Cuestión de organización

Se acerca esa época del año y ya empezamos a soñar con Pesaj y esos días de descanso. El Seder en familia y las comidas especiales que se hacen solamente una vez al año. Y también empezamos a pensar en todo lo que hay que hacer antes de que llegue esta fecha: eliminar el jamétz.

Esta es una tarea ardua que requiere de nuestro esfuerzo y sacrificio pero que tiene una recompensa enorme. Vamos a intentar organizarnos para que el caos que puede preceder a esta celebración sea lo más reducido posible. No sé si alguna mujer en la historia de la humanidad llegó alguna vez tranquila al día de la búsqueda de jamétz pero si tienen un testimonio así por favor ¡compártanlo!

Ciertamente, no todos hemos nacido en un hogar judío viendo cómo nuestras madres limpiaban la casa con la intención de eliminar el jamétz por completo y poco a poco este iba desapareciendo hasta que el día de la búsqueda de jamétz no quedaba una sola migaja. En mi casa no había tal cosa, cierto es que en primavera se hacía una limpieza general pero la verdad es que no tiene nada que ver con la eliminación escrupulosa de harinas y elementos leudados a la que me enfrento ahora. Vamos a ver cómo podemos hacer esto, les voy a compartir unos consejos que me sirven mucho y si tienen algo más que sirva de ayuda, no duden en escribirme y compartir sus trucos.

En Israel esta festividad, como todas las celebraciones, se vive con una atmósfera especial puesto que todos están implicados en la eliminación del jamétz. Los supermercados se arman de productos de limpieza que prometen facilitar las labores de limpieza de forma increíble y enseguida empiezan a llenar sus estantes con comida que no contiene alimentos leudados. Varios meses antes de la festividad, las fábricas hacen su limpieza de Pesaj y empiezan la elaboración y venta de productos kasher le Pesaj. En realidad, el ver la etiqueta “kasher lePesaj” es toda una señal de que hay que empezar a prepararse y armarse de paciencia y fuerzas para afrontar la tarea.

Como les decía, creo firmemente que organizarse con tiempo ayuda en gran medida a disminuir el estrés de esta fiesta. Hacer un planning varias semanas antes en el que se divida la casa por sectores y comenzar poco a poco a limpiar los rincones de la casa es muy buena idea. Esto evita que nos dejemos algo sin revisar y, si es lo suficientemente realista y lo cumplimos a rajatabla, podemos beneficiarnos mucho tanto física como emocionalmente. Hacer las compras con antelación es una buena opción también. Se limpia previamente un espacio en la cocina para ir almacenando en bolsas cerradas todos estos productos y así se evitan las colas de los últimos días. Por suerte o por desgracia, nunca llego a este punto y siempre me veo en el supermercado esperando una cola de varias horas para poder pagar mi compra de Pesaj. Vamos a ver si este año cambio esto y consigo hacer mis compras unos días antes y ahorrarme varias horas de espera en el supermercado.

Podemos prepararnos para esta festividad como si de un examen importante se tratase. Cuando estudiamos para los exámenes de la carrera universitaria nos preparamos durante mucho tiempo y revisamos los detalles que puedan servirnos para alcanzar la mayor puntuación o simplemente hacemos todo lo que está en nuestra mano para llegar al día del examen con la mayor cantidad de conocimiento en nuestra cabeza y obtener el mejor puntaje. Aquí es algo más o menos parecido. Tenemos que prepararnos durante semanas para llegar al día del examen preliminar (la búsqueda del jamétz) habiendo realizado todas nuestras tareas.

 Así que ármense de valor y de un buen planning para fragmentar su casa y las tareas pendientes de forma que día a día hagan algo, por pequeño que sea, para prepararse en la eliminación del jamétz. Y no se olviden del jamétz espiritual. Hay que añadir un tiempo para hacer también una introspección especial y eliminar todo rastro de orgullo del corazón.

Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tu historia o inquietudes, escríbeme a tali.mandel.18@gmail.com