Las finanzas antes de Pesaj

Ahora que Purim ya pasó, la gente está con la cabeza puesta en Pesaj. Pero lo que más le preocupa a la gente de Pesaj no es tanto la limpieza, como muchos podrán pensar, sino los gastos…

Muchas parejas lo que hacen es simplemente sacar la tarjeta de crédito en el supermercado y ahondar todavía más las deudas. Pero después de las fiestas se dan cuenta de que deben un montón de dinero y no tienen la menor idea de cómo lo van a pagar. Y ahí es cuando realmente empiezan los problemas, porque las dificultades financieras causan estragos en la relación matrimonial.

Aconsejando a una familia que tenía graves problemas financieros, diseñé un programa de rehabilitación financiera que también encara las raíces espirituales de este problema tan común. Aquí se los presento. Les aseguro que cuanto más se apeguen a ellos, más tranquilos dormirán de noche:

1. Siéntate con tu cónyuge a tomar una taza de té o de café y hagan una lista de todos sus ingresos mensuales y sus gastos mensuales.

2. Ordenen sus gastos por orden de prioridad, desde los de mayor prioridad a los de menor prioridad.

3. Si sus gastos exceden sus ingresos, empiecen a borrar los gastos de menor prioridad hasta que se equilibre su presupuesto.

4. No usen tarjetas de crédito ni compren a crédito. El Rabino Shalom Arush nos advierte que no debemos endeudarnos. Además, las compras a crédito son cuestionables de acuerdo con la ley judía, porque implican pagar interés. Y en especial en el almacén o en el supermercado, paguen siempre al contado y eviten las compras impulsivas.

5. Fíjense cuánta basura han acumulado con el paso de los años y piensen cuántas cosas compraron por capricho y no les sirven de nada. Vendan o sáquense de encima todo aquello que no necesiten para el servicio de HaShem (ganarse el sustento a fin de criar una familia ciertamente es algo en pos del servicio de HaShem).

6. Recuerden que el Todopoderoso les da todo lo que necesitan en la vida, pero Él no les va a dar un estipendio para “no ser menos que el vecino”. Espiritualmente  hablando, las deudas surgen de cosas que uno no realmente necesita.

7. Nuestros Sabios enseñan que “Feliz es la persona que está satisfecha con lo que tiene”. No esperes que las posesiones materiales satisfagan el hambre espiritual o emocional.

8. Traten de caminar y usar los medios de transporte públicos. Traten de arreglárselas sin el auto extra y ahorrarán tiempo y dinero además de mejorar su salud. Si viven en la ciudad, muy probablemente no necesiten coche…

9. No ahorren en la educación de los hijos: el Talmud promete que se les devolverá hasta el último centavo.

10. Den por lo menos el 10 % de sus ingresos netos para caridad. El Todopoderoso con mucho gusto les va dar 100.000 $ cuando sepa que ustedes van a dar 10.000 $ para caridad.

11. Reduzcan su consumo de whisky, cerveza y cigarrillos y ahorrarán cientos de dólares por mes, por no decir nada de la enorme mejora en su salud.

12. Enséñenles a sus hijos a realizar las tareas domésticas y a ocuparse del jardín: que se ganen su propio dinero. Es buenísimo para su educación y además están ahorrando en ayuda doméstica. Los chicos que se crian sin ser malcriados están menos propensos a sufrir dificultades financieras después cuando son adultos.

13. Estimados Maridos: ¡Honren y respeten a sus esposas! Esto los va a enriquecer. Rabi Najman de Breslev enseña que la iluminación del alma de la mujer constituye una fantástica vasija espiritual para recibir la abundancia.

14. Nunca pierdan los estribos. El enojo causa dificultades financieras. Rabi Najman nos enseña que muchas veces cuando la persona está por recibir una abundancia de riquezas, se lo-la pone a prueba a ver si se enoja. Si pasa la prueba y no pierde los estribos, se lo recompensa con un regalo de abundancia desde lo Alto.

El número 14 es el equivalente numérico de la palabra hebrea Yad, o sea, mano. El Rey David dice que HaShem abre Su mano y sustenta a todos los seres vivientes, especialmente en lo referente al cumplimiento de Sus preceptos, como, por ejemplo, los gastos de Shabat y de Pesaj. Que tú y tu familia sean bendecidos con gran abundancia. Amén.