Mi bebé milagroso

Esta es la historia de un lector que nos envió una conmovedora carta a la redacción contando su milagro personal... Conmovedor relato!

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Anatoli Nissan Yusupov

Posteado en 17.03.21

Esta es mi historia, mi milagro personal que Le debo a Hashem y a ustedes, los rabinos de Breslev Israel, empezando por el Rabino Shalom Arush y sus discípulos en los distintos idiomas y todo el equipo de Breslev Israel.

 

Hace nueves meses y medio, me enfrenté al temor de tal vez no volver a poder tener más hijos. Pero después de leer los libros del Rabino Shalom Arush (y el Rabino Lazer Brody, en inglés), escuchar los maravillosos CDs y asistir a las charlas en vivo, conociéndolos en persona, finalmente me comprometí a hacer una hora de hitbodedut diaria y solamente darle las gracias a Hashem. Me comprometí a hacer esto 40 días consecutivos.

 

En aproximadamente dos semanas, mi mujer quedó embarazada. Pero no nos enteramos sino hasta que completé los cuarenta días. Ella me sorprendió el día del aniversario de casados. La forma en que Hashem dirige el mundo es realmente sorprendente!. La mayor parte del tiempo no entiendo  por qué las cosas pasan de la manera que pasan, pero siempre trato de depositar mi confianza en Hashem. Es gracias a estos eventos en mi vida que he cambiado y sigo cambiando, gracias a Dios.     Algunos de ellos al principio no parecían ser nada agradables pero al final todo resultó ser para bien y para mi propio beneficio… El más grande cambio es que me volví un baal teshuvá, un retornante al judaísmo!

 

Pero la historia no termina allí.

 

El 31 de marzo de 2016 mi querida esposa estaba en medio del trabajo de parto con nuestro primer hijo. Todo parecía estar yendo bien y esperábamos un nacimiento rápido pero de repente la jefa de enfermeras  puso la alarma y exclamó a los gritos: “¡El pulso está bajando drásticamente!”. En menos de un minuto, pareció que todos los médicos y los asistentes entraron corriendo a la habitación. Enseguida se llenó de gente y a mí me hicieron a un costado.

 

Yo por dentro sentí pánico pero desesperadamente traté de mantenerme tranquilo frente a mi esposa. A ella le dieron una máscara de oxígeno y cierta droga para detener las contracciones ( y así reducir el estrés al bebé). Los médicos dijeron algunas cuantas palabras rápidas y hubo algo que inmediatamente acaparó mi atención: “operación”.

 

El pulso del bebé siguió bajando y ellos la prepararon para llevarla al quirófano. Nuestro peor temor se estaba materializando, Dios no lo permita! Yo vi las lágrimas cayéndole por el rostro a mi esposa  y eso me quebrantó completamente. Traté de objetar pero todas mis protestas cayeron en oídos sordos y ellos se llevaron a mi mujer al quirófano. Me gritaron que quedara donde estaba hasta que me avisaran.

 

Aquí estaba yo, en un corredor del hospital sin saber qué hacer. Me puse a llorar ante Hashem pidiéndole ayuda. Y entonces me di cuenta de repente: “No entiendo.. no entiendo nada de nada. .. todo es para bien. Las palabras del Rav Arush resonaron en mi mente. Empecé a darle las gracias a Hashem. Le di las gracias por este momento. Le di las gracias por haberme bendicido con mi esposa. Le di las gracias por estar esperando nuestro primer hijo. Seguí diciéndome a mí mismo todo el tiempo que todo es bueno y que Hashem siempre cuenta con mi respaldo.

 

Pasó un rato y entonces me dijeron que fuera tras la enfermera rumbo al quirófano. Allí me dijeron que había ocurrido algo “milagroso”. Pero ustedes y yo sabemos que fue todo por designio de Hashem. Para cuando llegaron al quirófano para practicarle una cesárea, el pulso se estabilizó y retomó el ritmo normal. Ahora estaban preparándola para llevarla de nuevo a la sala de parto. Gracias, Hashem!! Gracias, Rabino Arush, por sus palabras!! El parto no fue fácil. Tardó 12 horas pero Baruj Hashem mi mujer dio a a luz en un parto natural a un bebé sano y robusto, mi hijo increíble!

 

Gracias, Hashem, por Tu amor y Tu constante apoyo. Gracias, Hashem, por estar siempre presente en nuestros momentos más oscuros.

 

Gracias Rabino Shalom Arush, Rabino Lazer Brody y Rabino Yonatan Galed por inspirarnos y por difundir la luz de la emuná!

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