La noche favorita de Hashem

¿Cuál es el secreto de la noche del Seder? ¿Cómo es que la persona está tan protegida que ni siquiera necesita decir Kriat Shemá antes de irse a dormir?  

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 03.04.23

Esta noche está protegida de las fuerzas del mal” (Ramá, Shulján Aruj, Oraj Jaim 481:2).

La Torá describe la noche del Seder como una “noche de protección” (Shemot 12:42), cuando Dios sacó personalmente de Egipto a Sus amados hijos de Israel. El Midrash interpreta el original hebreo leil  shimurim (noche de protección) de dos maneras diferentes: Primero, es una noche “reservada”- dado que Dios redimió a Israel de la esclavitud en la noche del 15 de Nisán, Él reserva esta misma noche para redimir a sus hijos, los Bnei Israel, en el futuro (Yalkut Shimoni). En segundo lugar, es una noche “protegida” (ibid), ya que la Presencia Divina de Dios repele a todos los mazikim, o sea, las fuerzas oscuras del mal.

“Noche de protección” no es un mero slogan homilético, sino que se basa en la ley religiosa. El Código Abreviado de la Ley Judía (119:9), al explicar cómo llevar a cabo la última parte del Seder, escribe: “Después de la Bendición después de las Comidas (Birkat Hamazón) servimos la cuarta copa de vino. Según la costumbre, abrimos la puerta en recuerdo de que esta noche es una noche protegida y no tememos nada”.

¿Cuál es el secreto de la noche del Seder? ¿Por qué la persona está tan protegida que ni siquiera necesita decir Kriyat Shemá antes de irse a dormir (ibid)? Con la ayuda de Dios, la siguiente parábola nos ayudará a entender cómo funciona esto.

El Rey estaba furioso con sus sirvientes. Uno derramó el mejor vino del Rey sobre la nueva túnica de terciopelo blanco del monarca. Otro le sirvió al Rey té “endulzado” con tres cucharaditas de sal en lugar de azúcar. Un tercero dejó un alfiler olvidado en la camisa nueva del Rey que lo pinchó en el brazo. Una nube de premonición descendió sobre el palacio. Los sirvientes temblaban, temiendo la ira del Rey.

El mayordomo de confianza llamó a los músicos de palacio. El Rey ansiaba la música, especialmente los exquisitos arreglos de instrumentos de cuerda de sus queridos músicos. “Entrad en la cámara del Rey y empezad a tocar, ¡no paréis aunque se os caigan los dedos! Sólo vosotros podéis aplacar al Rey”, dijo el mayordomo con urgencia.

Todos los ojos se posaron en los músicos: El violín reía mientras el violonchelo lloraba; la viola se ponía de puntillas en las octavas superiores para deleite del Rey, mientras el violín bajo mantenía un tempo constante y tranquilizador que relajaba el alma del Rey. Encantado por los exquisitos acordes, el Rey dejó a un lado todos los demás asuntos para disfrutar plenamente de la música. Poco a poco, una sonrisa gratificante sustituyó al ceño fruncido del monarca.

Los músicos habían salvado el día. El Rey no sólo perdonó a los sirvientes, sino que declaró día festivo en el palacio en honor de su maravilloso cuarteto de cuerdas.

 …

El cuarteto de cuerdas simboliza a los cuatro hijos. En la noche del Seder, incluso los hijos malvados, los simples y los tímidos se unen a su hermano sabio para cantarle alabanzas a Dios y relatar la historia de nuestro éxodo de la esclavitud de Egipto. Tal “música”, cuando los cuatro hijos se unen, es indescriptiblemente gratificante para Dios, el Rey de todos los reyes.

En la noche del Seder, cada judío habla con Dios. Rabi Najman de Breslev explica (Sijot HaRan, 70): “Porque cuando un judío desea hablar con Dios, Dios deja de lado todo lo demás. Los decretos malignos son incluso dejados de lado en este momento. Dios deja de lado todo y sólo escucha a la persona que busca Su presencia”.

A la luz de la enseñanza anterior de Rabi Najman, es fácil entender por qué la noche del Seder se llama “noche de protección”, ya que todo Israel está ocupado en sus mesas del Seder dando gracias a Dios y cantando Sus alabanzas. Todas las huestes celestiales vienen a la tierra para escuchar la historia de nuestro éxodo de Egipto. Dios concede su Presencia Divina a Sus hijos amados y escucha todas las dulces palabras que se dicen en torno a la mesa del Seder. Los elementos malignos no se atreven a mostrar la cara en una noche sagrada como esta.

Cada persona puede convertir cualquier noche en una “noche de protección” simplemente derramando su corazón en plegaria personal. Rabi Najman enseña que cuando el judío desea hablar con Dios, Dios deja todo de lado para escucharlo. Dios quiera que, en virtud de nuestra conversación con Él, aceleremos el día de la reunión de los exiliados y la redención final de nuestro pueblo, amén!

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1. Johanna Pacheco

4/07/2023

Gracias.
HaShem los siga Bendiciendo

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