La Vida es un Laberinto

Desde el día en que llegamos a este mundo hasta el último segundo de nuestras vidas, navegamos por un laberinto peligroso y muy complejo.

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Jaia Ovadia

Posteado en 17.03.21

Desde el día en que llegamos a este mundo hasta el último segundo de nuestras vidas, navegamos por un laberinto peligroso y muy complejo.

Dijo Rabi Najman: “Jamás deberíamos insistir en que las cosas vayan exactamente tal cual queremos” (Tzadik #433)

Desde el día en que llegamos a este mundo hasta el último segundo de nuestras vidas, navegamos por un laberinto peligroso y muy complejo. Salimos del oscuro y cálido confort del útero materno a la realidad de un mundo frío, difícil y lleno de desafíos. Como si fuéramos ratones ciegos, vamos a tientas, por un sendero lleno de recovecos y barreras y callejones sin salida.

La cuestión es de qué manera pasamos por este laberinto llamado “Vida” con relativa compostura y felicidad. HaShem nos colocó a cada uno en nuestra propia misión personal. Él nos provee señales y recursos que están a nuestra disposición si tan sólo llevamos a cabo las instrucciones. En nuestro viaje rumbo al destino final, tenemos que buscar con mucho cuidado los puntos de salida. Y en cada pasaje hay muchas pistas diferentes que inevitablemente nos conduce al Manual de Instrucciones (la Torá), pero por lo general estamos demasiado atareados tratando de hacer las cosas a nuestra manera, pensando que sabemos lo que estamos haciendo. Y cuando llegamos a una barrera, en vez de pedirles ayuda a aquellos que tienen experiencia y que entienden del tema (como ser por ejemplo un rabino respetado), muchas veces simplemente nos damos vuelta y probamos un pasaje diferente, que nos desvía aún más hasta que por fin estamos tan pero tan desorientados que no sabemos para dónde ir.

Dijo Rabi Janina ben Jajinai: “Todo el que permanece despierto de noche o viaja solo por el camino y torna su corazón al ocio ha renunciado a su vida” (Pirkei Avot 3:5)

Dado que los distintos laberintos interseccionan en diferentes dimensiones, tenemos que aprender a conectarlos como estructuras múltiples para que todos fluyan juntos de manera simbiótica. Si no hay cooperación y respeto mutuos, no va a poder iluminar adentro la Luz Divina. Cuanto más oscuro sea el corredor, más difícil será de navegar. No basta con abrir las puertas para nuestro propio uso personal y rezar solamente por nosotros mismos, sino que tenemos que compartir con los demás.

Tenemos libre albedrío y la capacidad de tomar decisiones. Cada decisión que tomamos nos acerca aún más a la línea de llegada, pero depende de nosotros si el camino será llano y sagrado o lleno de obstáculos y pérdida de tiempo. Cuando tomamos la ruta correcta, confiando en que el Todopoderoso está controlando todo, el las piezas del rompecabezas encajan con facilidad. Y cuando HaShem ve que estamos tomando las decisiones correctas, Él ilumina nuestro sendero con más claridad aún. Y si tenemos el mérito, en cada esquina nos esperan más y más pistas.

Si vemos que nos sentimos perplejos y que la vida es demasiado compleja y demasiado confusa, no hay necesidad de perder la esperanza. Rabi Najman enseña que “no hay desesperación en el mundo”. Llamemos al Creador del Mundo y pidámosle ayuda y guía. Y no olvidemos que todo lo que poseemos, tanto material como física y espiritualmente, es gracias a la compasión de Dios y Su misericordia, y que es un regalo que no podemos dar por sentado. Comprendamos que todos los obstáculos de la vida son en realidad Tesoros ocultos, que nos han de acercar a la Luz al final del túnel.

Por eso, a pesar de todas las dificultades, digamos en voz bien alta que la vida con Emuná es un laberinto lleno de increíbles y agradables sorpresas!
 

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