El Consejo del Baba Sali

El gran tzadik Baba Sali se le apareció a Rivka en un sueño hablando en francés, igual que cuando estaba con vida para transmitirle un poderoso mensaje…

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Rivka Levi

Posteado en 26.01.23

Hace unos meses tuve un sueño muy pero muy vívido. (Sí, ya sé que los sueños de la gente por lo general son bastante aburridos, pero este que les voy a contar es algo verdaderamente especial!).

Soñé que estaba en una ciudad de Israel en la que la gente hablaba en inglés y era la festividad de Sucot. En uno de los patios habían construido una sucá enorme que estaba adornada con cintas y guirnaldas de todos colores. La sucá estaba repleta de gente y todos bailaban muy alegres. Yo pensé que seguramente había llegado el Mashíaj, de tan felices que estaban todos.

De repente, apareció junto a mí un cofre de plata enorme y en la ranura que tenía en la parte superior yo introduje un enorme fajo de billetes.
Ahí fue cuando apareció el anciano, hablando en francés. Yo la verdad que no entendía casi nada de lo que estaba diciendo. Pero el anciano tenía una mirada muy dura y repetía una y otra vez: “Tu te crois que tu es fahima”.

En el sueño, yo no tenía la menor idea de lo que estaba diciendo, pero lo que decía me causó un impacto tal que recordé sus palabras incluso después de que me desperté.

Entonces la sucá empezó a caerse encima de la fiesta. Yo sabía que eso era “el fin”. Justo en ese momento apareció uno de mis hermanos, que también puso dinero en el cofre de plata.

El anciano volvió a aparecer y empezó a darle a este hermano mío una enorme bendición: que sea un árbol que dé muchísimos frutos. Otra vez habló en francés, así que traté de traducir lo que estaba diciendo. Entonces me desperté.

¿Quién era ese anciano? Al principio pensé que era el Rav Kaduri, pero si bien el rostro era similar, yo sabía que no era él. Entonces me di cuenta: ¡Era el Baba Sali!

Este sueño lo tuve el miércoles a la noche. El jueves a la mañana llamé a mi marido y le dije que al día siguiente, el viernes, quería ir a visitar la tumba del Baba Sali en la ciudad de Netivot.

Mi marido me devolvió la llamada unos minutos más tarde muy emocionado: “¿Sabías que hoy es el aniversario del fallecimiento del Baba Sali?”. No, no lo sabía. Ahora empecé a tomar el sueño mucho más en serio.

Del sueño deduje dos cosas: lo primero es que la conmoción y el caos a raíz de la llegada del Mashíaj era algo inminente y que lo único que nos iba a salvar era dar mucha caridad. La otra cosa que sentí era que muchísima gente no iba a sobrevivir. Me levanté muy triste por el hecho de que, de toda mi familia, solamente hubiera sobrevivido una sola persona.

Durante un par de días me quedé muy preocupada por lo que el Baba Sali me había tratado de decir. En español, esto quería decir: “Tú te crees que eres fahima”. No tenía la menor idea de lo que significaba eso.

Decidí que iba a ir a visitar al Baba Sali a pedir guía del  Cielo. Todavía era el día del aniversario, así que estaba lleno de gente. Era  una escena llena de color, ruido, plegarias, y mujeres desconocidas insistiendo en que comiera todo tipo de platos raros.

La verdad es que me encantó y me sentí muy cómoda, si bien no era lo que se llama una típica “visita a la tumba de un tzadik”.

Me quedé varias horas rezando para que mi marido tuviera éxito en su nuevo negocio y por otros tantos temas que estaban candentes por esa época. Por lo menos parte de las plegarias fueron respondidas con mucha rapidez.

Pero recién un par de días más tarde me di cuenta de que lo había querido decirme el Baba Sali:

Mi apellido de soltera es Fhima (con hache muda). Se trata de un nombre marroquí, que significa “inteligente”. Muchos inmigrantes, al llegar a Israel, se lo cambiaron por “Navón”, que en hebreo significa “inteligente”.

El Baba Sali me estaba reprendiendo por pensar que yo era inteligente, o, en otras palabras, por pensar que yo era una “jajam”, como en el cuento de Rabí Najman de Breslev, “El Inteligente y el Simple”.

Lo que pasa es que yo hace ya un par de años que estoy tratando de librarme de toda la “sofisticada inteligencia” y de vivir una vida más feliz y más simple. A veces lo lograba y otras veces, no.

Al momento de tener el sueño, estaba tratando de entender cómo podía ser simple. Lo que el Baba Sali me estaba diciendo era: ¿Quieres ser simple? Entonces deja de pensar en que eres inteligente . Solamente continua dando caridad, escucha a los tzadikim y para de una vez con todos tus “pensamientos inteligentes”!

También me di cuenta por qué es tan difícil dejar de ser “inteligente” – y es porque es un rasgo familiar que se transmite ya durante generaciones, y que, de hecho, es mi apellido de soltera.

Ese era el mensaje específico que me estaba enviando el Baba Sali. Y el mensaje más generalizado era que la gente que da toda la caridad que es capaz de dar es aquella que va a sobrevivir en los difíciles días por venir.

Esto es algo que percibo incluso en mi pequeño círculo de amigos. La gente que yo conocía de mi país de origen y que era famosa por dar mucha caridad, era la misma gente que había logrado inmigrar a Israel, a pesar de todos los obstáculos.

Este sueño lo tuve hace ya unos meses. Se preguntarán por qué se lo estoy contando recién ahora. Es que la semana pasada le estaba contando a una persona parte del sueño y que el Baba Sali había estado hablando en francés. Esta persona está conectada con la familia del Baba Sali, y me dijo que el idioma que hablaba el Baba Sali en su casa era el francés.

“¡Tu sueño fue real!”, me dijo esta persona con mucho entusiasmo.

Y la verdad es que sí, que me pareció absolutamente real. Y es por eso que quiero compartirlo con ustedes ahora. Las cosas se están moviendo a ritmo acelerado. Nos estamos encaminando a una época muy dichosa, y muy difícil. De enorme construcción y de enorme destrucción. Una época en que las familias se unirán pro siempre, o se separarán por siempre.

La única forma de sobrevivir esta época tan difícil es dando caridad, manteniéndonos simples y escuchar lo que dicen los tzadikim, los grandes rabinos de la generación, incluso si el Mashíaj, la Redención Final y todo lo que viene incluido en el paquete nos parece como un sueño lejano.

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1. Rosa del Sagrario Severino Cortés

5/18/2023

Desde la hilula de Baba Saly he soñado y pensando en el. A las 2 semanas de su hilula lavando mis dientes me lastimé una muela, a lo que Baba Saly me dijo has Tronado la muela hay que sacarle. Todo ese jueves tuve dolor derecho de la cara. En la noche por el cansancio y el dolor yo no pude dormir, veían la cara del Tzadik y sentí su mano en mi boca.
Al otro día, lavando mis dientes la muela salió con todo y raíz. Como se acerca Shabbat no pude ir a la dentista hasta el día siguiente. Y la dentista me dijo: que te hago la muela salio con todo y raíz y hasta tiene cicatriz. Te daré un poco de antibiótico. Pero solo 3 días. El caso es que desde su hilula no he dejado de soñar y pensar en él Tzadik.

2. Gabriel y Lulu Gatibay.

1/31/2023

Que matavilla de Jashem que ele envió ese sueño tam verdadero. Shalom

3. María de Jesús Mendieta Morfín Hija de Carlota

1/27/2023

Pido por el mérito del Gran Tzadik Baba Salí, que se establezca sobre nosotros, la Paz, Bendición, Vida, y Gracia,y que su dinero Bendito de sus canales de Oro lleguen a mi y a mis hijas y nietos, para servirlo a Él que es bueno y Benefactor y solo a el Rey del Universo Dios Todopoderoso Bendito Padre HaShem Misericordioso Él Uno y Único. Amén ve Amén 🕎🔯✡️🙏

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