El Remedio Para Todos Los Males

La sensación de "bienestar" no depende del estado de salud, la situación económica, social ni política… Muchas personas que vivieron en épocas terribles estaban alegres y de buen semblante, ¿cómo?…

La Alegría: El Remedio Para Todos Los Males

Hoy en día es sabido que el paciente que se cuida de estar alegre y optimista y hace todo lo posible por mantenerse de buen humor está aumentando enormemente sus posibilidades de curarse. La alegría no es solamente una cuestión de "tendencia natural" con que nacieron algunos o una "buena costumbre" que adoptaron otros sino que se trata de un imperativo médico, y así está escrito en los libros sagrados judíos:

"Aquél que quiera gozar de buena salud debe saber que la persona tiene altibajos emocionales y que tiene que cuidarse mucho de ellos. La persona oscila entre la alegría y la preocupación; el enojo y el miedo. Todos estos sentimientos ejercen una poderosa influencia en el alma y la persona inteligente sabrá que debe estar satisfecha con lo que Di-s le dio en la vida y que no debe fijarse en lo que tienen los demás y no debe quejarse todo el tiempo de lo que no tiene y debe estar siempre alegre y de buen humor, porque de ese modo su cuerpo funcionará como es debido y podrá digerir los alimentos en forma saludable. Y la preocupación es lo opuesto a la alegría y además causa un enorme daño. Y más que nada la persona deberá cuidarse de no comer cuando está enojada o cuando siente miedo o está preocupada, sino únicamente cuando está alegre".

Vemos entonces que la alegría no es solamente una buena costumbre, sino que es una obligación (!) y un requisito indispensable para gozar de buena salud. La persona alegre es más sana en términos físicos y también en términos emocionales. Además, cuando la persona está alegre, eso ejerce una influencia curativa en el cuerpo.

Es sabido que cuando uno está alegre hay glándulas en el cuerpo que excretan una hormona que literalmente cura enfermedades. Incluso es sabido de personas con enfermedades terminales que se curaron completamente utilizando un método curativo que pone énfasis en la risa y la alegría, evitando toda forma de amargura y tristeza. Y, desgraciadamente, también ocurre lo contrario: cuando el enfermo sucumbe a la depresión y la desesperación, no hace más que empeorar su estado de salud.

La alegría es una necesidad básica del ser humano, y así como éste no puede sobrevivir si no come, no bebe o no duerme, tampoco puede sobrevivir si no vive con alegría.

Es evidente que hay un sinfín de razones para estar alegres. La pregunta es ¿cómo obtenemos la alegría? La alegría la obtenemos cuando aceptamos con amor la forma en que el Creador se conduce con nosotros. Y cuando aceptamos Su conducta con amor, entonces, medida por medida, Él acepta nuestra conducta con amor, aunque esté lejos de ser perfecta…

Fijémonos en los bebés: así como el bebé es naturalmente alegre porque no se preocupa por el futuro y confía en que su mamá le va a proveer todo lo que necesita, así también tiene que vivir la persona: tranquila, pues tiene en Quien confiar y de ese modo siempre estará feliz y contenta.

La sensación de "bienestar" no depende del estado de salud, la situación económica, social ni política, etc. Es sabido de muchas personas que estaban muy enfermas, que vivieron en épocas de terribles hambrunas, que soportaron terribles guerras y aun así siempre estaban alegres y de buen semblante.

Sabemos de alguien muy alegre, de hecho tan alegre que todos los que lo conocían estaban convencidos de que todo le iba fantástico en la vida. Pero en realidad este individuo se había quedado viudo muy joven y tuvo que criar él solo a sus hijos y para colmo tenía un hijo con problemas de salud. Aparentemente, este hombre tenía todas las razones para estar deprimido, pero como ya dijimos, la alegría no depende de las condiciones en que uno vive, sino que es algo que surge desde adentro, es fruto del esfuerzo personal y del trabajo que la persona hace sobre sí misma. La alegría no depende de lo que la persona posee sino de la forma en que encara lo que Di-s le dio en la vida. La persona alegre siente que tiene todo, que no le falta nada.

En efecto, vemos que la persona alegre es muy valorada por la sociedad. No tiene conflictos con los que la rodean y por eso todos buscan su compañía. Por el contrario, la persona triste está alejada de su Creador y los demás no la soportan y la esquivan y ni siquiera sus familiares pueden tolerarla…

El problema es que en la espiritualidad no existe la neutralidad (uy! me salió un versito…). Si uno no sube, necesariamente baja. Si uno no se esfuerza por estar alegre, entonces va a caer presa de la tristeza, la preocupación y la desesperación.

La vida está llena de pruebas, pero tal vez la prueba más difícil de todas sea no dejarse tirar abajo por la Mala Inclinación, esa tendencia a ver todo lo negativo en la vida. Si fuera por ella, ya estaríamos bajo tierra…

La vida tiene un valor incalculable y se pasa volando y es una lástima desperdiciarla en la tristeza y la depresión cuando podríamos estar disfrutándola y aprovechándola al máximo…Mira a tu alrededor y verás que tienes un montón de razones para alegrarte. Empieza a contar tus bendiciones. Llegó la hora de que hagamos "switch" y cambiemos de enfoque. ¡De nosotros depende!

 – Basado en Marvé Latzamé –