Hashem es el Curador

En nuestro esfuerzo por mantener la salud o la curación de alguna enfermedad, tenemos que internalizar que nuestra salud está completamente en manos de Hashem.

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Dennis Rosen

Posteado en 17.03.21

En nuestro esfuerzo por mantener la salud o la curación de alguna enfermedad, tenemos que internalizar que nuestra salud está completamente en manos de Hashem. ¿Cómo podemos lograr esto cuando al mismo tiempo consultamos a médicos y recurrimos a remedios?

 

La plegaria siempre debe estar en primer término

 

Cada vez que tomamos algún remedio o vamos a ver a un doctor, tenemos que decir una plegaria ante Hashem. Los remedios pueden servir y el doctor puede tener éxito solamente por gracia de Hashem.

 

Ora por una curación que trascienda las leyes naturales

 

Cuando decimos la plegaria para curación, que es la bendición octava del Shemone Esre (Amidá), debemos ser conscientes de que su posición dentro de la plegaria no es algo fortuito. El número ocho simboliza aquello que está por encima de la naturaleza. Cuando decimos esta bendición, debemos saber que es capaz de salvarnos de muchos problemas de salud y que puede evocar la compasión de Hashem para curarnos o curar a otras personas de una manera absolutamente independiente de las fuerzas naturales. Tenemos que creer en Su poder y Su compasión.

 

Escribe Rabí Natan de Breslev que el principal obstáculo que uno tiene para la plegaria es la falta de fe en el poder de la plegaria. Enseña Rabí Shalom Arush que cuando tenemos paciencia, perseveramos y realmente creemos en el poder de la plegaria, esta es capaz de superar las leyes naturales y lo sobrenatural se vuelve algo natural.

 

Una práctica poderosísima múltiples veces al día

 

Nuestros Sabios nos dieron un ejercicio para que practiquemos todo el día. Después de que nos ocupamos de nuestras necesidades físicas personales, recitamos la bendición asher iatzar, que es la bendición que se dice después de ir al baño. Realmente tenemos que concentrarnos en lo que estamos diciendo y decirlo con toda intención y concentración.

 

Al concluir la bendición decimos “Bendito eres Tú, Hashem, Curador de toda la carne, Que cura milagrosamente”. Si gozas de buena salud y puedes decir esta bendición, debes ser consciente de lo afortunado que eres y alegrarte enormemente.

 

Un amigo mío tenía un médico muy amable y muy sabio que solía decir: “Cuando tienes salud, quieres mil cosas. Cuando no tienes salud, ¡quieres una sola cosa!”

 

Uno de mis maestros me enseñó que cuando uno recita esta bendición, debe estar alegre igual que cuando dice la plegaria Az Iashir, que es la plegaria que conmemora el cruce del Mar Rojo. Si te pones a pensar, Hashem está creando más milagros en tu cuerpo en este mismo instante que cuando los Hijos de Israel cruzaron el Mar Rojo sobre tierra seca.

 

 

El mejor seguro que no se puede comprar con dinero

 

Dice Rabí Shalom Arush en Las Puertas de la Gratitud que la póliza de seguro más efectiva es darle las gracias a Hashem por todo lo que tenemos. Cuando realmente creemos en el poder de la compasión de Hashem y decimos la bendición Asher Iatzar con gratitud y alegría, estamos creando una maravillosa vasija para recibir buena salud y fortaleza física y espiritual.

 

Si se lo ponen a pensar, se van a dar cuenta de que esa es la más grande póliza de seguro que puedan conseguir. No les cuesta ni un centavo y reciben a nada más ni nada menos que Hashem como su médico privado!

 

Teneos que hacer una pausa antes de recitar Asher Iatzar. Muchas veces decimos la bendición demasiado rápido o completamente distraídos. Antes de decirla, tenemos que decidir que esto va a ser un evento muy especial. Por lo menos una vez al día conviene que la digamos con tanta pasión y tanto poder que sea un “éxito de cartelera” en el Cielo…

 

Gracias, Hashem

 

 

En su libro En el Jardín de la Salud, el Rabino Shalom Arush nos enseña que cuando uno está enfermo, cuanto más Le da las gracias a Hashem por su enfermedad, más fácil le será curarse. Esto se debe a que la gratitud es la más elevada expresión de emuná y es un reconocimiento de que todo lo que le sucede proviene únicamente de Hashem y es absolutamente para su propio beneficio.

 

Dar las gracias es la más grande expresión de emuná y la falta de emuná es la principal causa de todas las enfermedades graves. Por eso, al fortalecer nuestra emuná nos curamos! Por lo tanto, tenemos que pedirle a Hashem que nos dé la emuná para verdaderamente creer que lo que estamos recibiendo es para nuestro propio beneficio y que tengamos el mérito de agradecerle con perfecta gratitud todo el sufrimiento. Dice el Rabino Arush que cuando oramos por emuná y damos las gracias por lo que hemos recibido, podemos estar seguros de que todo va a mejorar!

 

En su libro, el Rabino Arush narra muchas historias sorprendentes y verídicas en las que las expresiones de gratitud evocaron la compasión Divina y trajeron una curación milagrosa de una manera absolutamente sobrenatural.

 

Y que en el mérito de construir la emuná en que nuestra salud depende únicamente de Hashem, que Él nos mantenga sanos y cure a todos los enfermos de Israel y del mundo entero. Amén!

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2. JUANA ROSA ARANGUREN CARBAJAL

11/09/2022

Hoy día ha sido un día de bendición para mi, pude contactar con ustedes. quisiera contactar con el Ravino Sady Cohen
GRACIAS

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