Auto-restablecimiento Automático

A veces nos sentimos estancados, desconectados… ¿Sabían que existe un método para reconectarse con la Fuerza Vital de la cual todos dependemos?

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Yehuda Frischman

Posteado en 17.03.21

Uno de los paralelos más fascinantes entre la Medicina China Clásica, que se remonta por lo menos a más de dos milenios, a la época del emperador chino Huang Di Nei Jing, y la Medicina Tradicional Judía es la importancia que ambas tradiciones les atribuyen a las emociones. Específicamente, al tratar los desequilibrios de los órganos, el médico también logra balancear y resolver graves problemas emocionales, ya se trate de depresión, enojo, manías, preocupación, pensamientos excesivos, miedos o sobresaltos. Sin embargo, muchas veces, cuando nos enfrentamos a algo inesperado, simplemente no contamos con las herramientas o con la perspicacia, para hacer algo constructivo, y entonces nos estancamos, por mejores intenciones que tengamos.

 

Para poder salir de nuestro estancamiento hace falta una gran sensibilidad y la concientización de que nos encontramos en una mala situación, desconectados de lo verdaderamente importante: nosotros mismos, nuestro medio, y nuestro Creador. La Torá nos enseña que esto exige que prestemos atención al aspecto estructurado de nuestra psiquis, y al establecernos límites, podemos conquistar esas emociones negativas. Tal como plantea la Mishná: “¿Quién es la persona poderosa (guibor – en referencia a  aquel que domina sus inclinaciones? Aquel que conquista sus instintos”.

 

Pero esto es más fácil de decir que de hacer, y en especial cuando uno se encuentra en medio de la batalla. Porque como dicen nuestros Sabios: “Cuando salgas a luchar batalla contra tus enemigos…”. El enemigo al que se refiere la Torá es aquella fuerza que nos lleva a desconectarnos de Hashem.

 

Por eso, me gustaría proponer  seis recursos a los que podemos recurrir cuando nos damos cuenta de que estamos estancados, a fin de llevar a cabo un “auto-restablecimiento automático”, reconectándonos con la Fuerza Vital de la cual todos dependemos:

 

Parpadear. El parpadeo reinicia el sistema nervioso ayudando a estimular el sistema nervioso parasimpático (la parte “descansar y digerir” del sistema nervioso autónomo). Esto humedece los ojos, y suele estimular el #2.

 

Suspirar. Rabi Najman de Breslev enseña que no hay actividad más importante que la hitbodedut, la plegaria personal, y que uno de los componentes más esenciales de la hitbodedut exitosa es el suspiro profundo. Porque tal como Rabi Najman enseña en Likutey Moharán I:109, “Cuando uno suspira y gime por su anhelo incumplido de santidad, eso hace que uno se apegue al rúaj (fuerza vital) de santidad. Esto se debe a que el suspiro es obtener aliento, ¡que es la vida misma!”.

 

Sonreír. El acto de sonreír produce asombrosos cambios bioquímicos, como por ejemplo, bajar la presión sanguínea, fortalecer el sistema inmune, secretar endorfinas (que son los analgésicos naturales del cuerpo) y serotonina (que es el neurotransmisor que nos hace sentir bien), y por supuesto, nos hace sentir más felices (¡inclusive una sonrisa forzada!).

 

Beber agua. Como es sabido, nuestro cuerpo consiste de dos tercios de agua, pero lo que no es tan sabido es lo delicado que es el sistema de distribución de los fluidos (que los chinos llaman Triple Quemador), y lo fácil que es deshidratarse. A partir de mi propia experiencia, he descubierto que sin excepción, aquellos que dejan que sus emociones los dominen SIEMPRE se deshidratan. Además, la deshidratación crea un pH más ácido, lo que hace que el cuerpo se enferme.

 

Siesta reponedora. No hay nada que nos canse más que perder el control de nuestras emociones. Pero existe un maravilloso antídoto contra el cansancio: ¡la siesta reponedora! El truco consiste en no dormir más de 15 minutos a media hora, porque sorprendentemente, cada 15 minutos que dormimos de día equivale a una hora de noche! Pero no olviden entregar el alma al Hashem para que la cuide, inclusive si duermen solamente 15 minutos.

 

Tener Esperanza. El Midrash (Bereshit Rabá 98:20) nos enseña: “Dijo Rabí Itzjak: ‘Todo es posible si uno tiene esperanza’ El sufrimiento puede liberarse con esperanza. La santificación del Nombre de Hashem puede lograrse con esperanza! El placer espiritual del Mundo Venidero puede alcanzarse con esperanza! Hashem nos confiere favores inmerecidos si tenemos esperanza! Hashem nos perdona si tenemos esperanza!”.

 

 

Ojalá todos nuestros actos hagan sonreír a todos nuestros amigos, y en especial a nuestro Amigo Más Amado.

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