La cabeza y no la cola

La lección que podemos aprender de esta petición especial que se recita habitualmente en Rosh Hashaná es especialmente adecuada para nuestra generación...

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Rebe de Kaliv

Posteado en 30.09.24

Las personas que limitan el uso de dispositivos tecnológicos no se dejan arrastrar por la cultura de la calle, perdiendo el tiempo viendo nuevas tendencias, noticias, publicidad y opiniones.

En la noche de Rosh Hashaná, es costumbre rezar “que sea la Voluntad de Hashem que seamos la cabeza y no la cola”.

Vivimos en una época de inestabilidad sin precedentes, a menudo calificada como “la cultura de usar y tirar”. Muchas personas se divorcian de varios cónyuges a lo largo de su vida, o tienen dificultades para permanecer con una sola pareja, porque no están dispuestas a invertir esfuerzo en construir un matrimonio duradero. La inestabilidad no es sólo un problema doméstico, sino que la gente sufre también con las amistades, los vecinos, los trabajos, las empresas y los hogares. La gente tiende a pensar que la respuesta a todos los problemas es mudarse o hacer un cambio. Millones de personas se mudan de un país a otro en busca de una vida mejor.

Una de las principales razones es la popularidad de la tecnología, que trae un aluvión de información y publicidad de todo el mundo, mucho más de lo que cualquier cerebro humano puede digerir. Esto provoca confusión entre las personas, lo que hace que desarrollen una baja capacidad de atención y pierdan el poder de concentrarse y pensar adecuadamente. La gente desarrolla hábitos para buscar constantemente cosas nuevas, pero sólo las miran de forma superficial, percibiendo lo nuevo como mejor que lo viejo. Sus opiniones y deseos cambiando constantemente de un momento a otro, a menudo siguiendo ciegamente a sus ídolos mediáticos o las redes sociales a las que son adictos. De esta manera, las personas pierden su estabilidad y tranquilidad en la vida. Siempre están buscando la felicidad, pero en realidad acaban arruinando toda su vida, a veces terminando en la destrucción total de su vida, incluso en el suicidio, Dios no lo quiera. Caen en la depresión total y la desesperación, ya que nunca logran encontrar sentimientos verdaderos y duraderos de felicidad en ninguna parte.

Además, el Yetzer Hara (Inclinación al Mal) trabaja constantemente para confundir a las personas intentando hacerles creer que el lugar o la situación en la que se encuentran no son adecuados para el crecimiento espiritual o material. Uno puede pensar que necesita encontrar o probar algo diferente, un lugar diferente, una sinagoga diferente, un rabino diferente, etc. Cuando uno empieza a probar estas sugerencias, que en realidad son tentaciones de la Inclinación al Mal, se da cuenta de que esto tampoco lo ayuda. Entonces, la Inclinación al Mal vuelve a intentar persuadirlo, y así continúa el círculo vicioso. El objetivo principal de la Inclinación al Mal es llevar a la persona a la duda y la confusión, robándole así la tranquilidad que le permitiría dedicarse al Avodat Hashem (servir a Dios).

Por lo tanto, cada persona necesita ser fuerte, y recordar constantemente que si su Creador lo trajo a una situación, es una señal de que esta es Su Bendita Voluntad para servir a Hashem específicamente en este lugar y situación, y con estas condiciones. Incluso cuando parece difícil, uno necesita animarse a sí misma y hacer lo mejor que pueda, y entonces Hashem le ayudará a cumplir su misión única en este mundo, como enseñan los Sabios- “quien busca purificarse es ayudado desde el Cielo.”

No hay dos personas que vengan a este mundo a realizar la misma tarea. Cada individuo tiene un propósito especial que nadie más puede llevar a cabo. Esto es lo que enseñan los Sabios “cada persona debe decir: ‘el mundo se hizo para mí’” (Sanedrín 4:5). Esto no debe entenderse de forma egoísta, sino altruista. Cada individuo tiene una misión en este mundo que sólo él puede cumplir, particularmente en el lugar y la situación que Hashem le dio específicamente.

Está escrito: “Amarás a Hashem tu Dios con todo tu corazón” (Devarim/Deuteronomio 6:5), que los Sabios explican como “no debes dejar que tu corazón esté en desacuerdo con Dios” (Sifri Devarim 32). Este es el significado simple de esta enseñanza, pero la palabra en hebreo utilizada para “Dios” es “HaMakom”, que significa “El Lugar”. Dios es “El Lugar” del Mundo, ya que Su Gloria llena el mundo entero.

Cuando alguien carece de fe en la hashgajá pratit (Providencia Divina), entonces vive con dudas constantes particularmente cuando es adicto a los dispositivos tecnológicos. La persona pierde entonces su cabeza virtual, y se convierte en una “cola” sin estabilidad, deambulando constantemente, siguiendo a otros sin ninguna opinión personal o automotivación.

Por lo tanto, esta es definitivamente una de las plegraias más importantes – decir al comienzo del año “¡que sea la Voluntad de Hashem que seamos una cabeza y no una cola!” Necesitamos hacer de nosotros mismos una “cabeza” con estabilidad, y no una cola que se menea y deambula, persiguiendo algo nuevo todo el tiempo.

Que sea la Voluntad de Hashem que en el mérito de mantenernos alejados de las distracciones que nos alejan de nuestro objetivo en la vida, que seamos fuertes en nuestra fe en la Providencia Divina personal del Creador, y que cada persona sea digna de ser una “cabeza” para sí misma. Y que todos tengamos una vida alegre, y empecemos un año bueno y dulce.

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1. PAULIN NIKOLLI

10/03/2024

GRACAS RABEBE DE KALIV ,ES MUY PREZOSOS PARA MI ESTA ESNSENASA.

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