Qué difícil es ser humilde

Rabi Najman era todo un ejemplo de humildad. Él era un ejemplo a seguir en muchos aspectos, pero esta cualidad sobresalía entre muchas otras.

3 Tiempo de lectura

Tali Mandel

Posteado en 04.04.21

Rabi Najman era todo un ejemplo de humildad. Él era un ejemplo a seguir en muchos aspectos, pero esta cualidad sobresalía entre muchas otras. Precisamente haciendo uso de esa humildad, les recordaba constantemente a sus seguidores la gran suerte que tenían de recibir sus enseñanzas ¿les resulta esto extraño? Entonces sigan leyendo.

 

Hashem hizo que llegara a mis manos el libro Tzadik, en el que se relata la vida de Rabi Najman de Breslev. Estoy leyéndolo sin prisa, disfrutando de las innumerables enseñanzas del Tzadik. Hoy precisamente estaba leyendo un apartado del libro en el que habla de sus logros. Continuamente veo cómo Rabenu indica a sus seguidores constantemente las cualidades que tiene y lo mucho que deben apreciar el tener la oportunidad de aprender de él. Y yo me pregunto en este momento, ¿esto no es arrogancia? Que Hashem me perdone por mi gran ignorancia.

 

Por supuesto que no es arrogancia, es simplemente reconocer las cualidades que Hashem otorga a una persona y agradecerle por ellas sin menospreciarlas. Hoy en día, en muchas sociedades está mal visto que uno se “vanaglorie” de sus logros, tachándole de pedante o prepotente o un sinfín de adjetivos similares.

 

Cuando alguien nos dice, por ejemplo, qué buena memoria tienes, qué inteligente eres o qué bonito cabello luces hoy, no tenemos por qué quitarle importancia. Si Hashem nos ha bendecido con una buena memoria o cualquier otra cualidad, agradezcámosLe. No hay nada de malo en ello, lo erróneo sería pensar que es simplemente nuestro mérito tener las cualidades con las que Hashem nos ha bendecido. Ahí están la arrogancia, la prepotencia y la soberbia que nos meten en tantos problemas.

 

Restarle importancia a las facultades que hemos recibido en esta vida tampoco es correcto. En un vano intento, un tanto hipócrita por norma general, decimos que no es para tanto, que no tiene tanta importancia (y lo que realmente conseguimos es que sigan insistiendo y adulándonos cada vez más). Esto tampoco es del agrado de Hashem: Él te otorga una memoria prodigiosa y cuando alguien lo reconoce ¿dices que no es nada? Que se lo digan a los que pierden hasta las gafas y no recuerdan dónde las pusieron, a ver si realmente recordar todo no tiene ningún valor… Veamos otro ejemplo, pensemos que logras sacar tiempo con mucho esfuerzo para preparar unas galletas deliciosas para tu hijo. Las pones en su bolsa del almuerzo con todo tu cariño y él las comparte con sus compañeros de clase. Uno de sus amigos le comenta lo ricas que son tus galletas y tu hijo dice: ¡bah, no es nada! ¿Cómo te sentirías? Sería un poco doloroso que tu propio hijo infravalorase de esa forma tu esfuerzo y dedicación, ¿no?

 

La clave, como en la mayoría de las cosas en esta vida, está en el punto medio. Tener consciencia de que todo lo que nosotros hacemos, decimos o tenemos viene de Hashem ayuda a mantener este punto de equilibrio. No está mal reconocer que tenemos cualidades que nos hacen especiales puesto que así nos creó Hashem. Tener una baja autoestima no es del agrado de nuestro Creador, porque estamos infravalorando el bien más preciado que nos regaló: la vida. Hemos sido creados con virtudes y “defectos” que nos hacen ser como somos. Así lo ha querido Di-s, ¿alguien tiene alguna reclamación? Si piensan que sí la tienen, deberían auto-examinarse para comprobar si realmente tienen algo que exigir a nuestro Creador, que es quien les mantiene con vida cada segundo a pesar de todos los fallos que cometemos.

 

Puede que les resulte un poco complicado al principio, tanto si acostumbran a vanagloriarse de sus logros como si tienden a restar importancia a sus méritos, pero tener una autoestima sana es un punto clave para gozar de una buena vida. Inténtenlo, no van a perder nada y tienen mucho que ganar.

 

Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tu historia o inquietudes, escríbeme a tali.mandel.18@gmail.com

 

Escribe tu opinión!

Gracias por tu respuesta

El comentario será publicado tras su aprobación

Agrega tu comentario