Por encima de los ángeles

Mucha gente piensa que con todos los nuevos adelantos de la tecnología no tienen chances de establecer una conexión cercana con Hashem

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Rabino Shalom Arush

Posteado en 15.03.21

Mucha gente piensa que con todos los nuevos adelantos de la tecnología no tienen chances de establecer una conexión cercana con Hashem. ¡No es verdad! Hashem siente enorme gratificación de aquella persona que usa su libre albedrío y Lo busca a Él a pesar de todas las malas influencias y tentaciones de este mundo. ¿Acaso pueden imaginarse la alegría que siente Hashem cuando una persona abre la Guemará en vez de abrir Youtube para ver el tráiler de una película? ¡Imposible de describir con palabras!

 

Dice Rabí Najman de Breslev dice que Hashem obtiene un tremendo deleite y satisfacción de Su creación: “Hashem, bendito sea Su Nombre, previó el orgullo y los deleites que habría de recibir de Israel… y debido a eso Él creó el mundo entero” (Likutey Moharán I:17).

 

Hashem se deleita en el hecho de que la persona Lo elige a Él y Lo acepta como su Rey, si bien podría haber elegido otra cosa, dado su libre albedrío.

 

Si el ser humano no poseyera libre albedrío, ¿qué deleite el Creador tendría? A modo de analogía, la persona que fue elegida de entre un montón de candidatos siente enorme satisfacción. Pero si es elegido porque no hay otra alternativa, entonces no va a sentir ningún deleite. A un nivel infinitamente distinto, si la bondad de Hashem estuviera revelada ante todos, obviamente todos Lo elegirían y Él no tendría nada de satisfacción. El Creador quiere que la persona Lo elija precisamente cuando Él está oculto. Eso es lo que Lo hace más feliz.

 

Por consiguiente, cuando la persona se encuentra sumida en la oscuridad y la suciedad pero aun así desea a Hashem, esa persona Le está dando más deleite que un gran tzadik  que elige el bien.

 

El sagrado Libro del Zohar enseña que Jetró era una autoridad suprema en el mundo idólatra. Cuando él fue con los israelitas y habló con Moisés tras el Éxodo de Egipto: “Ahora sé que Hashem es más grande que todos los dioses” (Éxodo 18:11) , la gloria del Eterno se elevó en los Cielos y en la tierra” (Zohar – Itró 67b).

 

Dice Rabí Najman que la principal manifestación de la grandeza de Hashem será cuando todas las naciones del mundo sepan que hay un Dios Que gobierna supremo sobre todo (Likutey Moharán I:10).

 

A partir de todo lo que hemos dicho, aprendemos que Hashem siente enorme gratificación cuando el mal se transforma en bien, cuando la persona arroja sus ídolos y se torna a Él. Y entonces llegamos a una importante conclusión:

 

 

La mala inclinación es algo maravilloso, porque cuando la vencemos, Le estamos dando una tremenda gratificación a Hashem.

 

Si la persona no tuviera mala inclinación, sería como un ángel. Pero Hashem tiene una multitud de ángeles, que Lo sirven con temor y reverencia. No obstante, Hashem no siente gratificación de ellos. Su satisfacción proviene de aquel ser humano que tiene la capacidad de elegir entre el bien del Creador, que es el verdadero bien y el mal, que aparece como algo bueno, que es en realidad un mal falso, porque es puro mal, como si fuera un veneno cubierto de chocolate.

 

La persona es puesta en un mundo lleno de tentaciones, cosas excitantes, diversiones, distracciones, etc, para que en medio de todo esto, tenga la oportunidad de elegir a Hashem.

 

Hay muchos deleites que la persona puede alcanzar sin siquiera esforzarse. No obstante, si uno elige esforzarse para poder acercarse a Hashem, entonces va a alcanzar el más elevado logro espiritual. ¿Saben por qué? Porque acercarse a Hashem requiere mucho sacrificio y supone muchas dificultades. Pero es precisamente cuando uno elige el bien eterno de Hashem que Su Nombre se santifica y se dan a conocer Su bondad y Su compasión.

 

Por lo tanto, el nivel espiritual de cada persona se mide en conformidad con el grado en el que supera su mala inclinación.

 

Una vez Rabí Natan le estaba dando algunas palabras de aliento a un discípulo y lo comparó con el patriarca Isaac. El discípulo preguntó: “¿Cómo me va a comparar con alguien como Isaac?”

 

Y Rabí Natan respondió: “¿Acaso piensas que Isac no tenía una mala inclinación? Si no la hubiera tenido, entonces ¿cómo es posible que haya llegado a ser alguien como Isaac?”

 

Jacob se volvió un grande al superar al ángel de Esav, o sea, la mala inclinación. Pero todos nosotros somos descendientes de Jacob y lo llevamos en nuestro ADN. Siempre podemos superar nuestra mala inclinación, si nuestro anhelo es suficiente.

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1. Mayra

1/27/2019

Maravillosa enseñanza, tratando de agradar a Hashem

2. Mayra

1/27/2019

Por encima de los angeles

Maravillosa enseñanza, tratando de agradar a Hashem

3. Saul Tomita

1/17/2019

Estoy conmocionado con esta enseñanza. Gracias por compartir. Shalom

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