Un milagro en el bosque

No sé lo que está pasando ni cómo voy a pagar todo lo que tengo que pagar, pero yo creo que lo estás haciendo todo por un motivo y que todo es para bien.

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David Perlow

Posteado en 17.03.21

Hacía poco que había terminado el servicio militar y estaba estudiando en el Majon Meir en Jerusalem. Era una bendición poder tener el privilegio de dedicarle toda mi energía al estudio de la Torá. Por suerte ya había empezado a hacer hitbodedut (plegaria personal) en las horas de guardia. Yo solo en la torre de observación me encontraba siguiendo los consejos de En Los Campos del Bosque. Pero ahora podía hacer hitbodedut siempre que quisiera, no solamente mientras sostenía un rifle.

 

Mientras estaba en la yeshiva, solía frecuentar el bellísimo bosque de Jerusalen y pasar tiempo allí haciendo plegaria personal. Era maravilloso poder hacer hitbodedut en un bosque. Día tras día, me iba a caminar por el bosque y oraba por todo tipo de cosas, como por ejemplo, casarme. Habían pasado dos meses desde que había empezado la yeshiva y entonces me comprometí con mi mujer. Si bien yo estaba muy entusiasmado, no tenía idea de cómo iba a poder encontrar un trabajo o proveer nuestras necesidades. Además, recién estaba empezando a introducirme en el estudio de la Torá que mi alma tanto anhelaba mientras estuve en el ejército. Yo no quería interrumpir todo y salir a buscar trabajo. Mi alma quería seguir estudiando Torá pero la realidad es que no tenía otra opción.

 

Por suerte, había estado estudiando Las Puertas de la Gratitud, que enseña la importancia de ser agradecido incluso por las cosas que uno no tiene. Rabi Shalom Arush explica que cuando Le oramos a Hashem con gratitud por no tener lo que pensamos que necesitamos, eso es una gran señal  de que tenemos emuná. Significa que creemos que Hashem está a cargo y que él decide lo que es mejor para nosotros. Yo seguí este consejo y si bien al principio parecía completamente ilógico decir gracias por no tener un centavo, no obstante yo sentía que las palabras del Rabino sí tenían sentido.

 

Recuerdo cerrar el libro y decirme a mí mismo: “Ahora es el momento. ¡Vamos!”. Y fui al bosque de Jerusalem. Era de tarde y hacía frío. Durante treinta minutos, no dejé de dar las gracias: “Hashem, en realidad no sé lo que está pasando ni cómo voy a pagar todo lo que tengo que pagar, pero yo creo que lo estás haciendo todo por un motivo y que todo es para bien. Gracias por el hecho de que de acuerdo con la lógica tengo que salir a buscar un trabajo. Gracias por perder las preciadas tardes estudiando Torá para ir a buscar trabajo. Gracias por la situación en la que me encuentro, solo, asustado, sin saber qué hacer. Yo creo que todo es para bien y Te doy las gracias por las circunstancias en las que estoy”.

Pasé 30 minutos dando las gracias y entonces me metí más adentro en el bosque, para continuar mi sesión de plegaria personal.

 

De repente oí unos gritos. Mi “adrenalina del ejército” se activó y me puse mucho más consciente de lo que estaba sucediendo. Luego hubo más gritos. Miré en dirección a la conmoción. Frente a donde estaba parado, había un valle muy grande con una escuela de equitación del otro lado. Un hombre de edad mediana con sus dos hijos estaban tratando de entrar a esa propiedad para llegar a la ruta del otro lado. Aparentemente se habían perdido. Uno de los empleados allí se puso a gritar como loco: “¿Qué están haciendo en mi propiedad? Es propiedad privada, no pueden pasar por acá!”. El hombre empezó a levantar los brazos y daba la impresión de que iba a ponerse violento en cualquier momento. La situación daba miedo. Mis instintos del ejército se despertaron.

 

Ahí fue cuando grité: “HEY!”. El padre se dio vuelta y miró en mi dirección. “Vengan, síganme”. Él y sus hijos rápidamente se alejaron de la zona. Yo bajé corriendo por el valle y los ayudé a salir del bosque siendo que conocía el camino de tanto que iba allí de visita. Los ayudé a llevar sus bicicletas y los llevé a la calle principal por una salida diferente. Mi adrenalina estaba a todo lo que daba. Di gracias de haber estado exactamente en ese lugar cuando les pasó esto. ¿Quién sabe qué podría haber pasado?”

 

Al final llegamos al final del bosque, los niños se subieron a sus bicicletas y el padre, todo sonrisas. Yo había estado treinta minutos dando las gracias por no tener un centavo y por estar sin trabajo. Lo próximo que me dijo el padre fue: “¿Te gustaría tener un trabajo?”.

 

Y eso fue todo. Empecé a trabajar en su negocio como profesor de inglés para hombres ortodoxos. Ese fue el trampolín para convertirme en profesor acá en Israel. El poder del agradecimiento es increíble. Yo lo vi con mis propios ojos en una sola sesión de plegaria personal!

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1. Sergio Alvarez-Mori Fernández

1/19/2017

Con el negocio quebrado y agobiado por las deudas, no dejo de darle las gracias a mi Creador

Tengo con una socia una pequeña empresa dedicada a bienes raíces en una ciudad del norte de España, mientras me encontraba por México tanteando otras posibilidades de negocio, un día compruebo que la socia española había saqueado mi cuenta bancaria sin previo aviso, haciendo uso abusivo de un poder notarial que le había otorgado para resolver trámites burocráticos durante mi ausencia. A mi regreso a España, me llaman del Banco, y me informan que hay varias cuotas impagadas de un préstamo solicitado por ella, en el que haciendo uso del mismo poder, me puso como avalista del mismo, también sin notificarme que lo había hecho, comprometiendo mis propiedades. Los empleados reclaman sueldos y comisiones por ventas, que no se les han pagado, y están llegando notificaciones de Hacienda y de la Seguridad Social, de impuestos y cuotas impagadas que llevan el correspondiente recargo por impago. Doy gracias al Creador constantemente por esta situación, pues todo viene de Él, y todo es para bien, aunque no lo entienda. Si hubiera seguido en la religión en la que nací, estaría considerando el suicidio como única alternativa para salir del laberinto, pero, gracias a HaShem, en 2015 abracé la fe en el Creador Único e Indivisible, y en Su bendita Torá, como un ben Noaj, con el deseo de hacer un día la conversión en Israel, si HaShem quiere. Y desde ese tiempo sigo al Rabino Yonatan D. Galed en el taller "En el Jardín de la Fe", y otros videos, y esta web de Breslev Español… todo ésto me ha capacitado para afrontar esta prueba como un regalo especial del Padre al hijo que ama. Aunque a veces parece que mi ánimo decae, pero sé que es el ietzer hará haciendo de la "suyas", entonces pongo videos de música kosher, y me pongo a bailar solo en casa,…. y se me pasa. HaShem les devuelva sobreabundantemente multiplicado todo el bien que nos hacen a tantas almas, sacándonos de la muerte y llevándonos a la vida. Mantener la calma en medio de la tempestad… ¡NO TIENE PRECIO!

2. Anónimo

1/19/2017

Tengo con una socia una pequeña empresa dedicada a bienes raíces en una ciudad del norte de España, mientras me encontraba por México tanteando otras posibilidades de negocio, un día compruebo que la socia española había saqueado mi cuenta bancaria sin previo aviso, haciendo uso abusivo de un poder notarial que le había otorgado para resolver trámites burocráticos durante mi ausencia. A mi regreso a España, me llaman del Banco, y me informan que hay varias cuotas impagadas de un préstamo solicitado por ella, en el que haciendo uso del mismo poder, me puso como avalista del mismo, también sin notificarme que lo había hecho, comprometiendo mis propiedades. Los empleados reclaman sueldos y comisiones por ventas, que no se les han pagado, y están llegando notificaciones de Hacienda y de la Seguridad Social, de impuestos y cuotas impagadas que llevan el correspondiente recargo por impago. Doy gracias al Creador constantemente por esta situación, pues todo viene de Él, y todo es para bien, aunque no lo entienda. Si hubiera seguido en la religión en la que nací, estaría considerando el suicidio como única alternativa para salir del laberinto, pero, gracias a HaShem, en 2015 abracé la fe en el Creador Único e Indivisible, y en Su bendita Torá, como un ben Noaj, con el deseo de hacer un día la conversión en Israel, si HaShem quiere. Y desde ese tiempo sigo al Rabino Yonatan D. Galed en el taller "En el Jardín de la Fe", y otros videos, y esta web de Breslev Español… todo ésto me ha capacitado para afrontar esta prueba como un regalo especial del Padre al hijo que ama. Aunque a veces parece que mi ánimo decae, pero sé que es el ietzer hará haciendo de la "suyas", entonces pongo videos de música kosher, y me pongo a bailar solo en casa,…. y se me pasa. HaShem les devuelva sobreabundantemente multiplicado todo el bien que nos hacen a tantas almas, sacándonos de la muerte y llevándonos a la vida. Mantener la calma en medio de la tempestad… ¡NO TIENE PRECIO!

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