El Increíble Tikún HaKlalí

Siempre les cuento a mis amigos las increíbles salvaciones que he obtenido en los desafíos cotidianos de la vida gracias a la recitación del Tikún Haklalí.

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Shai Mor

Posteado en 05.04.21

El Tikún Haklalí consiste de diez Salmos específicos dichos en orden – 16, 32, 41, 42, 59, 77, 90, 105, 137 y 150.

Siempre les cuento a mis amigos las increíbles salvaciones que he obtenido en los desafíos cotidianos de la vida gracias a la recitación del Tikún Haklalí.

Mi esposa me dijo que es muy importante contarles a los demás historias de siata dishmaia, o sea, de Asistencia Divina.

Hace una semana y media, en víspera de Shabat, yo tenía que viajar y no sabía que el horario del ferry era distinto y en vez de hacer un viaje que yo pensaba me iba a llevar diez minutos a las 2.40 para poder abordar el tren de las 2.54, me di cuenta de que el ferry recién iba a llegar a las 2.45. El tren siguiente recién era para las 3.29 y entonces me iba a quedar muy poco tiempo para prepararme para Shabat. Enseguida me puse a pensar la gran carga que eso implicaría para mi mujer y empecé a pedirle a Hashem que la salvara de esa prueba. La persona que estaba sentada a mi lado esperando el ferry me dijo que él también esperaba alcanzar el mismo tren que yo, pero enseguida se dio por vencido y me dijo: “Olvídalo… ni siquiera te hagas esperanzas…”. Yo sé, por las enseñanzas del Rabino Shalom Arush y Rabí Najman de Breslev, que Hashem controla todo. Cuando subí al ferry, me senté y decidí empezar a recitar el Tikún Haklalí. Hashem siempre me ha concedido prácticamente todo lo que Le pedí después de recitar el Tikún Haklalí y yo sé que todo lo que no me concedió fue porque no era bueno para mí en ese momento. Entonces dije el Tikún Haklalí sin mirar afuera. El ferry tendría que haber llegado a destino en 8 minutos y por lo general a la tripulación le lleva un par de minutos hacer bajar a la gente.

Esta vez, no sólo que llegamos al tren, sino que llegamos con un minuto de anticipación.

Un domingo, fui al comedor a estudiar un poco de Torá antes de que se despertaran los chicos, pero justo cuando empecé a estudiar, el bebé se puso a llorar. Entonces agarré al bebé y lo llevé al dormitorio. Pero entonces el bebé se puso a llorar mucho más fuerte. Mi mujer me dijo que fuera al comedor y continuara estudiando. Me sentí mal. Empecé a decir el Tikún Haklalí y cuando llegué al segundo Salmo, el bebé se calmó “como por arte de magia”.

Y mi amigo Yosi Mizraji me contó esto:

Me contó que él conoce a alguien que hizo teshuvá, o sea, se acercó a sus raíces judías, pero antes era ladrón. Y antes de tratar de robar, decía el Tikún Haklalí. “Pero nunca funcionó”, se quejó el amigo. Y mi amigo Yosi le dijo: “¡Qué tonto que eres! Por supuesto que funcionó! ¡Te salvaste de meterte en problemas!”.

 

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2. RICARDO PULIDO RAMIREZ

10/30/2023

ME INTERESA RECIBIR EL TIKUN HAKALI PARA REZAR POR TODO NUESTRO AMADO AM ISRAEL.

3. Cecilia García Tijiboy

1/18/2023

Hashem es grande y misericordioso

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