Las dichas de ser noájida

La más grande dicha que existe es poder servir al Creador de la manera que Él me hizo, con las Leyes que él designó para mí.

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Terry W. Hayes

Posteado en 15.03.21

La más grande dicha que existe es poder servir al Creador de la manera que Él me hizo, con las Leyes que él designó para mí.

 

Yo sé que esto no parece una “dicha” tan grande, pero para mí lo es. Permítanme explicarles. Cuando yo estudiaba para hacer la conversión, había una mitzvá en particular que me costaba físicamente y me molestaba que, después de convertirme, no iba a poder cumplirla. Pero cuando el Creador me dirigió hacia las 7 Leyes, una de las primeras cosas que recé fue que ahora podía servirlo con alegría y sin preocuparme acerca de si podía hacer físicamente lo que Él me había pedido.

 

Obtener una perspectiva nueva acerca del mundo, tratando a cada persona con amabilidad, me da alegría. Irradiar la luz del Creador que se encuentra en las 7 Leyes también me causa alegría.

 

El mundo que me rodeaba se transformó en mi comunidad: las 7 Leyes Noájidas no nos separan de aquellos que nos rodean sino que nos dan la oportunidad de observarlas y enseñarlas a otros a medida que van surgiendo las oportunidades.

 

 

He aprendido a no utilizar las 7 Leyes como un palo con el que golpear a aquellos que viven en forma diferente a como vivo yo. Yo uso las 7 Leyes para mejorarme primero a mí misma antes de esperar que mejoren los demás. Esto me permite “salirme de la caja” y conocer a otros que no son como yo y dejar que ellos conozcan a alguien que no es como ellos, y hacernos amigos y permitirme sembrar las semillas de fe en el Creador sin tener que dar sermones como hacía antes.

 

El hecho de no profesar una religión es otra forma en la que las Leyes Noájidas me dan alegría. Créanlo o no, cuanto más se estudia y se vive la vida noájida, más se encuentra la libertad de toda religión. Obedecer las Leyes del Creador se vuelve cada vez más importante que todo tipo de ceremonias y ritos religiosos.

 

Pero mi más grande alegría acerca de las Leyes Noájidas es hasta qué punto lograron cambiarme a mí.

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