Di-s Tiene Fe en Ti

Al observar el mundo alrededor nuestro, no podemos evitar vernos atacados por la incertidumbre y el estrés; la verdad es que…

Di-s tiene fe en ti

Se cuenta la historia de tres amigos que se reunían semanalmente en un café de Tel Aviv, a lamentarse frente a la situación mundial y las dificultades de sus vidas diarias.

En cierta ocasión uno de los integrantes decidió que ya era suficiente negatividad y así, en medio de la discusión y el estrés se levantó y enfáticamente anunció: “Saben qué, basta de preocupaciones, ¡Di-s nos va a salvar!”.

Los demás compañeros quedaron totalmente estupefactos, pero uno de ellos notó algo extraño y retrucó: “Si tú estás tan convencido de que Di-s nos va a salvar, entonces – ¡¿por qué te ves tan nervioso y angustiado?!”; el hombre respondió: “¿Acaso crees que es fácil ser optimista?”.

Al observar el mundo alrededor nuestro, no podemos evitar vernos atacados por la incertidumbre y el estrés; la verdad es que todo parece andar a la deriva y las aflicciones diarias eclipsan la idea de que Di-s controla cada detalle de nuestra realidad.

¿Será optimista pensar que Di-s nos va a salvar?

Quisiera ofrecer una meditación diferente, una que puede elucidar “la otra cara de la moneda”:

Antes de pensar si Di-s nos va a salvar, deberíamos considerar que nuestra existencia es el resultado de que Di-s cada instante decide que vale la pena darnos vida y seguir animando nuestro mundo.

Este es un increíble acto de fe donde el Creador del universo testifica que está convencido de que podemos lograr Su objetivo y aunque resbalemos o fallemos, Él nunca duda de que al final vamos a cumplir Su deseo y vamos a hacer de este mundo un hogar para Él, un elemento acogedor de los valores y principios que Él nos ha inculcado en Su sagrada Torá.

Cuando lo vemos de esta manera, podemos empezar a pensar diferente: el hecho mismo de permitirme existir, demuestra que Di-s está invirtiendo Su energía y Su tiempo en mí.

Quizás sí sea optimista pensar que “Di-s nos va a salvar”. Quizás la verdad es que Él está esperando a que nosotros le demostremos que podemos hacer del mundo un lugar mejor y entendamos que Él cuenta con cada uno de nosotros, para utilizar correctamente los sorprendentes potenciales que nos otorga y hacer del mundo un lugar digno de Su presencia.

Es cierto que hemos sufrido demasiado y que la situación es desesperada; pero el problema está en que vemos a Di-s como un as que tenemos bajo la manga. Seguimos esperando a que Él nos redima, en lugar de tomar consciencia en que Él es la fuente de nuestra vida y enfocarnos en revelar la divinidad que palpita en las profundidades de nuestro ser y en el subsuelo de cada elemento que nos rodea.

El día en que entendamos que el milagro es poder existir, que cada respiración el Creador está diciéndonos “¡Tengo fe en ti!”; ese día vamos a dejar de buscarlo afuera y vamos a empezar a mirar hacia adentro. Entonces vamos a dejar de preguntarle a Di-s por qué permite el sufrimiento y vamos a empezar a entender que en verdad, Él es quien nos está haciendo la pregunta cada instante de nuestras vidas.