El poro tapado

Imagínense una mujer que lo tiene todo: un Rolls Royce con chofer incluido, una cuenta de banco en Suiza sin restricciones, un doctorado en Harvard y una belleza como hay pocas (ex Miss Universo). Su marido es dueño de una red petrolera en USA y sus hijos son sanos y exitosos. Tienen una mansión en Beverly Hills, un penthouse para las vacaciones en la Costa del Sol y una mansión con vista al Muro Occidental en Jerusalén. Ella es carismática, fotogénica y además tiene 5.000 amigos en Facebook.

Pero esta mañana ella se quiere suicidar…

Qué??? Sí , se quiere suicidar..

Pero ¿por qué??

Resulta que se estaba mirando en el espejo cuando de repente OOHHHH, QUÉ VE?? Un puntito negro, producto de un poro tapado…

Eh, señora!! Dígame, ¿se ha vuelto loca? Usted tiene todas las bendiciones imaginables y ahora quiere acabar con su vida por culpa de…. ¿UN PUNTITO NEGRO? ¿De verdad? ¿A quién se le ocurre algo así?

La verdad es que esta señora tiene un precedente. La enfermedad que ella sufre, “Ingratituditis aguda”, es la misma enfermedad espiritual que sufría Hamán.

Veamos quién fue Hamán:

Hashem le concedió una fortuna fabulosa además de 208 hijos (¡!). Todos los ciudadanos del reino se le postraban. Él usaba las vestimentas del rey y emitía decretos cada vez que se le antojaba. Era el virrey y el gobernador de facto de 127 países.

Pero no estaba satisfecho.

Todo lo que tenía no le valía de nada a causa de un “poro tapado”, un puntito negro en su vida:  un judío llamado Mordejai, que no quería postrarse ante él.

Este es el epítome de la ingratitud, a la cual RAbi Najman llama “la cáscara de Hamán-Amalek”. Apenas algo no sale exactamente tal como él quiere, él niega todas las bondades que le hizo Hashem en el pasado y en el presente. Él no quiere 99,95 %. Él quiere 100%!!!

Esa persona está dispuesta a suicidarse a causa de un poro tapado en la nariz!

Purim no es solamente un día de alegría, sino que también es un día de reflexión. Nos miramos muy bien a nosotros mismos para ver si tenemos algún rastro de ingratitud en nuestro carácter. Con gratitud, transformamos aa Haman Amalek en Mordejai. Los malos nunca dicen gracias. Los justos nunca DEJAN  de dar las gracias…

Disfruten de Purim y no tiren por la ventana toda una vida de felicidad a causa de un poro tapado…