos cincuenta años con apariencia de una tierna abuela, decidió que era el blanco más fácil… El ladrón le dio a la señora una nota en la que demandaba el dinero. La nota decía: "Entrégueme todo su dinero ya mismo o le vuelo la cabeza, la hago… en un segundo (utilizando una mala palabra)”.

Ella removió la base de metal del cajero como para agarrar el efectivo. Al mismo tiempo, la mujer miro hacia abajo, tomo la base de metal del cajero, la arranco y en vez de darle el dinero le tiro la chapa por la cabeza. Golpeo una vez, y otra vez, y otra vez. La mujer empezó a gritarle con mucha furia. El dinero volaba por todo el banco. El ladrón, deslumbrado, trato de escaparse con miedo, y salió corriendo. Un policía lo atrapo y lograron detenerlo. Mientras tanto, la "débil" mujer lo corría fuera del banco gritándole: "Mal educado. ¿¡Cómo se atreve a hablarle tan groseramente a una señora!?".

Muchos comentaristas explican la diferencia entre el juicio que hizo HaShem y Su furia. Son temas separados. El juicio sucedió porque la gente robaba. El pecado de robo merece ser juzgado y lo adeudado debe ser devuelto. Quizá también pudo haber habido arrepentimiento en esa generación, pero aquellos actos tenían que ser juzgados. Pero el robo solamente, por más descarado que sea, no es suficiente para destruir a un mundo. El robo, de haber ocurrido sin un complemento, no habría producido la furia de HaShem. Pero cuando el robar a alguien se suma la arrogancia, la moralidad depravada, y se corrompen las normas de la civilización, entonces el juicio se sucede con furia.

A menudo las personas pecan. Incluso roban. Estos delitos tienen que ser juzgados como corresponde. Pero cuando el egoísmo de robo y avaricia los provocan, se puede arrastrar a la ruina a todo un mundo.

– Dedicado en memoria de Rabi Shimon Sumner –

(Gentileza: www.tora.org.ar)
 

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