Perdón en 5

¿Quién no tiene alguna clase de problemas o dificultades en este mundo? Mi estimado maestro, el Rabino Shalom Arush, suele citar a nuestros Sabios, que afirman que no hay tribulaciones sin previas transgresiones. Aunque nos guste o no, nosotros mismos somos nuestros peores enemigos y nos causamos los peores problemas.

Pero también les traigo buenas noticias. No tenemos que ser apáticos pero tampoco tenemos que entrar en pánico a causa del Día del Juicio. La compasión del Creador no conoce límites, pero Él sí espera que por lo menos hagamos un mínimo esfuerzo por limpiarnos de nuestras faltas.

La buena noticia es que Rabí Najman de Breslev siempre está presente para darnos aliento. Él dice: “Si crees que puedes arruinar algo, también cree que puedes repararlo”.

¿Cómo puede una persona reparar toda una vida, o incluso un solo día de transgresiones? Solamente hacen falta cinco minutos y los resultados están garantizados.

Digan esta plegaria cada noche antes de ir a dormir. Díganla lentamente, teniendo en cuenta cada palabra y con la mayor sinceridad posible. Les va a llevar solamente cinco minutos:

“Amo del universo, he aquí que perdono de todo corazón a todo aquel que me haya hecho daño, me haya hecho enojar o haya pecado contra mí, ya sea dañando mi cuerpo, o mis finanzas, o mi dignidad o cualquier cosa mía, ya sea de forma intencional o ya sea porque se vio forzado, ya sea por accidente o a propósito, ya sea en palabra o en acto, ya sea en esta vida o en cualquier encarnación anterior, a cada persona y que nadie sea castigado por mi causa. Ayúdame a no volver a cometer transgresiones y en Tu abundante compasión por favor borra mis faltas.

Me presento ante Ti, Padre mío Divino, en el espíritu de nuestros Sabios, que prometieron que la persona es juzgada Arriba de la misma manera que ella juzga a los demás en este mundo. Por eso, así como yo perdono de todo corazón a todos los que pecaron contra mí de una u otra manera, así también Te pido por favor que me perdones todas las faltas contra Ti. Que las palabras de mi boca y las meditaciones de mi corazón sean aceptables ante Ti. Amén!

¿Agarraste el cheque de mil millones de dólares que te acaban de dar los Sabios en esta plegaria? La persona es juzgada Arriba de la misma manera que es juzgada acá abajo. Lo que siembras es lo que cosechas. Planta perdón y cosecharás perdón.

La ley religiosa estipula que si bien el Creador perdona las faltas cometidas contra Él, no perdona las cometidas contra el prójimo. Cada uno debe pedirle perdón a la persona contra la cual transgredió.

El Creador actúa medida por medida. Si haces todo lo posible por perdonar a los demás, y aunque digas esta plegaria no con absoluta sinceridad, el Creador va a hacer que los demás quieran perdonarte.

Con un esfuerzo mínimo de apenas cinco minutos te puedes salvar de una angustia indescriptible.

Y si esta plegaria te resulta demasiado difícil de recitar, entonces recita estas seis palabras antes de irte a dormir y nada malo te pasará el día siguiente: Mejilna lei lejol inun demetzaaru li – He aquí que perdono a todo el que me haya causado angustia (según enseñó Rabí Shimon bar Iojai.

Y la próxima vez que alguien te insulte o humille, no pierdas la calma. Respira bien hondo, sonríe y piensa que el Creador te está enviando un regalo desde Arriba: perdona al transgresor, por más doloroso o difícil que sea, y entonces tu lista de transgresiones será borrada de inmediato. Y no sólo eso, sino que recibirás la recompensa de un millón de bendiciones que jamás habías siquiera soñado. Garantizado!