Teshuva para todos

El proceso de teshuva (arrepentimiento) puede ser muy frustrante. Todos lo intentamos y fracasamos

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 24.09.24

El proceso de teshuva (arrepentimiento) puede ser muy frustrante. Todos lo intentamos y fracasamos. Subimos la escalera y luego nos caemos; un momento aspiramos a la grandeza y al siguiente nos rendimos. La vida es complicada y está llena de dificultades y pruebas. Consigues salir de un nisaión, y antes de que te hayas recuperado de él, llega un nisaión mayor y el suelo bajo tus pies se vuelve inestable. O estás atravesando un buen período; estás avanzando y elevándote, y crees que vas por buen camino, y de repente te envuelve una tormenta y te hundes como una roca hacia abajo, y los buenos tiempos han sido relegados al olvido…

¡Todo el mundo pasa por esto! ¡¡TODOS!! ¡Sin excepciones!

Rabí Najman nos enseña una idea novedosa: «¡¡¡Todos los tzadikim pasaron por todo lo que hemos dicho arriba!!!» Lo que estás pasando, todos estos dolores emocionales, fueron experimentados por todos los tzadikim. Entonces, ¿por qué hay quienes se convierten en tzadikim, y quienes caen hasta el fondo, y se quedan en el fondo, sin poder levantarse de nuevo? ¿Cuál es la diferencia?

¡La diferencia está en el hitjazkut (¡fortalecerse, la firmeza!)! – dice el rabino Natan. Porque al enfrentar tales dificultades, uno necesita mucho fortalecimiento propio, y cada tzadik ganó su nivel sólo de acuerdo a su nivel de firmeza.

¿Qué es la firmeza? ¡Es seguir queriendo en cualquier situación! Nunca perder el ratzon (la voluntad, el deseo), incluso cuando hay una caída.

Es verdad que el éxito no siempre depende de ti, y es verdad que las crisis y las olas que chocan vienen de acuerdo a lo que el Creador del Mundo sabe que debes atravesar, y es verdad que a veces no tienes las herramientas para manejar las dificultades, y piensas que estás en una situación imposible – ¡¡pero! – y es un pero muy grande: ¡¡Hay una cosa que siempre está en tus manos!!

¡Y esta cosa es la ratzon! La fuerza de voluntad: hacer lo único que está siempre en tus manos, o sea, querer y querer, sin concesiones – ¡agarrarte a esa ratzon tuya y no rendirte!

En la boca y en el corazón

Eso es lo que dice la parasha de esta semana, una parasha que siempre se lee en preparación para Rosh Hashana y los Aseret Yemei Teshuva (Diez Días de Arrepentimiento, de Rosh Hashana a Yom Kippur): «””Porque esta mitzvá (la mitzvá de teshuvá) que te ordeno hoy, no es inalcanzable para ti, ni está distante. No está en el cielo… Ni está más allá del mar…».

¿Por qué nos dice la Torá que la mitzvá de teshuvá no está en el cielo ni más allá del mar? Porque existe la posibilidad de que pensemos lo contrario. A menudo, pensamos que no tenemos ninguna posibilidad de mejorar, y sentimos que la teshuvá es realmente algo muy lejano – «algo lejos, que está en el cielo y más allá del mar». Lo hemos intentado tantas veces y hemos fracasado, y, repetidamente, nos encontramos en el mismo lugar, o incluso más abajo que antes, y debemos seguir empezando de nuevo; y sentimos que esto no es para nosotros, que es algo «en el cielo» que tal vez sea posible para algunos ángeles especiales. Eso es lo que sentimos, por lo menos.

Entonces, ¿cuál es la solución? La Torá continúa diciendo: «Esta palabra está muy cerca de ti. Está en tu boca y en tu corazón para que la guardes». Cuando quieres (en tu corazón) y rezas (con tu boca), entonces todo está cerca de ti, y nada es imposible.

Esta es la manera de hacer teshuva: ¡el punto principal de la teshuva está conectado con la ratzon, o sea, el anhelo y la fuerza de voluntad! Querer, querer, querer – en cada situación – en otras palabras, en tu corazón. Y esto se expresa en hitbodedut, en otras palabras, en tu boca – expresando tu buen ratzon verbalmente. E incluso si caes, no dejas de llamar a Hashem, rezar, pedir ayuda y revelar tu ratzon positivo.

Los pilares de la teshuva

Pero el rabino Natan -como sólo él sabe hacerlo- añade mucha profundidad. Escucha bien estas inspiradoras palabras:

Los fracasos no sólo no son meros «accidentes» en el camino, ¡sino que son una parte inseparable -e incluso la parte principal- del viaje! Y, por tanto, no es que haya que seguir adelante a pesar de todo, sino, ¡sobre todo ante esas dificultades! Porque el momento más sublime de la teshuva es cuando sigues teniendo tu ratzon mientras estás sentado en la oscuridad y después de una caída, cuando sigues queriendo ¡particularmente cuando la Torá y la teshuva parecen estar en el cielo y más allá del mar!

Si la persona no tuviera libre elección – no tendría sentido todo su trabajo. Todos los fracasos y los sentimientos de inmensa distancia – ese es precisamente el punto de elección; ese es precisamente el momento en el que tienes que elegir. ¿Cómo se elige? Con la ratzon.

La Torá más profunda, la mayor teshuva – se revelan especialmente desde la oscuridad. «Porque hay caminos de la Torá que sólo puede adquirir alguien capaz de descender al abismo», dice el rabino Natan. Es decir, desde el sentimiento del mayor alejamiento. Aquel que sabe querer con todas sus fuerzas mientras está sentado en el abismo está verdaderamente cerca de la mitzvá de teshuva.

Esa es nuestra preparación para el día del juicio, para Rosh Hashana. Muchos se dan por vencidos incluso antes de intentar hacer algún cambio en sus vidas y hacer teshuvá, porque se dicen a sí mismos: «Lo he intentado tantas veces y al final he fracasado». Pero cuando uno conoce el secreto de la teshuva, que es el secreto del ratzon – uno no tiene miedo de caerse, porque sabe que la luz de la teshuva nunca puede apagarse, y cuando uno sigue queriendo y rezando y realizando hitbodedut – cada caída simplemente te eleva y te acerca y se convierte en una parte significativa del proceso de teshuva.

¡Que todos tengan un año bueno y lleno de bendición!

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1. PAULIN NIKOLLI

9/26/2024

TODAJ RABA ELOKIM,GRACIAS RABINO SHALOM ARUSH ,FALEMINDERIT RABINIT SHALOM ARUSH.

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