El héroe humilde

Un día, mientras bebía el café a la mañana, vi en el periódico la imagen de un joven que me cambió por siempre la vida.

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David Perlow

Posteado en 08.11.21

Yo apenas tenía rumbo en la vida, pero estaba empezando a cumplir con la Torá. A la tierna edad de 22 años, como muchos otros, no sabía adónde iba mi vida, pero me encontré en Israel en un café de Jerusalén. Era voluntario en la oficina de turismo de la Ciudad Vieja y ayudaba a los visitantes a conocer Israel. Un día, mientras bebía el café a la mañana, vi enfrente de mí un ejemplar del Jerusalem Post con la imagen de un joven que me cambió por siempre la vida. Era el Sargento Michael Levin.

 

Mientras miraba la imagen del joven, no pude evitar mirar su sonrisa. Pensé – quién es este joven? Me enteré de que Michael no era una persona común y corriente de Norteamérica sino que era un mensajero que Hashem envió a este mundo para los jóvenes norteamericanos. Él le hizo entenderá toda una generación la importancia de comprometerse con Israel tanto en acción como en pensamiento.

 

Antes de que siga adelante, permítanme decir que hoy en día los modelos que tiene la juventud  son más bien criminales y mujeres promiscuas. No debe sorprendernos entonces que el mundo esté como está. Pero ese día, cuando leí el infame artículo acerca de Michael, mi vida cambió por completo. Yo había encontrado a mi héroe. Michael Levin era un norteamericano que se fue de su cómodo hogar en Filadelfia para ser voluntario en el Ejército de Israel en la infame unidad de paracaidistas 890. Durante su servicio en el ejército, él participó en innumerables misiones antiterroristas. En 2006, Levin recibió unas vacaciones especiales del ejército para visitar a su familia.

 

Durante su visita, empezó la segunda guerra del Líbano y de inmediato Levin dejó todo. Suspendió sus vacaciones, y apenas pudo, regresó a Israel para unirse a sus compañeros. Cuando llegó a Israel, se le indicó que no debía ir al frente sino que debía proteger la ciudad de Hebrón. Michael no aceptó un “no” por respuesta y exigió que lo enviaran al norte para unirse a su unidad en el combate.

 

Una semana más tarde, Michael y su unidad entraron al pueblo de Aita El Shaab, al sur del Líbano, donde fueron atacados por una pesada artillería enemiga. Michael fue muerto en combate.

 

Para mí, personalmente, Michael abrió el camino para mí y mi propia vida. He aquí un muchacho que vivía la vida guiado por la pasión a su pueblo. La influencia de Michael fue tan grande en mí que decidí ir por el mismo camino, dejando el confort de Norteamérica y ofreciéndome como soldado voluntario yo también.  Michael me dio la confianza y la visión de que no solamente eso podía hacerse sino que debía hacerse.

 

La tumba de Michael está en el Monte Herzl y es visitada por miles de visitantes cada año. El impacto y la inspiración que él ha implantado en los corazones de esta generación no tiene paralelos. Más y más judíos norteamericanos están llegando a Israel y ofreciéndose de voluntarios en el ejército. Si hoy le preguntas a cualquier soldado lone soldier del ejército qué fue lo que lo llevó a enrolarse, el 99% te va a decir que es Michael. Su camino me dio a mí y a miles de otros jóvenes el coraje de salir “de la caja” y ser quienes sentimos que somos. Ser judío significa actuar.

 

 

El impacto de Michael continuará ardiendo en los corazones de los judíos por siempre. Todo su ser consistía en hacer lo que hay que hacer y no lo que es cómodo. Él podría perfectamente haberse quedado en casa mirando televisión. Pero no. Él fue más allá de lo que se le exigía.

 

El 7 de Av conmemoramos el 10º aniversario del fallecimiento de Michael, de su heroico sacrificio. Este legendario judío será eternamente parte de nuestras vidas. Por “casualidad”, la fecha de su muerte coincide con la fecha en que yo inmigré a Israel. Y además le puse a mi hijo el nombre Michael Abraham en su honor. Ojalá todos tengamos el mérito de hacer lo que Hashem espera de nosotros con tanto amor como nuestro héroe humilde.