La lección de la CNN

La CNN fue la primera red de noticias de 24 horas al día que te pone al día a cada momento acerca de lo que ocurre en el mundo. Es un centro de indoctrinación que difunde su ideología política y te enseña  a ver el mundo mientras refuerza sus propias lecciones miles de veces al día.

Si sigues su red el tiempo suficiente, tu mente es reprogramada para que pienses exactamente de la forma que ellos quieren que pienses. La tecnología para hacer esto puede haber surgido este pasado siglo, pero la idea es de mucho antes.

El concepto de educación continua proviene de Hashem. Él conoce el carácter de “corto plazo” de nuestro pensamiento. Se nos manda que recordemos el éxodo de Egipto, desde el día que recibimos la Torá hasta esta mañana.

Por qué?

El verdadero desafío para nosotros es recordar estos acontecimientos como si los hubiéramos presenciado de primera mano. Hace falta un refuerzo diario de todo lo que Hashem quiere que aprendamos.

Es como un proveedor de noticias de Facebook. Una vez que estableces tus preferencias políticas, eres bombardeado con cientos de posts que se adaptan a tus creencias. Al leer cada post, te estás auto-indoctrinando con tus propias opiniones. Ese flujo constante de posts es un lavado de cerebro.

Hashem creó un sistema para remodelar nuestro pensamiento hacia Él:

La Torá. Los rezos diarios. Los preceptos.

Cada día leemos una de las siete secciones de la porción de la Torá de esa semana. Y hay muchos pasajes recurrentes: “Y Dios le dijo a Moisés..” “Has de poseer la Tierra…”, “Los decretos, ordenanzas y estatutos de Hashem”.

Estas no son afirmaciones que aparecen en la Torá una sola vez sino que aparecen repetidas una y otra vez en los Cinco Libros. Al leer la lección de cada día, estos mensajes quedan grabados en la mente hasta tal punto que se renueva todo nuestro pensamiento.

“Poseer la Tierra” es un constante recordatorio de que no es nuestra tarea establecernos en la tierra, o hacer que todos estén contentos con la forma en que vivimos en la tierra. Es un constante recordatorio de que debemos tomar posesión de ella. Hacerla nuestra con nuestro propio sistema de leyes que nos dio Hashem. Asegurar los límites que nos dio Hashem y conducirnos en la Tierra de la forma en que el propietario actúa en su propio hogar. Al dueño no le importa lo que piensen los demás – es su propia casa y hace lo que le parece indicado.

El hecho de cumplir con los decretos, las ordenanzas y los estatutos de Hashem sirve el mismo propósito. Desde el momento en que nos levantamos reconocemos que Hashem fue el que nos devolvió la vida. Desde el primer bocado de comida que comemos hasta el último, reconocemos que es Hashem el que nos alimenta. Cuando la comida termina de abastecer combustible al cuerpo y excretamos los residuos, recitamos una plegaria que nos recuerda que cada función del cuerpo fue creada y es mantenida por nuestro Rey.

Todo esto demuestra que todo proviene de Hashem que es todo bueno y que Hashem nos ama y hace todo en nuestro propio beneficio.

Si nos enfocamos en las palabras de los rezos, el mensaje de cada línea de la Torá y en el significado de cada mitzvá, nos vamos a estar haciendo un “lavado de cerebro Divino” con las sagradas aguas de la sabiduría y veremos que el mundo es un paraíso, y que todo lo que nos ocurre es una bendición.