Rosh Hashaná con el Tzadik – Vaielej

¿De dónde aprendemos que es tan importante pasar Rosh Hashaná junto al tzadik verdadero? Miren qué interesante…

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Rabino Lazer Brody

Posteado en 05.04.21

“Reúne ante mí a todos los ancianos de tus tribus y tus oficiales y yo hablaré a sus oídos…” (Deuteronomio 31:28)

El pasaje citado plantea dos interrogantes. Primero, ya hemos aprendido , en la parashat Nitzavim, que cada hombre, mujer y niño de los Hijos de Israel se habían congregado para escuchar el último discurso de Moisés, pronunciado el mismo día que falleció. Entonces ¿para qué la Torá presenta esta afirmación al parecer superflua, de que los ancianos y los oficiales también debían hacerse presentes? Segundo, ¿por qué esta sección de la Torá se lee cerca de Rosh Hashaná?

Rabí Najman de Breslev enseña (Likutey Moharán I:10) que únicamente los tzadikim de la generación conocen la esencia de la plegaria. En marcado contraste, los arrogantes no quieren frecuentar a los tzadikim, alegando que son capaces de rezar ellos solos, y además hacen todo lo posible por convencer a los demás de que no vayan a los tzadikim. Rabí Najman añade que la única forma de anular la arrogancia, que es la idolatría en cada sentido de la palabra, es acercándose a los tzadikim. En otra instancia (íbid 11), Rabí Najman afirma que la arrogancia y la falta de santidad personal van de la mano. La persona que no guarda su santidad personal se vuelve arrogante y se considera a sí misma un ente que debe ser objeto de idolatría. Y al hacerlo, está profanando gravemente el Santo Nombre de Hashem.

Analicemos las palabras de Rabí Najman citadas más arriba: la persona arrogante no se queda satisfecha con las limitaciones que le imponen las leyes de la Torá en su vida, porque dentro del marco de la ley religiosa, él no puede saciar sus apetitos corporales de la forma en que se desea. Por eso, quiebra las limitaciones halájicas, que no son más que la jurisprudencia Divina. Y al rebelarse contra la ley de Hashem, tal como aparece codificada en el Shulján Aruj, (el Código de Leyes judías), y explicada por las autoridades halájicas de la generación, la persona se quita de encima el yugo del Cielo. Y al profanar su santidad personal, la persona se separa por completo del Creador. Su lujuria y sus apetitos corporales son la fuerza regidora de su vida, pues hace lo que sea a fin de satisfacerlos: ellos son sus “otros dioses”. Por lo tanto, esa persona es un idólatra.

Pero si esa persona, a la que le cuesta controlar sus apetitos corporales, se acercara a un tzadikim, entonces se salvaría. Hasta el corazón de piedra se derrite cuando uno se para frente a un tzadik verdadero, o sea, el líder espiritual de la generación. Uno no puede ser arrogante en su presencia, pues siente que se encuentra ante un individuo de grandeza. Esto prepara a la persona para recibir y aceptar el consejo del tzadik, que puede salvarlo de las muchas dolencias de su alma, y en especial la falta de santidad personal. Cuando la persona se va del tzadik, siente unas terribles ansias de hacer  teshuvá. Y una vez que lo hace, toda su vida da un giro de ciento ochenta grados para bien!

Como si no bastara con que el arrogante no va al tzadik, cuando encima evita que los otros también lo hagan, está entrando en la categoría de un “estorbo en el dominio público”. Y al evitar que los demás cumplan con un precepto, las puertas del arrepentimiento se le cierran (véase Rambam, Códigos de Teshuvá 8:1). Esto es algo increíble, porque significa que ni siquiera Yom Kipur puede expiar sus faltas, pues Yom Kipur únicamente expía aquellas faltas de la persona que hace sincera teshuvá.

Entonces ¿por qué la Torá hizo una estipulación especial de que los ancianos y los oficiales estuvieran presentes cuando Moisés congregara al Pueblo de Israel?

Primero, los ancianos y los oficiales tenían una función muy especial, que era asegurarse de que todos estuvieran presentes, cerciorándose de que nadie se considera un tzadik por propio derecho, o sea, alguien que no necesitaba el consejo de Moisés, quien era el verdadero tzadik de la generación.

Segundo, los ancianos y los oficiales querían asegurarse que nadie evitara que los demás se acercaran a Joshúa, que era el discípulo y sucesor de Moisés, y guía espiritual de la siguiente generación.

Tercero, Moisés les estaba comunicando que él sabía que ellos sucumbirían a la arrogancia tras la muerte de Joshúa, pues sin la dirección de un verdadero tzadik, ellos se quitarían de encima el yugo del Cielo. Vemos el poder del espíritu profético de largo alcance cuando dice: “y los Hijos de Israel hicieron lo que es malo a los ojos de Hashem… y siguieron a otros dioses” (Jueces 2:11-12). Esto sucede cuando cada persona hace lo que se le antoja, pues la arrogancia conduce a la idolatría, tal como afirma Rabí Najman. El descenso espiritual comienza con la arrogancia, haciendo que uno vaya tras los apetitos corporales y arroje el yugo del Cielo, y finalmente opte por la idolatría. Los ancianos y los oficiales tenían que alentar al pueblo a que se acercara al verdadero tzadik que sucediera a Joshúa.

Ahora podemos entender por qué se lee la Parashat Vaielej tan cerca de Rosh Hashaná: para implorarle a cada judío, y en especial a aquellos que tienen autoridad espiritual, como ser rabinos y líderes comunitarios-  para que no se interpongan en el camino de aquellos que quieren llegarse al verdadero tzadik Rabí Najman de Breslev en Uman en Rosh Hashaná.

Cada uno debería hacer lo máximo por buscar su rectificación personal, derribando las murallas de la arrogancia que se interponen entre él y Hashem y acercarse al verdadero tzadik. Rosh Hashaná es el momento oportuno para hacer estas tres cosas.  E incluso si uno no logra rectificarse completamente a sí mismo, dice la Mishná que “Lo que se conecta con la pureza es puro”. En el Día del Juicio, por la ley de la Mishná, todos aquellos que se encuentran junto al tzadik se considera como si ellos también fueran tzadikim. Y al pasar Rosh Hashaná con el tzadik, sin lugar a dudas seremos todos inscritos en el Libro de la Vida para un maravilloso Año Nuevo. Amén!
 

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1. yo

9/11/2021

baruj HaShem

2. Milagros orteg

9/29/2019

Shalom. Buenos días. Un pregunta y si uno no tiene la posibilidad de estar junto al tzadik y en Rosh Hashana como queda ? O es sólo para lis judíos ? Gracias por l respuesta

3. Marcela Silveira

10/02/2016

Amén

Amén

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