No digas Amén
Siempre hemos escuchado decir que hay que responder amén a las bendiciones que recibimos. Sin embargo, hay veces que está prohibido responder amén...
Esto no es una plegaria
Cuando le dije las palabras “No respondas Amén” a alguien que había dicho “Amén” con entusiasmo, se sobresaltó bastante. “¿Por qué no? Me acabas de bendecir; ¿por qué no iba a decir ‘Amén’?”.
De hecho, cuando bendices a alguien para que “Hashem te envíe una pareja”, o para que “tengas un hijo”, la respuesta automática es “Amén”, es decir, lo estás bendiciendo con una bendición y entonces él debe responder con un “Amén”. En este caso, le dije a esa persona: “Que Hashem te haga sólo el bien” – y él respondió: “Amén”. Entendí que quería decir: “Que así sea”. Y por eso le dije: “No digas eso. Está fuera de lugar”.
¿Por qué? Porque “Que Hashem te haga sólo el bien” no es una bendición, ni una plegaria; ¡es la realidad! Si te digo: “Mira, esto es una mesa; aquí hay una silla”, ¿acaso dices: “Amén, que así sea”? Por supuesto que no. No es correcto. Puedes decir: “Es verdad, es correcto”. Porque no es una plegaria, sino una simple verdad.
Y eso fue lo que le dije a esa persona: “No digas ‘Amén’“. Cuando digo “Hashem me hará sólo bien y más bien”, esto no es una plegaria, ni un deseo, ni una petición; más bien, es la realidad. Porque así como tú amas a tus hijos y quieres que tengan sólo cosas buenas en la vida, así también el amor de Hashem hacia nosotros es una realidad. El hecho de que siempre y en cualquier situación seamos hijos de Hashem, y que Hashem siempre nos ame, en cualquier situación, es una realidad férrea, profunda, real e inmutable. Es la realidad más básica de este mundo.
Amor eterno
Este mundo entero puede cambiar, las leyes de la naturaleza pueden cambiar, el mar puede dividirse, las montañas pueden volverse planas, el fuego puede coexistir con el agua y el hielo y más – pero el amor de Hashem hacia el Pueblo Judío nunca cambiará, bajo ninguna condición, ¡tanto cuando estemos en plena forma como cuando estemos en la fosa!
Después de que Hashem juró que no traería otro diluvio, la consoladora haftará de este Shabat nos dice: “Porque las montañas pueden moverse, las colinas pueden desmoronarse; pero Mi amor por ti no se moverá, ni Mi pacto de paz se desmoronará. Así habla Hashem, que cuida de ti”. En otras palabras, el amor de Hashem por el pueblo judío es más fuerte incluso que Su promesa de no traer otro diluvio al mundo.
La novedad del Pueblo Judío
Amar a Hashem es el nivel más alto de servirle, como veremos, ¡pero es imposible alcanzar el amor a Hashem si no creemos que Hashem nos ama! En un sistema que tiene un Dios grande, imponente y temible, el ser creado puede servir al Creador con todas sus fuerzas y hacer Su voluntad para salvarse del castigo y obtener la recompensa y el bien, pero no hay manera de amar al Creador. Esto es servir a Hashem por miedo y temor. Pero si uno cree de todo corazón que el Creador también nos ama como un padre ama a su hijo – recién entonces uno puede amar a Hashem con todo su corazón y toda su alma.
La gran revelación del amor
Nuestra parasha nos lo recuerda de nuevo: “Pero Hashem, tu Dios, convirtió la maldición en bendición para ti, porque Hashem, tu Dios, te ama”.
¿Por qué las palabras “porque Hashem… te ama” no fueron escritas en conexión con la División del Mar Rojo, ni en conexión con las Plagas – ni en relación con cualquier favor o milagro que Hashem nos hizo? Porque en el caso de todos estos milagros, todo el mundo ve que Hashem es Omnipotente, que Él gobierna sobre la naturaleza y la puede anular, y que es Inmenso, Poderoso y Asombroso, pero no vemos Su amor especial hacia el Pueblo Judío. Es sobre todo en la historia de Balaam donde el amor de Hashem por los judíos se revela en toda su potencia.
La guerra de Balaam contra el pueblo judío fue una tremenda guerra espiritual. Él quería demostrar que los judíos son una nación como cualquier otra, y que Hashem no los ama, ni los quiere. Balaam quería buscar todas las faltas y defectos de los judíos, y quería utilizar las leyes espirituales que están incrustadas en la naturaleza para destruir al Pueblo Judío, Dios no lo permita.
La preparación adecuada
Estas bendiciones son tan grandes y significativas que los sabios querían que se recitaran junto con el Kiriat Shemá. ¿Cuál es la conexión con el kiriat Shemá? Exactamente lo que hemos dicho:
La esencia del Kiriat Shemá es la mitzvá de “Amarás a Hashem, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”. Y dado que amar verdaderamente a Hashem, recordar siempre cuánto nos ama, que es precisamente lo que se revela en la historia de Balak y Balaam – “Porque Hashem, tu Dios te ama” – es la razón por la cual los Sabios quisieron que estas bendiciones se recitaran junto con el Shemá.
Por diversas razones, los Sabios no incluyeron las bendiciones en las plegarias, sino que decretaron que antes de decir el Shemá dijéramos “Con amor eterno amaste a la Casa de Israel, Tu pueblo… Bendito eres Tú, Hashem, que amas a Su pueblo Yisrael”. Y con esta idea en mente, debemos aceptar sobre nosotros el yugo del Cielo y el amor a Hashem.
Escribe tu opinión!
Gracias por tu respuesta
El comentario será publicado tras su aprobación