El Poder de Crecimiento

Así como la semilla crece en un suelo fértil, la Emuná es el medio a través del cual uno puede crecer como persona. Con Emuná, no hay nada que pueda causarnos daño. Nada!

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 17.03.21

En Likutey Moharán, lección 155, Rabi Najman enseña que la emuná es el poder de crecimiento. Así como la semilla crece en un suelo fértil, la Emuná es el medio a través del cual uno puede crecer como persona. Con Emuná, no hay nada que pueda causarnos daño. Nada!  Por más dificultades que pueda tener, no hay nada que pueda hacerles daño. Además no le tiene miedo a nadie. No le tiene miedo al jefe, ni tampoco a su suegro y ni siquiera a las organizaciones terroristas. Él solamente ora con vigor, como se debe, y sigue creciendo. Se pone a la altura de los desafíos que se le presentan y se dirige a Hashem cada vez que necesita ayuda. Su arma es la plegaria y cree en el poder de su arma. No es uno de esos que se la pasan quejándose y lloriqueando: “Hasheeeem! ¿Por qué me haces pasar por todo esto?”. La persona que tiene Emuná transforma su dolor en ganancia: todo el tiempo crece más y más. Es como  usar las armas de tu enemigo para tu propia ventaja y derrotarlo. Más que nada, la Emuná le confiere al individuo una gran fuerza interior, porque se apoya en Hashem.

La persona con Emuná puede darle las gracias a Hashem por todo: “Hashem, si quieres tirar bombas a mi alrededor, entonces voy a creer en Ti con bombas cayendo a mi alrededor. Si quieres arrojarme a un pozo,  entonces creeré en Ti desde el fondo del pozo”. La persona que tiene Emuná sabe que cada uno tiene su propio trayecto que transitar y que las bombas y el pozo forman parte de su propio trayecto personal, porque ellos son lo que él necesita para poder crecer, y por eso Le da las gracias a Hashem por ellos.

¿Qué pasa con la persona que no tiene Emuná? Rabi Najman dice que esa persona carece del poder de crecimiento, por lo que literalmente se pudre. La putrefacción emocional se manifiesta en la forma de tristeza y depresión. Rabi Najman dice en forma enfática que la tristeza y la depresión son producto de una falta de Emuná.

Supongamos que una persona no acepta con Emuná una determinada prueba o tribulación. No se preocupen! La situación puede rectificarse. ¿De qué manera? Dán dole las gracias a Hashem por las dificultades. Al fin y al cabo, todas ellas provienen de Él y son para tu propio bien. Espera y ya vas a ver. Ellas son el trampolín de tu crecimiento personal. Una vez que tomes conciencia de esta realidad de la vida, vas a poder transformar el dolor en ganancia.

Las quejas, los continuos gemidos, la tristeza y la depresión se van comiendo a la persona – haciendo que se pudran.

 

 

 

 

 

 

 

¿Por qué la gente se queja? Todo lo que hace Hashem es producto de la justicia y la compasión Divinas. La recompensa por los buenos actos no tiene recompensa. Pero cuando una persona tiene que expiar un pecado, Hashem la limpia y le enseña con el método de “medida por medida”. Por ejemplo, si les causaste pena a tus padres, tus hijos te van a causar pena a ti. Si hablas en la sinagoga y Le faltas el respeto a Hashem, los demás te van a menospreciar y te van a faltar el respeto. Hashem tiene que  hacer esto en este mundo porque en el Mundo Venidero no existe el concepto de “medida por medida”. Hashem nos limpia el alma y nos merecemos todo lo que nos sucede, así que ¿para qué quejarnos? Al darle las gracias a Hashem y aceptar Sus juicios con amor, estamos creciendo, tanto en lo personal como en lo espiritual.

Hashem es únicamente bueno. Y hace todo para bien. Rabi Najman nos enseña en Likutey Moharán lección 4 que cuando la persona sabe que todo lo que sucede en la vida es para bien, entonces su vida es como el paraíso terrenal. Así es como los verdaderos tzadikim viven la vida, y tenemos que saber que nuestras más grandes dificultades son una nada comparadas con lo que ellos siempre tuvieron que pasar.Así que fortalezcan su Emuná y empiecen a darle las gracias a Hashem. Cada uno tiene su trayecto en la vida – si vive la vida con Emuná, entonces va a vivir en el paraíso, pero si vive sin Emuná, entonces su vida va a ser un infierno. Sea como fuere, cada uno tiene que transitar por el trayecto que Hashem le asignó y no hay forma de escaparse, tal como aprendió el profeta Jonás, quien quiso escaparse de Hashem pero no lo logró. Cada uno tiene el libre albedrío para optar por creer o no creer; ser feliz o vivir deprimido, etc. Sí: podemos elegir ser felices. Al aceptar todo con Emuná, estamos alcanzando el poder de crecer. Transformamos el dolor en ganancia.

¿De qué manera Abraham tuvo el mérito de engendrar a Isaac? Abraham tuvo que esperar cien años y sufrir una larguísima lista de tribulaciones antes de que pudiera merecer a Isaac. Y dado que le nació a un padre que aplicaba su Emuná a cada faceta de la vida, Isaac aceptó gustosamente todo lo que su padre le enseñó. Nuestros Sabios enseñan que el mensaje que sale del corazón entra en el corazón de los demás. Dado que Abraham internalizó su conciencia espiritual y su Emuná en su propio corazón, así fue como logró infundir esa misma Emuná en el corazón de Isaac. La Torá misma atestigua esto, cuando dice que Abraham e Isaac “anduvieron juntos”, como un solo hombre con un solo corazón, rumbo a la Akedá (atadura de Isaac). Si Abraham no hubiera tenido una Emuná totalmente internalizada, no podría habérsela enseñado a su hijo Isaac y este no habría llegado a ser el santo Isaac cuyo mérito recordamos cada mañana en las plegarias.
Una vez más, tal como vemos que sucede una y otra vez, los conocimientos se internalizan apenas la persona los aplica a su vida  personal y empieza a vivir de acuerdo con ellos. De otra manera, no se consideran conocimientos. Cuando la persona sabe, tal como afirma Rabi Najman, que todo en su vida es para bien, entonces vive el conocimiento de que todo es para bien. Ese es el conocimiento de la Emuná, cuando uno puede darle  las gracias a Hashem por todo: “Gracias, Hashem, por la pérdida financiera! Gracias, Hashem, que mi mujer me gritó y se enojó conmigo!”.

Ahora Rabi Najman explica de qué modo la persona obtiene un conocimiento realmente avanzado y conciencia espiritual, acercando a los demás a Hashem. Al guiarlos y responder a sus preguntas, su propia Emuná y conciencia espiritual se fortalecen e internalizan mucho más. Y tal como hemos dicho, si la persona no practica lo que predica, entonces los demás no le van a hacer caso. Por lo tanto, cuanto más vive la persona su Emuná, más capaz será de enseñársela a los demás y de acercarlos a Hashem.

¿Se dan cuenta de lo que esto significa? Si ustedes quieren expandir  sus horizontes personales e intelectuales así como también fortalecer su Emuná, entonces ayuden a los demás a acercarse a Hashem!  Difundan libros y CDs de Emuná; enseñen Emuná; sean un buen ejemplo para los demás. ¡No hay nada más grande!
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

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