Una Noche de Llantos

El hecho de estar insatisfecho en la vida – que es la deficiencia de la mayoría de las personas – es la principal manifestación de herejía…

Una noche de llantos

El dar gracias es nuestro objetivo principal en este mundo y en el mundo venidero, ya que nos lleva a la Emuná, la verdadera fe, acercándonos al Creador, y anulandolos Divinos Juicios severos. Aun más, el dar gracias acelera la Gueulá, la redención del Pueblo de Israel, y por lo tanto, la del mundo entero.

Un principio fundamental de nuestra fe, como hemos mencionado anteriormente, requiere que uno agradezca a HaShem, el Creador del Universo, por el aparente mal – así como por el bien. Por ejemplo, uno debe agradecerle a HaShem si no se siente bien o si no cierra un acuerdo de negocio importante y potencialmente beneficioso. ¿Por qué? Todas las pruebas y tribulaciones de este mundo en verdad son de mucho beneficio para el alma a largo plazo. Rabi Najmán de Breslev enseña que si uno ve en el valor espiritual de su sufrimiento – su capacidad de expiar las malas acciones, su poder de limpiar el alma y su intención de estimular a la persona para hacer teshuvá y buscar a HaShem, y su valor de reforzar el carácter de la persona – su corazón se llena de alegría, pues en verdad, no existe el mal y todo es bueno (Likutey Moharán I, 65).

Con esto en mente, podemos realmente darle gracias al Creador por los problemas de la vida, las carencias y las tribulaciones, porque sin duda todo es para el bien. Cuando nos damos cuenta de que realmente la esencia del aparente mal es para acercarnos al Creador, nuestros corazones se llenan de alegría y las puertas de la oración se abren para nosotros.

Cuanto más – La buena medida

Para comprender lo poderosas que son las expresiones de agradecimiento, examinemos lo contrario – las quejas sin causa. El hecho de estar insatisfecho en la vida – que es la deficiencia de la mayoría de las personas – es la principal manifestación de herejía. Por lo tanto, nada tan terrible separa a la persona del Creador e invoca Juicios severos como las quejas y el descontento. Aún peor, esto extiende el exilio y retrasa la plena redención de nuestro pueblo.

Podemos ver lo peligroso que es quejarse a partir del pecado de los espías que difamaron la tierra de Israel y así debilitaron a las personas, impidiendo que cumplieran con el mandamiento de HaShem de entrar en la Tierra (ver Números, capítulos 13-14). El Pueblo de Israel lloró y se quejó toda la noche sin causa. Su blasfemia contrael Creador fue terrible, porque decían (ver Deuteronomio 1:27) que el Creador los sacó de Egipto porque los odiaba, que Di-s nos libre, y que quería entregarlos en manos de los amorreos en Canaán.

El Midrash y el Talmud nos dicen que debido al llanto de una noche (que fue el día 9 de Av, que es conocido en hebreo como Tisha Be’Av), esta noche será una noche de llanto para la posteridad. A partir de este decreto fue la destrucción de ambos Templos, la Inquisición Española y el exilio de nuestro pueblo hasta el día de hoy. No sólo eso, sino que todos los miembros de aquella generación murieron y no se les permitió entrar en la Tierra de Israel, a excepción de Yehoshua Bin Nun y Calev ben Yefune, los dos espías que hablaron a favor de HaShem y la Tierra de Israel.

Esto es asombroso: ¿Por qué HaShem castiga a los hijos de Israel por la posteridad debido al llanto de una sola noche? Ellos no cometieron idolatría, derramaron la sangre de sus hermanos ni cometieron libertinaje, los tres peores pecados en la Torá. Simplemente lloraron y se quejaron una sola noche. Seamos compasivos – los espías les causaron miedo. O tal vez estaban cansados de viajar en el desierto. ¿Por qué fueron castigados tan severamente?

Aquí aprendemos que el llanto y la queja que se deriva de la falta de emuná es, sin duda alguna, la peor transgresión de la Torá!

Un principio de la Torá afirma que la recompensa por una buena acción es quinientas veces mayor que el castigo por un delito equivalente. Por lo tanto, si el llanto y la queja tienen el poder de invocar los juicios más severos de la Torá, entonces el acto de expresar nuestro agradecimiento al Creador anula esos mismos juicios severos quinientas veces más e invocan ilimitadas bendiciones.

A un nivel práctico, si una persona está pasando por pruebas y tribulaciones difíciles, lo mejor que puede hacer por sí misma es comenzar a agradecerle a HaShem, y dar gracias, y gracias y otra vez gracias…

¡El mejor consejo es darle gracias al Creador por las tribulaciones graves! Una expresión de agradecimiento es la declaración de emuná más grande que existe. Esto demuestra que la persona reconoce que todo proviene del Creador, Quien hace todo por el bien final, incluyendo las pruebas y tribulaciones actuales. Debido a que la tribulación viene de HaShem, obviamente es para beneficio propio de la persona y por lo tanto digna del agradecimiento a HaShem. El Creador sabe lo importantes que son las dificultades de la vida para la corrección del alma de cada persona. Por lo tanto, el quejarse por las dificultades indica una falta de Emuná. En consecuencia, las constantes expresiones de agradecimiento son muy importantes para el crecimiento espiritual de la persona.

No hay problemas y no hay exilio

El agradecimiento es el elemento más importante de la oración personal. El agradecimiento determina la calidad de la conexión de la persona con HaShem, así como la calidad de nuestras oraciones personales. Por lo tanto, muchos obstáculos tratan de obstruir nuestras expresiones de agradecimiento. Parece mucho más fácil – y más natural – quejarnos y llorar por nuestras deficiencias y pedirle al Creador que nos provea todo lo que nos falta.

La mayoría de las personas no son conscientes de que el agradecimiento, más que cualquier cosa, invoca la abundancia Divina. Por lo tanto, uno debe comenzar cada sesión de Hitbodedut (Plegaria Personal en Aislamiento) con expresiones de agradecimiento, comenzando con las bendiciones fijas en nuestras vidas (aquellas que no cambian de un día para otro), como nuestros padres, nuestras esposas y nuestros hijos. No subestimes nada y no olvides de agradecer al Creador por los pulmones y el aire que respiramos. Luego podemos dar gracias al Creador por las bendiciones de las últimas 24 horas.