El Efecto “OMEGA”

Ultimamente el Ritalin se puso de moda y casi no hay familia que no lo compre religiosamente todos los meses en la farmacia. ¿De veras no hay otra solución?

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S. Efrati

Posteado en 05.04.21

 Ultimamente el Ritalin se puso de moda y casi no hay familia que no lo compre religiosamente todos los meses en la farmacia. La pregunta es: ¿De veras no hay otra solución?

El efecto “Omega”

“¡¡¡Mamáaaaaaaaaaa, me falta un zapato!!!

“Ay!!!!!!!!!! Dame esa hebilla! Ladrona!!!!! Devolveme esa hebilla!!! Maamááaááa!!!!!!!!! Miri me robó la hebilla!!!!!!!”.

“¡¡¡Uay!!! ¡¡¡Dentro de cinco minutos tengo que estar en la parada y no encuentro la valija!!!”.

Ay… las mañanas. Las benditas mañanas… Cada día, cuando abro los ojos y digo Modé Aní (“Te doy las gracias”), siempre trato de agregar mi propia plegaria personal para esa mañana que me espera: Di-s mío, ayúdame a que salgan todos a hora, a que no lleguen tarde, que no se olviden nada, que los protejas en el camino. Ay Di-s mío, cuídamelos y que les vaya bien en el colegio, que se porten bien, que no les peguen, que ellos no les peguen a los demás, que presten atención, que no les duela nada, que coman toda la comida, que estén sanos, que se cepillen los dientes… ay, Di-s mío, cuídamelos Tú, porque yo ¿hasta dónde puedo cuidarlos?”.

Gracias a Di-s, hoy a la mañana me desperté temprano, recé, tomé un cafecito (de cereales… ¡Di-s me libre y guarde de consumir cafeína con los nervios que tengo!), puse un CD a todo volumen y fui despertando a mis hijos, uno por uno. Todo un emprendimiento, teniendo en cuenta que se fueron a dormir a las once (después de que me quedé afónica de los gritos…). 

En fin… la cuestión es que a las ocho menos diez ya estaban todos vestidos, más o menos listos para salir, esperando que les diera el sándwich y la fruta y la bolsita de beigalaj para el recreo… Excelente. Yo le di a cada uno su bolsita con la comida y su botellita de plástico con agua mineral y una manzana para ir mordisqueando en el camino y “¡Chau! ¡Que tengan un buen día!”.

“Ay… qué alivio, gracias a Di-s que todos salieron a tiempo”.

Pero entonces me di cuenta de que no había preparado el “cocktail” de desayuno (¿o tal vez debería llamarlo “aperitivo”?), que consiste, como sabe perfectamente cualquier madre con hijos hiperactivos, de un brebaje compuesto de jugo de naranja (o manzana, o agua de la canilla, según la disponibilidad…), media cucharadita de “Tranquilor súper forte”, el nuevo jarabe naturista para chicos con AHDD, dos cápsulas de Omega 3 para niños con gusto a goma de mascar Bazooka, pero sin la cápsula de plástico, media pastillita triturada de calcio-magnesio con sabor a vainilla-chocolate y cuatro gotitas de Flores de Baj que me recomendó mi vecina para estos casos rebeldes…

La semana pasada, la directora de la escuela de mi hija me había convocado “urgente” a su oficina, para “charlar de Nejami, qué rica… yo la quiero tanto… sí, es tan dulce… pero no podemos seguir así… las maestras se quejan… se para, molesta, interrumpe, manda notitas a las amigas, en fin… un desastre… Yo le voy a dar el teléfono de un neurólogo muy bueno… Sí, yo creo que es un caso típico de Ritalín… Qué se puede hacer… Ella es tan inteligente, tan despierta…  Una lástima que se porte tan mal… Sí, mi nieto también toma Ritalín… ¿Qué hay? No tiene nada de malo… Sí… Hay que ayudarla… Yo la quiero tanto a Nejami…”. Sí, ella la quiere tanto, pero no tiene la infraestructura para ayudarla. No cuenta con los medios. Pobre, la directora, cuando la nombraron directora de este colegio no se imaginaba el lío en que se estaba metiendo…

Yo traté de explicarle a la queridísima directora que el problema de Nejami es simple, única y exclusivamente emocional y que no tiene nada que ver con todas esas siglas extrañas que me mencionó; lo que Nejami necesita, requiere, exige y hasta toma por la fuerza, es una (o tal vez más de una) dosis extra de atención, de afecto, de consideración. Mi hija no puede simplemente ser una más en la clase. Ella tiene que llamar la atención, dejarse oír y dejarse ver, sobresalir por las buenas o por las malas…

La directora no se dejó impresionar por mi entusiasta discurso y me dijo en forma terminante que “así no podemos seguir” y que si quiero seguir mandando a Nejami a su escuela, tengo que hacer turno mañana mismo con el neurólogo.

Yo, que soy y siempre fui una acérrima partidaria de la medicina no convencional, la naturopatía y el naturismo y todo lo que tenga color verde, y que tengo el armario de la cocina repleto de todo tipo de gotas, jarabes, vitaminas naturales, pastillitas homeopáticas, flores de Baj, aceites de aromaterapia y todas las infusiones de plantas medicinales habidas y por haber, oí la palabra “neurólogo”… ¡y casi me da un síncope!

Porque “neurólogo” equivale a “Ritalín”, que es una palabra que no está incluida en mi léxico…

Entonces ese mismo día fui a darme una vuelta por los negocios naturistas en busca del elixir que salvaría a mi Nejami de caer en las garras de la medicina convencional, no sin antes hacer un turno con la experta en diagnósticos psico-socio-educativos-cognitivos que a cambio de ocho billetes de la más alta nominación, declararía a mi Nejami libre e inocente de toda posible acusación de ADD, ADHD o como quieran llamarlo…

Así fue como descubrí este “Tranquilor súper forte” y las cápsulas de Omega, que según la propaganda ejercen exactamente el mismo efecto que el otro remedio que prefiero no nombrar. Y así fue como empecé a mandar a Nejami todos los días al colegio, armada hasta las trincheras con este brebaje único y súper potente que la deja sumisa y dócil y fácil de manejar.

Pero esta bendita mañana, ay… con todo el apuro y los gritos y los nervios, Nejami salió corriendo y recién entonces me di cuenta de que me había olvidado de darle el “cocktail” de desayuno… Ay, Di-s mío, pensé, qué lío… qué desastre… no quiero ni pensar… quién sabe lo que nos espera.

Y cuando terminé de decir eso, pensé: Espera un segundo, ya que estás hablando con Di-s, ¿por qué no Le pides que todo vaya bien? ¿Por qué no Le pides que haga un milagro y Nejami se porte bien a pesar de que no tomó las gotas? ¡Si el Mismo que les da fuerza a las gotas puede darle a Nejami la calma y la disposición y las ganas de portarse bien! Y entonces, agotada, desinflada y completamente exhausta, Le dije:

“¡Di-s mío, por favor, Te lo suplico, ¡¡hazme el efecto Omega!!”.

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1. Enid Quetell

12/22/2016

JAJAJAJA!!! Muy bueno!!

jajaja!! Yo pasé por una situación parecida!! Gracias por compartir un tema cada día más común en las familias. Dejamos a Dios para cuando no queda remedio, y Él siempre está esperando que nosotros lo escojamos como primera opción!! Finalmente me di cuenta que eso de las pastillas es una dependencia horrible, a tal punto, que le quita la confianza a los niños y a nosotros los padres de las capacidades que ellos mismos tienen, sin necesitar medicamentos.

2. Enid Quetell

12/22/2016

jajaja!! Yo pasé por una situación parecida!! Gracias por compartir un tema cada día más común en las familias. Dejamos a Dios para cuando no queda remedio, y Él siempre está esperando que nosotros lo escojamos como primera opción!! Finalmente me di cuenta que eso de las pastillas es una dependencia horrible, a tal punto, que le quita la confianza a los niños y a nosotros los padres de las capacidades que ellos mismos tienen, sin necesitar medicamentos.

3. Tova de Voogd

1/04/2012

FE!!! Esto se llama FE!!!!

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