Con la Cabeza Por Encima del Agua

¿A veces no sientes que la vida es demasiado abrumadora y que necesitas la fuerza de un elefante solamente para poder terminar el día o incluso salir de la cama cada mañana?

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Jaia Ovadia

Posteado en 17.03.21

¿A veces no sientes que la vida es demasiado abrumadora y que necesitas la fuerza de un elefante solamente para poder terminar el día o incluso salir de la cama cada mañana?

¿A veces no sientes que la vida es demasiado abrumadora y que necesitas la fuerza de un elefante solamente para poder terminar el día o incluso salir de la cama cada mañana? Como dice el refrán: “Mal de muchos, consuelo de tontos”. Así que eso te consuela, que sepas que por lo menos no eres el único…. La buena noticia es que hay una luz al final del túnel aparentemente interminable…Tal vez creas que Hashem te arrojó a este mundo sin darte ninguna ayuda, forzándote a nadar a través de tu vida, pero se nos enseña que Él jamás nos da nada que no seamos capaces de enfrentar. Así como el bebé puede estar dentro del agua sin hundirse, nosotros también nacemos con las herramientas que necesitamos para mantener la cabeza por encima del agua, si tan sólo logramos descubrir cuáles son.

Rabi Najman de bendita memoria nos dio un montón de consejos para que sepamos como evitar o superar la tristeza y la depresión que surgen de las pruebas y las tribulaciones a que nos enfrentamos en la vida cotidiana. Mientras que Hashem quiere solamente lo mejor para nosotros y nos guía por el camino, el ietzer hara, la mala inclinación, nos acosa con tanta negatividad que nos acaba alejando de la misión para la cual fuimos enviados a este mundo. Rabi Najman nos enseña que tenemos que estar alegres, porque a través de la alegría podemos vencer los sentimientos dañinos que nos quieren arrojar dentro del abismo. Si tratamos de enfocar en nuestros sinceros esfuerzos por acercarnos a Di-s y cumplir los preceptos y hacer buenas acciones, este deleite tan esquivo nos llenará el alma y nos dará la energía necesaria para que podamos perseverar.

“La alegría es el cimiento de la fortaleza espiritual, tal como está escrito: ‘Porque regocijarte en Di-s, esa es tu fortaleza’ (Nejemia 8:10)” – Likutey Moharán 1:72.

¿De qué manera esto puede liberarnos de nuestros problemas? A través de la teshuvá (arrepentimiento), la plegaria (tanto la prescripta en el sidur como la hitbodedut o plegaria personal) y de dar tzedaká, sin lugar a dudas seremos testigos de una milagrosa salvación. Al forzándonos a hacernos cargo de nuestras responsabilidades espirituales con una sonrisa en vez de con el ceño fruncido, muy pronto la alegría nos llenará el corazón.

Rabi Natan, que fue el principal discípulo de Rabi Najman, reiteró este mismo punto en una carta (#224 Alim LeTrufá):

“Es algo esencial mantenerse alejados de la amargura de la depresión y la tristeza y convertir todos los suspiros y toda la tristeza en alegría. Y ya hemos hablado a menudo de este punto, pero la persona tiene que entender por sí misma y decidir fortalecerse por todos los medios a fin de obtener la alegría de la Torá y los preceptos que tenemos cada día y llenar su corazón de alegría”.

Esto no es fácil de lograr, pero la verdad es que las cosas que valen la pena siempre llegan con esfuerzo. Hashem nos dio 613 preceptos: 248 preceptos positivos y 365 prohibiciones. No importa en qué nivel estemos ahora, si tomamos un solo precepto y lo perfeccionamos hasta que quede arraigado en nuestro carácter, muy pronto estaremos listos para continuar con el próximo desafío. Además no se supone que debemos hacerlo solos sin la ayuda de guías calificados, rabinos respetados y nuestros santos Tzadikim, que nos ayudan a mantenernos en la balsa salvavidas mientras las leyes Divinas de la Torá nos rescatan de las tenebrosas profundidades.

Un precepto muy importante que los hombres deben llevar a cabo es el de tefilín. Una de las primeras fuentes de esto aparece en la Torá en el libro de Éxodo, cap. 13:16. Después de relatar las últimas plagas que acometieron a nuestros opresores y la siguiente redención del pueblo de Israel, leemos: “Y será una señal en tu mano y serán frontales entre tus ojos, pues por la fuerza de Su mano Hashem nos sacó de Egipto”. Al ponernos tefilín a diario, no sólo estamos cumpliendo con este precepto sino que estamos recordando continuamente la devoción del Todopoderoso para con nuestro Pueblo, al sacarnos de Egipto.

“Ve nuestra aflicción, toma nuestro agravio y redímenos prontamente por amor a Tu Nombre, pues Tú eres un poderoso Redentor” (de la plegaria Shemone Esre). Si te sientes abandonado, sin adónde ir, sin nadie a quién poder dirigirte, recuerda siempre que Él está siempre presente, las 24 horas del día, siete días a la semana. Siempre puedes hablarle, llorarle y rogarle que te ayude y Él ciertamente te rescatará. Él te ama y jamás te abandonará. Lo único que te pide a cambio es que trates de implementar Sus preceptos con una abundancia de gratitud por todas las bendiciones y también por todas las dificultades.

No va a pasar mucho tiempo antes de que sientas que Di-s Mismo te está manteniendo a flote y dándote ánimo y entonces tu rostro se volverá radiante gracias a Su Majestuosa Luz.

Por eso, dibújate una sonrisa en el rostro y con la ayuda de Di-s muy pronto vas a estar rodeado por todos sus afectuosos hermanos y hermanas, dándole la bienvenida al Mashíaj en el reconstruido Beit Hamikdash, que sea muy pronto en nuestros días. Amén!

 

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