Hashem, ¿por qué?

Pregunta:

¿Cómo debemos entender las tragedias que suceden en la comunidad, como por ejemplo, cuando mueren niños pequeños?

Respuesta:

La verdad es que estaba esperando que me hicieran esa pregunta. ¿Cómo debemos entender las tragedias? Te lo voy a decir. Cuando llegas a la Corte Divina después de 120 años, Le vas a pedir a Hashem que te lo explique. ¿Cómo puedo yo saber algo así? ¿Acaso yo conocí a los niños que murieron? No, no los conocí ni conozco su historia. ¿Acaso tú sí los conocías? Yo no.

Sin embargo, te voy a contar una historia que no está conectada en forma directa con esto. Es una historia diferente pero la cuento porque es muy importante que dejemos atrás esa costumbre de echarle la culpa a Hashem. La gente está demasiado ocupada señalando con el dedo acusador a Hashem cuando en realidad debería tener el corazón lleno de gratitud hacia Él. Había una vez una joven que iba en taxi en Brooklyn. El taxi chocó con otro automóvil y los dos juntos chocaron contra un poste de teléfono. El poste se le cayó encima y ella se murió. Pobre.

Ahora bien: yo no puedo explicar esto. Pero sí voy a decirles algo que le sucedió a una joven. Tal vez sea la misma joven. No quiero decir. Había una vez una maestra muy pobre que trataba por todos los medios de ganarse la vida. Ustedes saben perfectamente que no siempre es fácil llevar el pan a casa. Entonces resulta que esta maestra estaba enseñando a una clase a un grupo de alumnas. En la clase había cuarenta alumnas. Una de las alumnas, que se sentaba atrás, imitaba a la maestra. Lo hacía todo el tiempo. La maestra sentía mucha vergüenza. Estaba muy avergonzada, muy dolida. Pero ¿qué podía hacer? Ese era su sustento. Así que no decía nada. No decía nada pero estaba terriblemente dolida.

Es posible que esta joven ya se hubiera olvidado de lo sucedido. Y tal vez la maestra se olvidó de su dolor. Pero Hashem no se olvida. Él te da tiempo para que corrijas tus errores, para que hagas teshuvá, pero si no lo haces, sino que te olvidas del tema, debes saber que Él no se olvida. ¿Escuchan bien? Hashem no se olvida!

Así que realmente no podemos explicar nada. No conocemos a las personas involucradas, así que vamos a dar por supuesto que son tzadikim perfectos. No podemos saber. Diremos que eran tzadikim y que Hashem tuvo Sus motivos. Eso es todo. Punto.

Cuando lleguen al Mundo Venidero después de ciento veinte años, Hashem les va a explicar todo mucho mejor y lo van a entender mejor. Pero hasta ese momento, tienen que saber que Él tiene Sus motivos.

La gente siempre plantea la misma pregunta. Pero nunca nadie pregunta: “¿Cómo es posible que esta semana yo haya podido caminar por la calle con dos piernas perfectamente funcionales?”. ¡Toda la semana caminaste sin dificultad! O también: “¿Cómo es posible que ayer haya comido tres comidas o que mis pulmones hayan trabajado del día entero y ni una sola vez me haya detenido a darle las gracias a Hashem?”. Estas son preguntas que cada uno de nosotros debería estar planteándose a sí mismo. Así que empieza a ocuparte en agradecer a Hashem por todo el bien que Él te da y entonces eso te va a ayudar a encontrar respuesta a tus preguntas.